Hechos 13

 

          Jesús dijo a sus apóstoles, "me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra" (1:8). Ya hemos visto que fueron testigos en Jerusalén, en Judea y en Samaria; ahora en esta segunda parte del libro comienza la predicación del evangelio "hasta lo último de la tierra".

          Este capítulo es muy significativo porque ahora Pablo, Bernabé y sus compañeros comienzan la evangelización de los gentiles. Los tres viajes de Pablo tuvieron su origen en Antioquía de Siria, y al terminar los primeros dos viajes regresó a Antioquía. El y Bernabé habían pasado un año entero con esta iglesia antes de emprender el primer viaje (11:26). De esta manera se estableció una relación estrecha entre ellos y esta buena iglesia.

          Toda iglesia debe imitar el ejemplo de la iglesia de Antioquía que estaba tan involucrada en la predicación del evangelio. La iglesia que se preocupa principalmente por su local y sus muebles y ciertas actividades "locales" debe volver a estudiar estos capítulos de Hechos.

          El encabezado de este párrafo en algunas Biblias dice, "Bernabé y Saulo comienzan su primer viaje misionero". Esta palabra se usa mucho no solamente por los sectarios sino también por nuestros hermanos, pero ¿qué significa la palabra misionero? ¿Es término (o concepto) bíblico? ¿Se debe usar o se debe evitar? No es palabra bíblica y, por eso, no se encuentra en los diccionarios bíblicos. Larousse define la palabra misión de la siguiente manera: "Viaje que hacen los predicadores evangélicos para difundir la religión ... lugar donde predican o viven los misioneros". Muchos hermanos emplean la palabra "misionero" en el sentido de la primera definición, es decir, que se refiere simplemente al viaje que hacen los predicadores para predicar, pero la segunda definición establece el significado más exacto de la palabra. Una misión es un lugar, y más que lugar, porque es una clase de organización o sociedad que funciona como cuartel general para la obra de cierto país. Llegan los predicadores a cierto país, establecen su misión, y luego salen a predicar. Todos saben lo que es una misión. Allí están los directores de la obra. Allí está la casa editorial o el centro para repartir Biblias, himnarios, y folletos.  Allí se preparan a los nativos de la región para la obra. A la misión llega dinero del extranjero para obra benévola. En fin, es el cuartel general de la obra y, lamentablemente, algunos hermanos han caído en este error. Tienen misiones y tienen misioneros. Al leer el libro de Hechos no se encuentra tal sistema.

 

13:1 -- Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, -- Era levita, natural de Chipre, cuyo nombre era José (Bernabé era el sobrenombre o apodo que los apóstoles le dieron porque tenía mucho talento para exhortar o consolar). Era un hombre muy generoso con sus bienes materiales (4:36, 37), y también de corazón para con sus hermanos (9:27; 11:24; 15:39, 40). La iglesia le envió a Antioquía para ayudar a la nueva iglesia de ese lugar.

          -- Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, -- Estos eran los profetas y maestros que ayudaban a Bernabé y Saulo. Manaén fue criado junto con Herodes el tetrarca, pero Manaén llegó a ser un profeta y maestro del Señor Jesús y Herodes llegó a ser un hombre disoluto y obstinado que se manchó con la sangre de uno de los doce apóstoles.

          -- y Saulo. -- Natural de Tarso, alumno de Gamaliel, uno de los principales perseguidores de la iglesia pero convertido a Cristo cuando pensaba perseguir a los cristianos en Damasco, recientemente traído a Antioquía por Bernabé.

 

13:2 -- Ministrando éstos al Señor, -- El Señor no llamó a los ociosos, sino a los hombres que estaban ocupados. Por ejemplo, llamó a Juan y Jacobo y a Andrés y Pedro cuando estaban ocupados en su trabajo como pescadores.

          La palabra ministrando es del verbo leitourgeo, de la cual ha surgido la palabra liturgia. Heb. 10:11 dice, "todo sacerdote está día tras día ministrando ... "; por eso, el clero romano emplea esta palabra para justificar su sacerdocio, y algunos protestantes la usan para probar que solamente el clero puede oficiar en los servicios.

          Sin embargo, esta palabra no se limita al culto. Por ejemplo, Pablo dice que Epafrodito estaba "exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí", Fil. 2:30. También, con respecto a la ofrenda para los santos, dice que "la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios" (2 Cor. 9:12).

          -- y ayunando, -- Lucas no define el ayuno practicado por estos hermanos. No dice que la iglesia hubiera nombrado ciertos días o ciertas horas para ayunar. Esto solamente indica que los hermanos continuaban la práctica judía de ayunar, como continuaban otras costumbres judías. Jesús no lo mandó ni lo prohibió, sino que solamente insistió en que al ayunar no fueran hipócritas (Mat. 6:1-18).

          -- dijo el Espíritu Santo: -- Aquí vemos otra vez la personalidad del Espíritu Santo. El habla. Da instrucciones.

