22:1 Estaba cerca
la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua. –
La muerte de Jesús se
aproximaba. Los eventos que siguen pertenecen al relato del sufrimiento
final de Jesús. Ya empieza "El principio del último acto de la tragedia" (WB).
Dijo a sus discípulos: "sabéis que dentro de dos días se celebra la
pascua”, la fiesta principal de los judíos, celebrada el 14 de Nisán (el
primer mes del año judaico). La pascua duró solamente un día, pero era
seguida de siete días de la fiesta de los panes sin levadura, y a veces la
palabra "pascua" se refería a las dos cosas.
22:2 Y
los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarle; --
Hech. 8:33, “no se le hizo
justicia”. Jn. 11:47-53, “…desde aquel día acordaron matarle”. En Jn
11:47-52 leemos la profecía de Caifás, sumo sacerdote, de que “nos
conviene que un hombre muera por el pueblo”.
Esta profecía era de Dios y tenía que ver
con la muerte de Jesús como sacrificio por los pecados del mundo, pero
Caifás la entendía desde el punto de vista político; es decir, viendo a
Jesús como personaje peligroso, sería necesario ejecutarlo para el
bienestar político de la nación. Para Caifás había solamente dos
alternativas: acabar con Jesús, o de otro modo, ver la nación destruida.
Pero había otra alternativa: aceptar a Jesús como el Mesías y salvar la
nación tanto política como espiritualmente. La ironía de este caso es lo
siguiente: Caifás dice que Cristo tiene que morir para que la nación no
sea destruida, pero la nación fue destruida en el año 70 precisamente
porque los judíos rechazaron y crucificaron a Jesús!
Según las
palabras de Caifás Jesús ¡ya estaba prejuzgado y condenado a morir mucho
antes de ser juzgado por ellos.
Por lo tanto, ¿qué se espera de ellos cuando “juzgan” a
Jesús? En realidad, los que fueron juzgados en todo esto fueron los judíos
y los romanos.
Jesús fue
“juzgado” (1) por Anás, el sumo sacerdote, según la ley de los judíos; (2)
luego por Concilio con Caifás, el sumo sacerdote nombrado por Roma; (3)
por Pilato; (4) por Herodes; y (5) otra vez por Pilato para la sentencia
final.
IV. EL “JUICIO” ROMANO
-- NO ENTRAR EN EL
PRETORIO PARA NO CONTAMINARSE!! SI NO FUERA MALHECHOR, NO TE LO HABRÍAMOS
ENTREGADO (CONDENARLO SIN JUICIO). JUZGADLE VOSOTROS!! … NO PODEMOS
EJECUTARLE. JESÚS HABÍA INDICADO CÓMO IBA A MORIR, JN. 12:32.
A. Jn 18:28, “Llevaron a Jesús de
casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el
pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua. 29 Entonces
salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este
hombre? 30 Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te
lo habríamos entregado. (Querían que Pilato lo ejecutaran sin juzgarle; es
como si hubieran dicho, “no hagas preguntas; sólo confirma la sentencia de
muerte dictada por el Concilio)
Jn. 18:31 Entonces les dijo
Pilato: TOMADLE VOSOTROS, y juzgadle según vuestra ley (esta es la primera
de varias tentativas de parte de Pilato de no tener nada que ver con
juzgar a Jesús. Con esto Pilato les está diciendo que no piensen o esperen
que la corte romana se pueda usar de esta manera, obligada por las leyes
de los judíos). Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido
dar muerte a nadie (de una vez llegamos al meollo del asunto; con toda
franqueza y sin vergüenza ellos dicen abierta y libremente cuál era el
propósito de ellos y por qué llevaban a Jesús a Pilato).
Jn. 18:32 para que se cumpliese
la palabra que Jesús había dicho, dando a entender de qué muerte iba a
morir”. Los judíos sí apedreaban, como en el caso de Esteban, pero ellos
querían algo más horrible para Jesús. Querían que fuera crucificado.
B. Luc 23:1-5, MUCHAS ACUSA-CIONES
(mentiras maliciosas): PER-VIERTE A LA NACIÓN, PROHÍBE PAGAR IMPUESTOS
ROMANOS. DICE QUE ÉL MISMO ES REY. (Hombres tan mentirosos; bien sabían
que Jesús rehusó ser su rey político y secular como ellos querían, Jn.