          -- Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. -- ¿A quién se dirige el Espíritu Santo cuando dice "Apartadme ..."? A la iglesia de Antioquía. La iglesia es "columna y baluarte de la verdad" (1 Tim. 3:15). La iglesia misma es la única sociedad misionera reconocida por Dios. En el primer siglo la sabiduría de Dios no estableció ninguna clase de "misión" o "sociedad misionera" o "mesa directiva", porque la iglesia misma -- cada iglesia local -- es la sociedad misionera de Dios para evangelizar. Tampoco estableció escuelas para predicadores por la misma razón, es decir, porque la iglesia misma -- cada iglesia local -- es la escuela para preparar obreros (ancianos, diáconos, evangelistas, maestros, directores de cantos) (2 Tim. 2:2).

 

13:3 -- Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. -- De esta manera solemne encomendaron a Bernabé y Saulo a la obra especificada por el Espíritu Santo.

 

13:4 -- Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. -- Bernabé era natural de Chipre (4:36). Había muchos judíos en esta isla.

 

13:5 -- Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. -- Aunque Pablo era el embajador de Cristo a los gentiles, siempre llegaba primero a la sinagoga de los judíos (Rom. 1:16, "al judío primeramente"). Era lógico comenzar la obra en la sinagoga, porque no solamente había algunos judíos que aceptaban a Cristo, casi siempre había gentiles que escuchaban la palabra (ver. 42). Recuérdese el ejemplo de Cornelio el "temeroso de Dios" (véase 10:2, notas).

          -- Tenían también a Juan de ayudante. -- 12:12; Col. 4:10, no "el sobrino" sino "el primo de Bernabé" (LBLA; VM); ("en fecha muy posterior este término vino a ser empleado de 'sobrino', pero es evidentemente 'primo' aquí", ATR, Vine, Vincent y otros).

 

13:6 -- Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron a cierto mago, -- Toda forma de magia (por ej., la hechicería, la adivinación, etc.) era condenada por Dios, Ex. 22:18; Lev. 20:27; Deut. 18:10-12; Isa. 47:12-14; Gál. 5:19-21. Este es el segundo de los encuentros entre el evangelio y los magos, adivinos y hechiceros (véanse también 8:9; 16:16-19; 19:11-16, 19). Estos son algunos de los medios más efectivos que Satanás emplea para estorbar la predicación del evangelio.

          Sin embargo, los magos de Mat. 2:1, 7, 10 eran sinceros adoradores de Jesús y no deben clasificarse con los siervos de Satanás.

          -- falso profeta, judío, -- Por eso, sabía perfectamente que lo que hacía era condenado por la ley.

          -- llamado Barjesús, -- Barjesús era su nombre propio; Elimas era su nombre profesional que significaba hombre sabio o mago (ver. 8), pero su descripción verdadera era "falso profeta".

 

13:7 -- que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios. -- Era la costumbre de hombres eminentes tener en su presencia a los que profesaban pronunciar oráculos de los dioses, predecir el futuro, aconsejar con respecto a las señales de alguna amenaza futura, etc.

          Si Sergio Paulo era "varón prudente", ¿por qué tenía en su presencia y confianza a un hombre de tal carácter? ¿Por qué creía en tales cosas? La palabra prudente significa que Sergio Paulo tenía mente abierta, que investigaba las cosas. El estaba dispuesto a aceptar la verdad, lo bueno, lo beneficioso, de cualquier fuente. Sergio Paulo escuchaba a cualquier mago (cualquier hombre sabio), a Barjesús, y ahora también a Pablo, porque Pablo y Bernabé traían nuevas revelaciones.

          ¡Deseaba oír la palabra de Dios! ¡Qué buena oportunidad para Pablo y Bernabé! Hoy en día hay pocos hombres -- y muy pocos hombres eminentes -- que desean oír la palabra de Dios. Todo predicador sincero busca a tales personas, porque son las ovejas que oirán la voz de Cristo, el Buen Pastor. Pablo predicó a otros hombres eminentes (como Félix, Festo, Agripa) y en Roma hizo conversos aun en la casa de César (Fil. 4:22).

 

13:8 -- Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), -- Lo que Elimas hacía era la forma más exagerada de la malicia, porque trastornaba el camino del Señor (ver. 10). El no quería perder la ventaja que tenía con el procónsul ni su fuente de ganancia y popularidad. Si el procónsul escuchara a Pablo y Bernabé, Elimas sería expuesto como falso profeta y su influencia con el procónsul terminaría. Se opuso a Pablo, pues, por interés. El poder político y económico, la ganancia, el bienestar material son los factores que para muchos hombres determinan a quién o a qué escucharán. No investigan la verdad, sino que buscan su propia conveniencia. Esta es su reacción a la palabra predicada.