6:15)…
Luc. 23:1 “Levantándose entonces
toda la muchedumbre de ellos, llevaron a Jesús a Pilato. 2 Y comenzaron
a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado que pervierte a la nación
(acusación falsa; (cuándo? Cómo? Dónde? además esto ni se mencionó cuando
fue juzgado por el Concilio), y que prohíbe dar tributo a César (mentira,
Luc. 20:25, “Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de
Dios”) , diciendo que él mismo es el Cristo, un rey. (Ellos querían
obligarle a ser su rey, Jn. 6:15).
Luc. 23:3 Entonces Pilato le
preguntó, diciendo: ¿ERES TÚ EL REY DE LOS JUDÍOS? (Posición
enfática: ¿Tú .. rey? No tomó en serio el asunto. Y respondiéndole él,
dijo: TÚ LO DICES.
C. JN 18:34 “¿DICES
TÚ ESTO POR TI MISMO, O TE LO HAN DICHO OTROS DE MÍ?” (¿Sabes algo
personalmente de mi conducta y enseñanza que le mueve a preguntar esto?
O ¿se basa en lo que otros dicen de mí? ¿Estás pensando en “rey” en
sentido político como los romanos entienden la palabra, o en el sentido
religioso? NINGÚN ROMANO LE ACUSABA. SI HUBIERA SIDO REBELDE, PILATO LO
HABRÍA SABIDO.
1. No había nada en
la apariencia de Jesús que indicara tal cosa.
2. También Pilato
sabía que ninguno de sus oficiales habían acusado a Jesús de ser
problema o amenaza para Roma, y sus soldados y otros oficiales estaban
repartidos en toda el área.
3. Si Jesús se hubiera
ocupado en levantar algún movimiento político contra Roma, se habría
descubierto cuanto antes y LOS ROMANOS MISMOS LO HABRÍA ACUSADO Y
CONDENADO).
D. Jn 18:36 “Mi reino no es de este mundo.
Si mi reino fuera de este
mundo, mis servidores pelearían”. Rey, sí (Mt 21:5), pero no era amenaza
para Roma (sólo para los líderes de los judíos, Jn 12:19). ¿Dónde estaban
los soldados de Jesús? ¿sus armas? ¿manifestaciones políticas y
revolucionarias? Todos podían ver que Jesús no era culpable de la
sedición.
E.
Jn 18:37 “Yo
para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a
la verdad”. Encarnación de la verdad. Afirma su preexistencia.
F. Luc 23:4 “Y Pilato dijo a los
principales sacerdotes, y a la gente: NINGÚN DELITO HALLO EN ESTE HOMBRE.
(Aquí mismo el juzgado debió haber terminado y Jesús debió haberse
liberado). “NINGÚN DELITO HALLO EN ÉL”. Pilato reconocía que Jesús no era
criminal de ninguna clase, que no era “Rey” en sentido político.
G. Mar 15:3 “Le
Acusaban Mucho. Le preguntó Pilato, ¿Nada respondes? Mira de cuántas cosas
te acusan. Pilato se maravillaba”. (Sin duda Pilato quería la ayuda de
Jesús para vindicarle, para probar su inocencia y sin duda se sentía
frustrado. Sabía que Jesús era inocente y de todo corazón le quería
soltar, pero Jesús no cooperaba con él, porque no vino para
defenderse sino para morir por nosotros. Jn. 12:23, “Jesús les
respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea
glorificado. 24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo
no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho
fruto”.
H. Luc 23:5 Pero ellos porfiaban,
diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde
GALILEA hasta aquí”. Querían agregar más combustible a sus acusaciones,
diciendo que el campo donde Jesús trabajaba era muy extenso.
V. JESÚS EXAMINADO POR HERODES
…
A. PILATO buscaba otra salida
de su dilema. Primero dice “juzgadle vosotros”, y luego OYÓ la palabra
“GALILEA” (¡Galilea! la misma cuna de revoluciones), LO ENVÍA A HERODES (Pilato
quería lavarse las manos de este caso). ACUSABAN CON VEHEMENCIA, NADA LE
RESPONDIÓ. LE MENOSPRECIÓ, ESCARNECIÓ, LE PUSO ROPA ESPLÉNDIDA.
B. Luc 23:6 “Entonces Pilato,
oyendo decir, Galilea, preguntó si el hombre era galileo. 7 Y al saber
que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que en
aquellos días también estaba en Jerusalén. 8 Herodes, viendo a Jesús, se
alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había oído
muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal. 9 Y le
hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió. 10 Y estaban los
principales sacerdotes y los escribas acusándole con gran vehemencia. 11
Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole
de una ropa espléndida; y volvió a enviarle a Pilato.
1. Para Herodes Jesús
era simplemente un “espectáculo”. Lo tomó en broma. No lo tomó nada en
serio. Para Jesús no importaba. Tiene mucha compañía. Hay millones que
dicen lo mismo. Jesús es un factor que puede ser omitido de la vida.
Pueden vivir fácilmente sin tomarlo en cuenta.
C. Luc. 23:12 Y se hicieron
amigos Pilato y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre
sí”. Fueron reconciliados. Ya fueron amigos, socios en el crimen. Ya
tenían amistad no basada en la justicia sino en la malicia.
VI. Ante Pilato otra vez.
HABIÉNDOLE INTERROGADO NO HE
HALLADO DELITO ALGUNO. 15 Y NI AUN HERODES. LE SOLTARÉ, PUES, DESPUÉS DE
CASTIGARLE”.
A. Luc 23,
“13 Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, a los
gobernantes, y al pueblo (para hacer anuncio público y para acabar con
este asunto complicado), 14 les dijo: Me habéis presentado a éste como
un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante
de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que
le acusáis. 15 Y ni aun Herodes, porque os remití a él; y he aquí, nada
digno de muerte ha hecho este hombre. 16 Le soltaré, pues, después de
castigarle”.
B.
Luc. 23:17
“Y TENÍA NECESIDAD DE SOLTARLES UNO EN CADA FIESTA.
1. Mat. 27:17, “ Ahora bien, en el
día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el
que quisiesen. 16 Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás
(echado en la cárcel por sedición y homicidio) 17 Reunidos, pues, ellos,
les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús,
llamado el Cristo? 18 Porque sabía que por envidia le habían entregado”.
Pilato mismo presentó estos dos nombres, pensando que sin faltar ahora
podría resolver su problema. Sin duda alguna, el pueblo va a escoger a
Jesús quien obviamente no era culpable de nada. Van a decir, “Suéltanos a
Jesús”. Apenas el domingo pasado gritaban “Hosanna al Hijo de David”
Cristo cuando entró en la ciudad (Mat. 21:9).
Y todos sabían que Barrabás era un criminal
peligroso, ya juzgado, condenado, sentenciado y echado en la cárcel.
Nadie dirá “suelta a Barrabás”. Todos dirán “Jesús”.
Y de esa manera el caso será resuelto. Ya no tendré más
problemas.
2. JN 18:39 “¿QUERÉIS, PUES, QUE OS
SUELTE AL REY DE LOS JUDÍOS?
3. Luc. 23:18 Mas toda la multitud
dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás! 19
Este había sido echado en la cárcel por sedición en la ciudad, y por un
homicidio”. Imagínese la frustración de Pilato. Estaba desesperado y
disgustado con esos judíos obstinados.
4. ¿Por qué esa multitud que
gritaba “Hosanna al Hijo de David” no insistió en que Jesús fuera suelto
en lugar de Barrabás? La Biblia no explica, pero sin duda aquella multitud
que aclamaba “Hosanna” esperaba alguna acción estupenda con significado
político y ¿qué pasó cuando Jesús entró en la ciudad? Purificó el templo y
fue a Betania.
C. Luc. 23:25, “y les soltó a aquel que había
sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, a quien habían pedido;
y entregó a Jesús a la voluntad de ellos”. HECH 3:14, “MAS VOSOTROS
NEGASTEIS AL SANTO Y AL JUSTO, Y PEDISTEIS QUE SE OS DIESE UN HOMICIDA”.
Falsamente acusaban a Jesús de la sedición insistiendo en que fuera
crucificado, pero soltaron a un verdadero criminal que había sido
condenado y encarcelado por la sedición y aun el homicidio; es decir,
Barrabás era CULPABLE del crimen del cual acusaban al inocente Jesús.
D.
MT 27:18 PILATO “SABÍA
QUE POR ENVIDIA LE HABÍAN ENTREGADO. 19 … SU MUJER LE MANDÓ DECIR: NO
TENGAS NADA QUE VER CON ESE JUSTO; PORQUE HOY HE PADECIDO MUCHO EN SUEÑOS
POR CAUSA DE ÉL”.