          -- procurando apartar de la fe al procónsul. -- ¡Un acto sumamente diabólico! Muchos hacen esto sin pensar y quizás sin querer hacerlo, pero otros lo hacen deliberadamente. Ponen tropiezos, causan escándalos y hacen todo lo posible por evitar que la gente escuche a la palabra de Dios. "Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón" (Mat. 13:19). Siempre hay "aves" que vienen y se comen la semilla. Jesús fuertemente denuncia a los que causan tropiezos (Mat. 18:6, 7).

          La conducta de Elimas nos recuerda del clero romano y protestante que con tanta energía impide que sus miembros oigan la palabra de verdad. Procuran apartar de la fe a los que escuchan la verdad.

          ¿Qué se debe hacer con tal hombre? Un hombre prudente quería oír el evangelio, pero el hombre "sabio" que había respetado y escuchado se lo impide. Es una situación un poco delicada. ¿Cómo tratarlo, pues? ¿Con suavidad y cuidado para no ofender al procónsul? ¿Con guantes de seda? De ninguna manera. Solamente una cosa se puede hacer en tal caso y Pablo lo hizo: reprender el pecado y exponer al falso maestro. Como Pablo dijo acerca de la obra de ancianos (Tito 1:10, 11), "es preciso tapar la boca" a ciertos individuos.

 

13:9, 10 -- Entonces Saulo, que también es Pablo, -- Desde este texto Lucas deja de usar el nombre hebreo (Saulo) y usa el nombre romano (Pablo), y también cambia el orden de Bernabé y Saulo a Pablo y Bernabé.

          -- lleno del Espíritu Santo, -- Es importante observar que lo que Pablo hace en seguida no es por pasión humana ni por impaciencia, sino que "lleno del Espíritu Santo" hizo lo que tuvo que hacer.

          -- fijando en él los ojos, -- Elimas "resistía" (es decir, estando en pie en contra, cara a cara) y Pablo fija "en él los ojos", penetrando hasta lo profundo del corazón pervertido de Elimas, denuncia su maldad.

          -- dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño -- Le dice lo que Elimas ya sabía, que era un engañador. Compárese Mat. 26:3, 4.

          -- y de toda maldad (vileza, VHA; fraude, LBLA), --

          -- hijo del diablo, -- "Bar" significa "hijo"; por eso, su nombre (Bar-Jesús) significaba hijo de Jesús. Pero Pablo cambia su nombre y le llama hijo del diablo (que significa calumniador). Bajo la influencia del diablo Elimas practicaba el engaño, utilizaba artes de Satanás para defraudar.

          -- enemigo de toda justicia! -- El que vive por la maldad (el fraude, el engaño) es enemigo de la justicia (la integridad, la verdad).

          -- ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? -- ¡Cuán grande es el egoísmo de aquél que asume para sí la prerrogativa de cambiar el camino de Dios! Los caminos del Señor son rectos y los caminos de los falsos maestros son torcidos.

          Parece que Pablo usaba lenguaje muy duro, pero siempre es un acto de bondad revelar al pecador su condición verdadera.

 

13:11 -- Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano. -- "La mano del Señor" puede ser bondadosa (11:21), pero "¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!" (Heb. 10:31). La ceguedad física fue el castigo por la ceguedad espiritual de Elimas y las tinieblas físicas por las tinieblas de su corazón. ¡Qué cambio en este hombre "importante"! El que guiaba al procónsul ahora "buscaba quien le condujese de la mano.

 

13:12 -- Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor. -- Esto demuestra el éxito de la acción de Pablo. Era necesario completamente destruir la confianza que Sergio Paulo tenía en Elimas, para que pudiera creer la verdad. Millones de hombres y mujeres nunca creerán el evangelio verdadero porque sus guías religiosos (sacerdotes, pastores, evangelistas, otros) los tienen engañados. Por eso, es necesario exponer el error y también al falso maestro ¡para poder salvar a aquellos que son guiados por ellos hacia la ruina!

          Muchos hermanos no quieren que los predicadores del evangelio sean negativos. Quieren que sean positivos. No les gusta que se exponga el error. Se sienten incómodos cuando el predicador menciona el nombre de alguna iglesia humana. Sin embargo, con respecto a esto debemos imitar el ejemplo de Cristo (Mat. 7:15-20; 10:17; 16:6-12; 23; Juan 7:45-52; 8:44, etc.) y el ejemplo de Pablo (2 Cor. 11:13-15). Es imposible predicar la verdad sin molestar o estorbar a los que enseñan el error, corrompen la verdad y trastornan los caminos del Señor.