E. JN 19:7 “DEBE MORIR, PORQUE SE
HIZO A SÍ MISMO HIJO DE DIOS. 8 CUANDO PILATO OYÓ DECIR ESTO, TUVO MÁS
MIEDO. 9 Y ENTRÓ OTRA VEZ EN EL PRETORIO, Y DIJO A JESÚS: ¿DE DÓNDE ERES
TÚ?”
F.
PILATO ASUSTADO: 1) JN 18:37, “HE VENIDO AL MUNDO”
(PREEXISTENCIA); 2) MT 27:19, ESPOSA, “HE
PADECIDO MUCHO EN SUEÑOS POR CAUSA DE ÉL; 3) JN 19:7 “SE HIZO A SÍ MISMO
HIJO DE DIOS”.
G.
OTRO SUSTO: JN 19:12 “SI A ÉSTE SUELTAS NO ERES AMIGO DE
CÉSAR; TODO EL QUE SE HACE REY, A CÉSAR SE OPONE”. Pilato sabía que esto
podría ser muy serio. La pura acusación contra él podría resultar fatal,
porque Tiberio César era hombre sumamente celoso y cruel. Pilato ya había
cometido graves ofensas contra los judíos que no habían reportado a Roma.
Había usado dinero del templo para construir un acueducto; sus soldados
habían persistido en retener la imagen del emperador (que reclamaba ser un
dios) en sus estandartes; Luc. 13:1 relata que Pilato mezcló la sangre de
unos galileos en sus sacrificios. Así pues lo que los judíos gritan ahora
es puro chantaje. Le extorsionaron. Fue una amenaza seria
y Pilato bien
lo entendía. El reconocía, pues, que tenía que escoger entre Jesús y su
propia cabeza, porque los judíos eran capaces de destruirlo. El tenía
mucho temor de ellos.
H. LUEGO LOS JUDÍOS NIEGAN A DIOS:
V. 15 “NO TENEMOS MÁS REY QUE CÉSAR”.
I.
LUC. 23:22 PILATO “LES DIJO POR TERCERA VEZ: NINGÚN
DELITO DIGNO DE MUERTE HE HALLADO EN ÉL. 23 PERO ELLOS INSISTÍAN, PIDIENDO
A GRANDES VOCES QUE FUERA CRUCIFICADO. Y LAS VOCES DE ELLOS
PREVALECIERON.”
J. MT 27:24 “PILATO
… TOMÓ AGUA Y SE LAVÓ LAS MANOS DELANTE DEL PUEBLO, DICIENDO: INOCENTE SOY
YO DE LA SANGRE DE ESTE JUSTO; ALLÁ VOSOTROS”. ¿INOCENTE? Fue la más
espantosa violación de la justicia que la historia jamás haya registrado.
K. LUC. 23:24 “PILATO SENTENCIÓ QUE
SE HICIESE LO QUE ELLOS PEDÍAN; 25 Y LES SOLTÓ A (BARRABÁS) A QUIEN
HABÍAN PEDIDO; PERO ENTREGÓ A JESÚS A LA VOLUNTAD DE ELLOS”
(es decir, para ser crucificado).
Conclusión.
A. Hech 2:23, “a éste, entregado
por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis
y matasteis por manos de inicuos, crucificándole”.
B. Pero en cuanto a los judíos y
romanos: “No
se le hizo justicia”.
C. Jesús dio a sus jueces una
advertencia solemne: Mat. 26:64, “veréis al Hijo del Hombre sentado a la
diestra del poder de Dios”; es decir, ahora me están juzgando a mí,
pero un día vosotros estaréis delante de mi trono de juicio.
porque temían
al pueblo. Según Mateo
26:3 se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás. Los
"principales sacerdotes" eran las cabezas de los veinticuatro cursos de
sacerdotes que servían por turno en el templo. El sumo sacerdote (Caifás)
era el presidente del concilio (sanedrín) que tenía autoridad para juzgar
y condenar a los transgresores. Se reunieron para considerar cómo podrían
destruir a Jesús, porque les había avergonzado públicamente (Mat. 21:45;
Mat. 23). Reconocían que estaban perdiendo su control sobre la gente (Jn.
11:48, 53; 12:10, 11, 19). La "entrada triunfal" de Jesús indicaba su gran
popularidad (Luc. 19:28-44). En varios argumentos Jesús les había dejado
avergonzados, exponiéndoles como incapaces de defender su doctrina (Mat.
21, 22). No podían contestar palabra alguna cuando expuso su hipocresía
(Mat. 23). Por eso estaban muy resentidos y resueltos a matarlo. “Tuvieron
consejo para prender con engaño a Jesús (es decir, para prender a Jesús y
condenarle antes de que el pueblo pudiera levantar oposición fuerte), y
matarle. Pero decían: No durante la fiesta, para que no se haga alboroto
en el pueblo”.
Sin embargo,
Jesús fue crucificado precisamente “durante la fiesta” de la Pascua,
mostrando claramente que ni los romanos ni los judíos estaban en control
de ese evento, sino que El mismo decidía todo. Cristo vino al mundo para
dar su vida. Jn. 10, “18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la
pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar”.
Hasta que “su hora” llegara nadie podía hacer nada, pero ahora El mismo
está listo a dar su vida, y siendo “el Cordero de Dios que quita el pecado
del mundo” iba a morir durante la Pascua.
La gente
creía que Jesús era, por lo menos, un profeta importante (Mat. 16:14) y
algunos (mayormente los de Galilea) creían que era el Mesías. Los judíos
de todas las naciones se reunían en Jerusalén para las fiestas anuales
(compárese Hech. 2:5-10). Se ha sugerido que hasta tres millones de judíos
estaban presentes durante la pascua, y frecuentemente había tumultos entre
ellos.
El temor de
los líderes se expresa en Jn. 11:48, pero ignoraban el plan de Dios y la
actitud sumisa de Jesús. Si Jesús hubiera permitido que Pedro usara su
espada para iniciar un tumulto, los temores de los líderes se habrían
realizado, pero Dios había escogido precisamente esa pascua para ofrecer
sobre una cruz al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo (Jn.
1:29; Isa. 53:10; 1 Jn. 2:2). Los judíos no querían ser responsables por
un alboroto entre el pueblo, pero ¡estaban dispuestos a crucificar a su
Mesías! (HLB). Estaban muy contentos cuando Judas ofreció entregar a Jesús
y les fue conveniente llevar a cabo sus planes.
El temor al
pueblo era el obstáculo principal para los líderes (Mat. 21:46). Para los
romanos la pascua era tiempo apropiado para ejecutar criminales para
demostrar su poder sobre el pueblo.
Jesús había
hablado frecuentemente a sus apóstoles acerca de su muerte que se
acercaba: Jn. 2:19; 3:14; 6:51; 10:11, 15; Mat. 9:15; 10:38; 12:40; 21:38.
Abiertamente Jesús predijo su muerte: Mat. 16:21-23; 17:2; 20:17-19.
También, aunque los líderes dijeron, "no durante la fiesta", precisamente
durante esa fiesta Jesús iba a morir. Al decir que sería crucificado
indica que su muerte sería llevada a cabo no por los judíos sino por los
romanos.
22:3 Y
entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del
número de los doce; --
Juan 13:27, “Y después del bocado, Satanás entró en él.
Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto”. El entrar
Satanás en Judas no tuvo nada que ver con el fenómeno de los endemoniados.
Los demonios entraban en mucha gente sin su permiso, no para
hacerles pecar, sino para atormentar y afligirles, dejándoles ciegos,
sordos, mudos, paralizados, etc. Satanás entró en Judas con el permiso de
Judas. En realidad Judas le dio una bienvenida calurosa. Véase Sant. 1:14.
También entró en Ananías y Safira (Hech. 5:1-11) para moverles a mentir al
Espíritu Santo. Satanás es el engañador. Primero confunde y engaña al
hombre a través de sus deseos carnales, convenciéndole que será muy
ventajoso desobedecer a Dios. Recuerde el caso de Eva (1 Tim. 2:14).
Judas, al igual que Ananías y Safira, fueron engañados por las riquezas
(Mat. 13:22). Confundió y engañó a David a través de su orgullo (1 Crón.
21:1); confundió y engañó a Pedro, convenciéndole que sería mejor “seguir
de lejos” y calentarse “junto a unas brasas” del enemigo; luego estando en
medio de los enemigos de Jesús le negó tres veces. ¿Cuántos miembros de la
iglesia hacen lo mismo? Satanás confunde y engaña a mucha gente, cegando
su entendimiento (2 Cor. 4:4) porque no aman la verdad, sino que quieren
creer la mentira (la falsa doctrina), 2 Tes. 2:10-12. ¿Dónde obra Satanás?
En los desobedientes, Efes. 2:2. Tiene muchos ministros religiosos (2 Cor.
11:13-15; 1 Tim. 4:1-3; 1 Jn. 4:1, 2) y a través del ministerio de éstos
Satanás tiene muchos cautivos (2 Tim. 2:26).