 

13:13 -- Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros (desde este texto en adelante el nombre de Pablo aparece primero) arribaron a Perge de Panfilia; (probablemente Pablo ya había predicado en Cilicia, 11:25) pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén. -- La Biblia todo lo dice; alaba a los fieles y descubre también sus fallos. Lucas no explica la causa de lo que Marcos hizo. Seguramente había mucho peligro porque esa región estaba infestada de salteadores (véase 2 Cor. 11:26; 2 Tim. 2:3). Tampoco dice aquí que esto desagradó a Pablo; sin embargo, después, (15:36-41) explica que a Pablo no le gustó y que no quería que Marcos fuera con ellos en el segundo viaje. Pero años después Pablo dijo, "Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio", 2 Tim. 4:11. Volvió a tener confianza en él.

 

13:14 -- Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron. -- Siempre fueron a la sinagoga primero. El plan de Dios siempre era, "Al judío primeramente". Esto les daba una oportunidad grande, porque cada sábado las Escrituras se leían y se estudiaban. Se leía una sección de la ley y luego una sección de los profetas y por último había exhortaciones basadas en la lectura. Compárese Luc. 4:16.

          Si todos los judíos hubieran aceptado a Jesús como su Mesías, las sinagogas se habrían convertido en iglesias de Cristo y servido grandemente para la evangelización del mundo.

 

13:15 -- Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los principales de la sinagoga. -- Los "principales de la sinagoga" eran los ancianos. Presidían, mantenían buen orden y castigaban a los infieles (Mat. 10:17; Hech. 18:8, 17).

          -- mandaron a decirles: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad. -- Acostumbraban permitir a los visitantes presentar un estudio. Nosotros tenemos que usar mucho cuidado en esto. Es necesario saber si el invitado es hermano fiel.

 

13:16 -- Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano (21:40; 26:1). Dijo: Varones israelitas. -- Les dio gusto ser llamado "israelitas", y siempre les gustó oír un sermón basado en la historia gloriosa de su nación. El uso que Pablo hace de esta historia es un poco diferente al uso hecho por Esteban quien se refirió a la rebeldía del pueblo. El propósito de Pablo era convencerles de que Jesús de Nazaret es el prometido Mesías, pero no podía comenzar de una vez hablando de El. Mas bien él comienza demostrando que él creía firmemente en las Escrituras y que sabía la historia de Israel y las promesas hechas a Abraham.

          -- y los que teméis a Dios, -- los "prosélitos de la puerta"; éstos no se habían circuncidado pero habían renunciado a la idolatría y asistían a la sinagoga para adorar a Dios. Oíd:

 

13:17 -- El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y enalteció al pueblo. -- A los que eran esclavos les libertó y les dio los privilegios de una nación independiente.

          -- siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto. Durante todo el tiempo que los israelitas vivieron en Egipto siempre fueron "extranjeros", porque no se mezclaban con los egipcios.

          -- y con brazo levantado, -- con poder, demostrado en las diez plagas, en el milagro de abrir las aguas del Mar Rojo y en la derrota de los ejércitos de Faraón.

          -- los sacó de ella. De esta manera Pablo ganaba la confianza de la gente. Les dio mucho gusto oír esta historia. Lo que Pablo dice era el corazón de muchos salmos y oraciones. Era el consuelo del pueblo al ser perseguidos. Pablo pasó por esta puerta abierta directamente al corazón del pueblo.

 

13:18 -- Y por un tiempo como de cuarenta años los soportó en el desierto. Heb. 3:17, "estuvo él disgustado cuarenta años". Pero véase el margen de La Biblia de las Américas: "los llevó en sus brazos como una nodriza".

 

13:19 -- y habiendo destruido siete naciones en la tierra de Canaán, (Deut. 7:1, heteo, gergeseo, amorreo, cananeo, ferezeo, heveo, jebuseo. La tierra entera se llamó "Canaán"). Dios mandó a su pueblo que destruyera a los cananeos, pero no lo hizo. No los "destruyó" completamente, sino que solamente los sojuzgó a nivel nacional, y se quedaron muchos de ellos en la tierra para ser "aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitaréis" (Núm. 33:35).

          -- les dio en herencia su territorio. -- Debido a la maldad de la gente Dios les castigó. Pudo haberlo hecho de varias maneras pero escogió hacerlo por medio de los ejércitos de Israel. Gén. 15:16; Lev. 18:25.

 

13:20 -- Después, como por cuatrocientos cincuenta años, les dio jueces hasta el profeta Samuel. Los jueces eran tanto libertadores como gobernadores. Cuando Israel era fiel, gozaba de grandes victorias, pero cuando era infiel, sus enemigos les oprimían. Samuel -- un nombre muy importante en Israel -- fue el último juez y el primer profeta.

 

13:21 -- Luego pidieron rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años. Pidieron rey para ser como las naciones, 1 Sam. 8:8.

 

13:22 -- Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. Dios busca a hombres como David, "varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero". Pecó (2 Sam. 11), pero no era rebelde como Saúl. Era enemigo de la idolatría, y cumplido en su servicio a Dios. Era un hombre obediente, que guardó los mandamientos de Dios. Véase 1 Reyes 14:8, 9.