22:4 y
éste fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la
guardia, de cómo se lo entregaría. --
para ser crucificado. Jesús especificó
que no solamente “será muerto” (Mat. 16:21), sino que sería será
crucificado (Mat. 26:2). Para esto sería necesario primero que fuera
entregado a los romanos. Judas lo entregó a los judíos. Los judíos lo
entregaron a los romanos. Sin embargo, la Biblia afirma que Jesús se
entregó a sí mismo (Gál. 2:20; Efes. 5:2), porque nadie podía tomar su
vida. El voluntariamente se entregó a sus enemigos. También Pablo dice que
fue entregado por nuestras transgresiones (Rom. 4:25); según esto nosotros
tuvimos parte en entregarlo.
22:5
Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero. –
El pensamiento malo y carnal produce
mucha alegría en los siervos de Satanás, pero la risa de los tales será
convertida en el lloro y el crujir de dientes si no se arrepienten. ¿Cuántos
“siervos de Dios” se prestan para ser comprados con dinero? ¿Cuántos
tienen la misma “convicción” que los que les pagan salario? Cuando son
preguntados qué enseña la Escritura sobre cierto tema ¿cuántos dicen,
“usted diga primero”?
22:6 Y
él se comprometió, y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas
del pueblo (sin que la gente lo advirtiera, LBLA, margen). --
Primero Judas se comprometió
a ser apóstol de Jesús, y ahora se compromete a entregarle. ¡Cuántos
hombres hoy en día se comprometen a oponerse a Jesús y a entregarlo a sus
enemigos! En lugar de comprometerse a seguirle, se comprometen a negarle.
22:7
Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario
sacrificar el cordero de la pascua. --
La palabra original (pascua) no
significa la fiesta, sino el cordero que fue sacrificado (Ex. 12:43; Núm.
9:11; Jn. 18:28, "comer la pascua"; 1 Cor. 5:7, "nuestra pascua, que es
Cristo, ya fue sacrificada por nosotros").
22:8 Y
Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id
(a la ciudad de Jerusalén; no podían
comerla en otra parte), preparadnos la pascua para que la comamos. –
Matar y asar el cordero, proveer pan sin levadura y hierbas amargas
(Ex. 12:8).
22:9
Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos? 10 El les dijo: He
aquí, al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un
cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare, 11 y decid al
padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento
donde he de comer la pascua con mis discípulos? 12 Entonces él os
mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí. 13 Fueron,
pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua. --
Encontraron la casa,
compraron el cordero, lo llevaron al sacerdote. Este lo mató y roció la
sangre conforme a la ley. Los residentes de Jerusalén abrían sus casas
para huéspedes durante la fiesta.
22:14
Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. 15 Y les
dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que
padezca! -- ¡Esta fue la última pascua! En esta ocasión Jesús y sus
apóstoles participaron de dos cenas, la fiesta de la pascua y la
institución de la cena del Señor.
22:16
Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de
Dios. – No dice que
literalmente comería la pascua otra vez en el reino, sino que la pascua y
las demás figuras y sombras de la ley serían cumplidas en Cristo mismo,
nuestra Pascua (1 Cor. 5:6-8).
22:17 Y
habiendo tomado la copa, dio gracias, --
No hay texto alguno que enseñe o que
implique que el nacimiento de Jesús se debiera recordarse para celebrarse.
Lo que debe recordarse cada primer día de la semana es su muerte.
El
encabezado de este párrafo en la Biblia es "Institución de la cena del
Señor". ¿Por qué se llama "cena del Señor"? 1 Cor. 11:20. También este
acto se llama "beber el fruto de la vid" (ver. 29) y "el partir del pan" (Hech.
2:42; 20:7). De estas tres maneras la Biblia se refiere a este acto. Nos
conviene a nosotros siempre usar estas expresiones bíblicas, mayormente
cada primer día de la semana cuando celebramos este acto. Cada miembro de
la iglesia debe acostumbrarse a estas tres expresiones bíblicas.
Sin duda el
pan usado por Jesús en esta ocasión era pan sin levadura. No hay autoridad
para usar pan con levadura.
-- dio
gracias. Mat. 26:26, Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo,
y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio,
diciendo: Bebed de ella todos”. La palabra “bendijo” equivale a dio
gracias. Obsérvese cómo estas dos expresiones se usan
intercambiablemente: Mat. 26:26 dice “bendijo” pero el v. 27 dice “dio
gracias”, al igual que Mar. 14:23. Según Lucas (22:17, 19), Jesús dio
gracias por el pan y por la copa. Al hablar de este mismo acto, Pablo
dice, "Bendecimos el pan" (1 Cor. 10:16) y dice que el Señor dio gracias
por el pan (1 Cor 11:24). Cuando Jesús alimentó los 5000, según Mat.
14:19, "bendijo" el pan, pero al hablar del mismo evento, Jn. 6:11 dice
que dio gracias por el pan; Mar. 8:6, dio gracias por el pan y bendijo los
peces. ¿Eran dos actos distintos? Claro que no. El bendecir equivale al
dar gracias. Estos textos indican que la palabra "bendecir" se usa
alternativamente con "dar gracias"; la conclusión obvia es que debemos
dar gracias por el pan y por la copa antes de participar de la cena.
Desde luego, está bien dar gracias a Dios por la oportunidad o el
privilegio de participar del pan y de la copa, y está bien pedir que Dios
bendiga el pan y la copa, pero primero que todo, no dejemos de dar gracias
por el pan y por la copa. Si solamente pedimos que Dios bendiga el pan o
la copa no damos gracias por el pan y por la copa, sino solamente pedimos
algo. Véase 1 Tim. 4:4, 5, la comida es bendecida o santificada con acción
de gracias.
-- y
dijo: Tomad esto (la copa), y repartidlo entre vosotros; -- “Y
tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella
todos (Mat. 26:27). La "copa" significa el contenido de la copa.
Esta es otra figura, llamada metonimia (figura que consiste en
designar una cosa con el nombre de otra). Se usa el nombre del
recipiente para indicar su contenido. Deut. 28:5, “Benditas serán tu
canasta y tu artesa de amasar”; dice “canasta” pero se refiere a la
cosecha, lo que llena la canasta; dice “artesa de amasar” pero se refiere
al pan. La copa es la bebida, el fruto de la vid. Los textos mismos lo
indican claramente: Mat. 26:26-29, la copa “es mi sangre”, “este fruto de
la vid”; lo mismo en Mar. 14:22-25; en Luc. 22:17 la copa se reparte (se
divide); 1 Cor. 10:16, la copa es la comunión de la sangre de Cristo;
la copa se bendice; en el ver. 21, se bebe; 1 Cor. 11:25, 26,
se bebe. Compárense Jer. 49:12 (“los que no estaban condenados a
beber el cáliz, beberán ciertamente”) y Ezeq. 23:32, (“Beberás el hondo y
ancho cáliz de tu hermana”). El que no acepta esta verdad sencilla y
obvia, de que Jesús emplea una figura y que la copa es el contenido, está
obligado a enseñar también que “la mesa” de la cual todos participamos (1
Cor. 10:21) es una mesa literal, y otro elemento sagrado de la cena
del Señor.
Obsérvese
que Jesús dice, “repartidlo”. Esta palabra significa “dividirlo” (es la
misma palabra que usa cuando dice, “todo reino dividido contra sí
mismo” (Luc. 11:17). Entonces, si Jesús hubiera hablado del recipiente
mismo, el verbo “repartir” o “dividir” les habría obligado a quebrar el
recipiente en pedazos para repartirlo entre ellos, pero Jesús no
hablaba del recipiente sino de su contenido que sí podía ser repartido o
dividido entre ellos. Este punto es importantísimo en la controversia con
hermanos que enseñan que debemos usar una sola copa (recipiente) para
repartir la cena a todos en la congregación.
Algunos
insisten en que el recipiente del fruto de la vid es el tercer elemento
de la cena, y que simboliza el nuevo pacto. Enseñan que cada persona
que participe de la cena tiene que tocar sus labios a un solo recipiente
para beber el fruto de la vid. Según este uso incorrecto de las
Escrituras, Juan 4:12 (“¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que
nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?”)
tendría que significar que cuando Jacob, sus hijos y sus ganados bebieron
del pozo, todos tenían que tocar sus labios al pozo. El error de estos
hermanos equivocados ilustra la necesidad de estudiar y entender el
lenguaje figurado. Estos, al igual que el clero romano, los mormones y
otros sectarios, han corrompido la cena del Señor. Con este error han
dividido la iglesia del Señor.
¿Cómo podía
Jesús dar gracias por la copa sabiendo lo que simbolizaba? Estaba
enteramente confiado del triunfo a pesar de la agonía que iba a sufrir.