         

13:23 -- De la descendencia de éste, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel. Al hablar de David, Pablo llega al tema principal, porque los judíos sabían que el Mesías sería descendiente de David. Sal. 89:19-37, el hijo de David salvaría a Israel.

 

13:24 -- Antes de su venida, predicó Juan el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. Véase el testimonio de Juan, Jn. 3:33-35. Los judíos de Pisidia sabían de Juan porque cada año hacían tres viajes a Jerusalén; todos sabían que Juan era un profeta. Por eso deberían tomar en serio lo que este profeta dijo acerca de Jesús. Si Juan era un profeta, ¿cómo podría otro ser mayor que él a menos que fuera el Hijo de David?

         

13:25 -- Mas cuando Juan terminaba su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies. Juan mismo dijo que Jesús era superior a él.

 

13:26 -- Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salvación. Llega al punto principal del discurso: anunciaba la salvación que se encuentra en Jesús. Esto es para "vosotros", 2:39.

 

13:27 -- Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes, -- Entonces, si Jesús es el Hijo de David, ¿por qué lo mataron los judíos que le conocieron (los de Jerusalén)?

          -- no conociendo a Jesús. -- No le conocieron (3:17; 1 Cor. 2:8). ¿En qué sentido? No lo aprobaron.

          -- ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo. -- Leían acerca de El cada sábado, pero quedaban cegados por su prejuicio.

          -- las cumplieron al condenarle. -- Dios dijo que Jesús moriría, y los mismos judíos cumplieron la profecía.

 

13:28 -- Y sin hallar en él causa digna de muerte, pidieron a Pilato que se le matase. -- Si Jesús fue crucificado, ¿no fue eso prueba de que no era el Mesías? Al contrario, con esto Pablo probó que en verdad lo era.

 

13:29 -- Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro. -- Cumplió todas las cosas que de él estaban escritas, Luc. 24:44. Fue quitado de la cruz por un judío (Jn. 19:38, 39).

 

13:30-32 -- Mas Dios le levantó de los muertos. Y él se apareció durante muchos días a los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo. Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres. -- La palabra "evangelio" quiere decir "buenas nuevas". La noticia más importante para el judío tenía que ver con la llegada del Mesías. La noticia más importante para el pecador condenado es que hay perdón de pecados en Cristo. La promesa hecha a Abraham tuvo que ver con la vida, la muerte y la resurrección de Cristo. La resurrección de los muertos era "la esperanza de Israel". 2:24-32; 10:40, 41; 23:6; 24:21; 26:6-8, 23. Los judíos no entendían que la resurrección sería el cumplimiento de Gén. 12:3.

 

13:33 -- la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy. -- Los judíos entendían que el segundo Salmo se refería al Mesías, pero la explicación de la expresión "yo te he engendrado hoy" como la resurrección de Jesús fue un pensamiento nuevo para ellos. Pablo, un apóstol inspirado, interpretó este Salmo. Véase también Rom. 1:4.

 

13:34, 35 -- Y en cuanto a que le levantó de los muertos para nunca más volver a corrupción, lo dijo así: Os daré las misericordias fieles de David. Por eso dice también en otro salmo: No permitirás que tu Santo vea corrupción. Son los mismos argumentos hechos por Pedro, Hech. 2. 2 Sam. 7:16; Sal. 89:4,5; 132:11,12. David mismo no resucitó; por eso la profecía se refiere a su Hijo. No hay texto en el Antiguo Testamento que haga predicción más clara de la resurrección del Mesías. Las misericordias de David son las bendiciones recibidas a través del Hijo de David. David "habiendo servido a su propia generación"; ¿somos siervos de nuestra generación? ¿Somos útiles? 2 Tim. 2:21. Muchos no son siervos sino la plaga o maldición de su generación. David sirvió su propia generación, pero Jesucristo sirve a todas las generaciones.

 

13:36-38 -- Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción. Mas aquel a quien Dios levantó, no vio corrupción. Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados. Habiendo establecido la realidad de la resurrección, Pablo se une con Juan el bautista, con Jesús y con Pedro al anunciar el perdón de pecados, el beneficio (fruto) de la resurrección, la bendición especial del evangelio. ¿Por qué no dijo Pablo lo que Pedro dijo en Hech. 2:38? Porque los judíos no preguntaron, "¿Qué haremos? Hech. 2:37.

 

13:39 -- y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, -- Este versículo suena como Gál. 2:16. Esta verdad no fue recibida por la mayoría de los judíos. En Hech. 3:22,23; 4:12, por implicación Pedro dijo la misma cosa que Pablo afirma explícitamente: la ley de Moisés no podía justificar a nadie. La ley de Moisés era muy necesaria (Gál. 3:21-29), pero era provisional y era solamente para los israelitas.