Heb. 12:1, 2.
22:18
porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino
de Dios venga. – “Y os
digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel
día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre” (Mat.
26:29). La palabra "beber" significa comunión (compárese Apoc.
3:21). Luc. 22:15, "¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua
antes que padezca! Porque os digo que no la comeré más, hasta que se
cumpla en el reino de Dios". Obsérvese que Jesús se refiere al "fruto de
la vid"; no se convirtió en sangre cuando Jesús lo bendijo. Todavía era
simplemente “fruto de la vid”. La expresión “aquel día” se refiere
al tiempo o período del reino de Cristo, comenzando el día de Pentecostés
y extendiendo hasta el fin del mundo; es el tiempo cuando Cristo está con
su iglesia el primer día de la semana (Hech. 20:7) cuando se participa de
la cena del Señor.
22:19 Y
tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi
cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. –
Jesús no dice que el pan que
partió llegó a ser literalmente su cuerpo. Si Cristo hubiera desaparecido
en ese momento, tal vez habrían pensado que su cuerpo se había
transformado en el pan, pero su cuerpo todavía estaba, y el pan se
repartió y se comió. Por lo tanto, ellos no podían creer que el pan era su
cuerpo literal. Compárese Mat. 13:38, 39, "el campo es el mundo; la
buena semillas son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos
del malo". También Gén. 41:26; Gál. 4:24; Jn. 15:1, 5. Frecuentemente
Jesús empleaba lenguaje figurado. Esta figura se llama metáfora. No
es simplemente una semejanza, sino una representación; por lo
tanto, “esto es mi cuerpo” significa “representa mi cuerpo” y el
fruto de la vid representa su sangre. Comemos el pan y bebemos la
copa para obedecer el mandamiento de hacer esto en memoria de Cristo
(véase también 1 Cor. 11:24). La cena no es un “sacramento”, sino un
sencillo memorial, un recordatorio.
Según la
teología romana la bendición del pan y “vino” por el sacerdote transforma
estos dos elementos en el cuerpo literal y la sangre literal de Cristo
(esta doctrina se llama “transubstanciación”), de la cual fluye las
bendiciones sacramentales de gracia, pero todo lo que encontramos en la
Escritura acerca de la cena enseña que es un sencillo recordatorio de la
muerte de Cristo. Pablo dice, 1 Cor. 11, “16 La copa de bendición que
bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que
partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?”; es decir,
participamos de los beneficios de su muerte.
No
participamos de la cena del Señor para obtener la remisión de pecados,
sino que simplemente nos recuerda de la muerte de Cristo, la sangre que
fue derramada para el perdón de nuestros pecados. Cristo derramó su sangre
(dio su vida) como sacrificio por nosotros. Ex. 24:8. Lev. 17:11.
22:20 De
igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa
es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. –El
Antiguo Pacto fue sellado con la sangre de animales (Ex. 24:3-12; Deut.
5:2). Ese pacto fue perfectamente cumplido por Cristo y el Nuevo Pacto fue
sellado con Su sangre.
En base a un
concepto erróneo de este texto, los que prohíben el uso de copitas en la
cena afirman que la “copa” (que para ellos es el recipiente) representa o
simboliza el nuevo pacto; es decir, para los tales hay tres elementos
de simbolismo: el pan, el fruto de la vid y el recipiente del fruto de la
vid. Esta doctrina es falsa y pervierte y corrompe la doctrina de la
cena del Señor. Lo que Lucas y Pablo dicen (“Esta copa es el nuevo pacto
en mi sangre”) es la misma cosa que Mateo y Marcos dicen: “Porque
esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para
remisión de los pecados” (Mat. 26:28).
Para
remisión de los pecados. Es interesante comparar este versículo
con Hech. 2:38, “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo”. La expresión “para perdón de los
pecados” de este texto es idéntica, palabra por palabra, en el griego (eis
aphesin hamartion) con “para remisión de los pecados” en Mat.
26:28. Por lo tanto, si el bautismo no es para perdón de pecados
(como enseñan casi todos los evangélicos), entonces Cristo no derramó su
sangre para remisión de pecados. ¿Enseñan los evangélicos que Cristo no
derramó su sangre para remisión de los pecados? Claro que no, pero sí
enseñan que el bautismo no es para remisión de pecados. En esto son muy
inconsecuentes y demuestran su prejuicio hacia el bautismo que, según
Jesús, es para salvación (Mar. 16:16).
Continúa...