          -- en él es justificado todo aquel que cree. -- Jn. 3:16, creer en su sentido comprensivo (abarca la obediencia al evangelio). Mar. 16:16 equivale a Juan 3:16. Los que fueron justificados bajo la ley no fueron justificados por la ley, sino por el sacrificio de Jesús que fue tipificado por los sacrificios de animales,    Heb.  9:14-17; 10:1-4, 11.

 

13:40, 41 -- Mirad, pues, que no venga sobre vosotros lo que está dicho en los profetas: Mirad, oh menospreciadores, y asombraos, y desapareced; Porque yo hago una obra en vuestros días, Obra que no creeréis, si alguien os la contare. -- Compárese Mat. 13:12-15; Hech. 28:26, 27. La frase, "Lo que está dicho en los profetas" se refiere a la invasión de los caldeos para destruir el templo y llevar cautivos a los israelitas. Pablo les exhorta a que no se identifiquen con estos de la cita de Habacuc 1:5. ¿Por qué dijo esto? ¿Vio alguna reacción entre ellos que le movió a decirlo? Posiblemente había reacción negativa cuando dijo que no podían justificarse por la ley de Moisés. Palabras semejantes se encuentran en Mat. 24 acerca de la destrucción de Jerusalén.

           

13:42, 43 -- Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas. Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios. Los efectos del sermón: fueron invitados a predicar otra vez el siguiente sábado. "Los gentiles"; mejor "ellos" (LBLA), judíos y prosélitos de la puerta. Todo el mundo debe, por lo menos, oír la Palabra. ¿Cómo puede el hombre inteligente estar seguro que debe rechazar la Palabra si no sabe lo que dice? Y no debe oír con prejuicio.

          Algunos les siguieron, y les exhortaron a que perseveraran en la gracia, es decir, que siguieran con la buena disposición de escuchar la Palabra. "También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor" (Juan 10:16); "yo tengo mucho pueblo en esta ciudad" (Hech. 18:10). Estos, teniendo oídos para oír, oyen (Mat. 13:14-16; Hech. 28:26,27). Estos son la "buena tierra" que recibe la simiente y lleva fruto (Luc. 8:15).

 

13:44, 45 -- El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios, (predicada por Pablo y Bernabé) pero viendo los judíos la muchedumbre, se llenaron de celos. -- Los judíos de esta ciudad no podían atraer a tanta gente a la sinagoga y, por eso, se llenaron de celos. Fueron dominados por su soberbia envidiosa. Su conducta era pura carnalidad, Gál. 5:21, como la de los fariseos que murmuraban cuando Jesús comía con publicanos y pecadores (Luc. 15:1,2), y tenían la actitud del hermano mayor cuando volvió el hijo pródigo (Luc. 15:28). Por esta misma causa los hermanos de José lo vendieron y por esta causa los judíos entregaron a Jesús (Mateo 27:18).

          -- Y rebatían lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando. --  Rechazaban, refutaban, combatían lo que Pablo decía. Véanse también 18:5,6; 19:8,9. Luc. 22:65, "Y decían otras muchas cosas injuriándole".

         

13:46 -- Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, (los judíos no podían intimidar a Pablo y Bernabé; más bien, éstos hablaron con denuedo) dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios. -- Mat. 10:5, 6; Hech. 1:8; Rom. 1:16; 2:10. Los israelitas eran el pueblo escogido de Dios y, por lo tanto, les convenía recibir de todo corazón el evangelio que llegó a ellos primero.

          -- mas puesto que la desecháis (véanse Mat. 23:37-39; Hech. 7:51) y no os juzgáis dignos de la vida eterna. -- Ellos mismos eran sus peores enemigos. Se excluían a sí mismos de la gracia de Dios como el hijo mayor "no quería entrar" para participar de la alegría de su padre (Luc. 15:28). Los judíos no pensaron que se juzgaron a sí mismos como indignos de la vida eterna, pero su conducta así lo indicó. Entregaron esta sentencia contra sí mismos; es decir, se condenaron ellos solos. Se discute mucho la cuestión de la amplitud  de la misericordia de Dios con respecto al juicio final, pero tengamos presente que cada quien se juzga solo y decide su propia sentencia. Cada quien se coloca a sí mismo al lado derecho o al lado izquierdo de Cristo en Aquel Día. Véase Ezeq. 18:31. Los que rehúsan el mensaje de vida pronuncian la sentencia de muerte sobre ellos mismos.

          Hay varias actitudes que hacen que los hombres se juzguen a sí mismos indignos de vida eterna: el prejuicio (Mat. 13:13-15); el engaño (Rom. 10:1-3); la incredulidad (Rom. 9:30-33; 11:18-23); la indiferencia (Mat. 12:30; 1 Tes. 5:2-3; y la actitud de posponer la obediencia (2 Cor. 6:2).

          -- he aquí, nos volvemos a los gentiles. -- Los que no aprovechan sus oportunidades las pierden. ¿Para qué seguir sembrando la semilla preciosa entre espinos? Jesús dice, "no deis los santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos" (Mat. 7:6). Los judíos abusaron de su gran privilegio y lo perdieron. Sin embargo, Pablo no quería decir que ya no predicarían a los judíos de otros lugares, porque dice 14:1, "Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos".

 

13:47 -- Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación -- Pablo cita las Escrituras de los judíos (Isa. 49:6) como mandamiento para los apóstoles. Ellos no podían negar sus propias Escrituras. Esta profecía decía que el evangelio no era exclusivamente para los judíos. Cuando Simeón tomó al niño Jesús en sus brazos, citó este mismo texto: Jesús sería "luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel" (Luc. 2:32).

          -- hasta lo último de la tierra. Como Jesús dijo: "hasta lo último de la tierra", 1:8.

 

13:48 -- Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor. -- La reacción de los gentiles fue muy diferente: recibieron la palabra con gozo; glorificaban la palabra que les traía salvación y esperanza (¡Qué buenas noticias!). Se regocijaban al saber que el amor de Dios es para todos. Estos creyeron, es decir, aceptaron el evangelio.

          -- y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. -- Este texto es uno de los favoritos de los calvinistas que enseñan que antes de la fundación del mundo Dios "predestinó" a todos o a la vida eterna o al castigo eterno. Esta doctrina también se llama "la elección especial". Se basa en la enseñanza calvinista (1) de que el hombre nace pecador, incapaz de responder al evangelio; (2) que, por eso, Dios elige a algunos para salvación; y (3) que éstos -- los que están "ordenados para vida eterna"  -- creerán para ser salvos; es decir, los que están "ordenados para vida eterna" serán salvos a pesar de lo que hagan o no hagan, porque serán salvos por el decreto inalterable de Dios. Tal interpretación contradice el ver. 39, "en él es justificado todo aquel que cree". Desde luego, tal doctrina contradice todos los textos que enseñan que el hombre es responsable por sus pecados y que debe creer en Cristo y obedecer al evangelio. Además, si algunos, aparte de su voluntad, están ordenados para vida eterna, y otros, aparte de su voluntad, están reprobados, ¿por qué predicar el evangelio?

          La palabra "ordenados" es la palabra tetagmenoi, de la palabra "tasso, poner en orden, disponer, significa señalar, p.e., del lugar donde Cristo había dispuesto una reunión con Sus discípulos después de Su resurrección, Mt. 28:16, "(donde Jesús les) había ordenado" ... Lc 7:8 ... Ro 13:1 ... Se dice de aquellos que 'estaban ordenados para vida eterna', creyendo en el Evangelio, Hch 13:41, 'y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna' ... De la casa de Estéfanas, en Corinto, dice Pablo que '(se) han dedicado (al servicio de los santos)', 1 Co 16:15. Otros casos de la disposición de detalles especiales aparecen en Hch 15:2; 22:10; 28:23" (Vine).

          Ahora bien, habiendo examinado las definiciones de la palabra tasso y habiendo visto cómo se usa en otros textos, conviene examinar el contexto para ver en qué sentido se usa en este texto. Obviamente la explicación calvinista no cabe en este contexto, porque los hombres -- tanto los judíos como los gentiles -- tenían mucho que ver con el asunto de estar "ordenados para vida eterna". El contexto revela claramente que los judíos se juzgaron a sí mismos ("no os juzgáis dignos de la vida eterna") rechazando la Palabra y que los gentiles voluntariamente recibieron la Palabra con alegría, indicando de esta manera una buena actitud y disposición. Por eso, "No hay evidencias de que Lucas tuviera en mente un absolutum decretum de salvación personal" (ATR); es decir, no hay nada en este contexto que indique que Dios hubiera hecho algo por algunos que no hubiera hecho por los otros. El mismo evangelio fue predicado a todos; el resultado no dependía de un decreto de Dios sino de la disposición de los oyentes.

          Desde luego, Dios tenía mucho que ver con el asunto al proveer la gran salvación y al enviar a los apóstoles a predicar el evangelio. Seguramente Dios quería que los judíos fueran salvos, pero éstos rechazaron el evangelio. Además, los profetas, Cristo y los apóstoles declararon que Dios quería salvar a los gentiles también. Dios "quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad" (1 Tim. 2:4); "no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 Ped. 3:9). Estos textos nos hacen ver claramente que si la única decisión con respecto a nuestra salvación fuera hecha por Dios solo, entonces todos serían salvos.

          Pero Dios no hizo un decreto de elección incondicional para algunos y un decreto de condenación incondicional para otros, como enseña el calvinismo.

          Entonces, ¿quiénes son ordenados por Dios para vida eterna? Todos los que vengan al conocimiento de la verdad y se arrepientan. Dios hizo todo lo posible por ofrecer la salvación primeramente a los judíos, pero la mayoría de ellos la rechazaron. Dios elige o escoge a los que serán salvos, pero lo hace a través de Cristo ("en Cristo", Efes. 1:4); en otras palabras, nos escoge y llama por medio del evangelio (2 Tes. 2:14). El hombre es responsable delante de Dios y tiene que aceptar las consecuencias eternas de creer y obedecer al evangelio o de seguir en su rebelión.

          Obsérvese el contraste entre la actitud de los judíos (ver. 45, se llenaron de celos, rebatían ... contradiciendo y blasfemando") y la actitud de los gentiles ("Se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor"). Los judíos fueron llamados por Dios por la misma predicación que oyeron los gentiles, pero no la aceptaron. Se puede decir, pues, que los judíos no "estaban ordenados para vida eterna", porque "no os juzgáis dignos de la vida eterna". El mismo evangelio fue predicado a todos, pero la reacción de la gente no fue la misma. Algunos rechazaron el mensaje mientras que otros lo aceptaban. 2 Cor. 2:15, 16, "Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida".

 

Los que se juzgaron indignos de vida eterna:

          ver. 45 - se llenaron de celos
          ver. 45 - rebatían lo que Pablo decía
          ver. 45 - contradiciendo y blasfemando
          ver. 46 - desecháis la palabra

Los que estaban ordenados para vida eterna

          ver. 48 - oyendo esto, se regocijaban
          ver. 48 - glorificaban la palabra del Señor
          ver. 48 - creyeron

 

          Rom. 9:22 habla de "los vasos de ira preparados para destrucción". ¿Quién los preparó para la destrucción? ¿Dios o ellos mismos? Dios quiere que todos se salven y, a través de muchos siglos, demostró su amor por su pueblo Israel, haciendo todo lo posible por guiarles hacia la salvación. La ley de Moisés sirvió como ayo o guardián para llevarles a Cristo (Gál. 3:24). El evangelio fue predicado a ellos primero. ¿Qué más pudiera haber hecho Dios para ordenar a su pueblo para vida eterna? Seguramente Hech. 13:45, 46 demuestra que los judíos se prepararon a sí mismos para la destrucción. Claramente lo dice Pablo.

          Rom. 9:18, "de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece". Pero ¿quién los endurece? ¿Lo hace Dios por un decreto arbitrario? No, sino a través del evangelio. Dios endureció el corazón de Faraón, pero recuérdese que Faraón endureció su propio corazón (Ex. 8:15,32; 9:34). Israel endureció su corazón muchas veces (2 Reyes 17:14; Jer. 7:26; 17:23; Hech. 19:9). El mismo sol suaviza y endurece. Otra vez léase Hech. 13:45, 46. Este texto bien ilustra el caso: obviamente no es que Dios arbitrariamente haya endurecido a estos judíos, sino que por su rebelión se endurecieron solos.

          Mat. 13:11 habla de "vosotros" y "ellos". Para algunos el evangelio es "olor de muerte" y para otros "olor de vida" (2 Cor. 2:16). La miel es dulce para la persona sana y es amarga para la persona enferma.

          Debemos repetir que Dios sí tiene parte muy importante en este proceso, porque solamente de El procede la salvación. Además, recordemos lo que Lucas dice en Hech. 16:14, "el Señor abrió el corazón de ella (Lidia) para que estuviese atenta a lo que Pablo decía"; sin embargo, antes de esto leemos en el versículo anterior que "hablamos a las mujeres que ser habían reunido". Por lo tanto, es obvio que Dios lo hace, pero también es obvio que lo hace a través de la predicación del evangelio y que se requiere la buena voluntad de los oidores. Lo mismo sucedió en el caso de los gentiles de Hech. 13:48.

          Pero alguien puede objetar preguntando, "Entonces, ¿por qué habla Pablo de predestinar en Rom. 8:29?" Léase el texto: dice que Dios "los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo". ¡Eso sí! Dios predestinó que los que son "llamados" (llamados por el evangelio, 2 Tes. 2:14) deberían conformarse a la imagen de su Hijo (véase también 2 Cor. 3:18). Este es el gran propósito de Dios; El quiere que su pueblo sea verdaderamente "cristiano", imitadores de Cristo, semejantes a El en todo. Esto es lo que Dios predestinó antes de la fundación del mundo.

          Efes. 1:4, 5 se refiere al mismo plan: Ver. 4, nos "escogió" antes de la fundación del mundo, pero ¿cómo lo hizo? "en Cristo", es decir, a través del evangelio (2 Tes. 2:14). ¿Con qué propósito? "para que fuésemos santos y sin mancha delante de él". Otra vez en el ver. 5: "en amor habiéndonos predestinado" ¿con qué propósito? "para ser adoptados hijos suyos"; ¿cómo? "por medio de Jesucristo" (por medio del evangelio de Cristo). No hay en ninguno de estos textos rasgo alguno de la doctrina calvinista de la predestinación arbitraria de que supuestamente Dios, antes de la fundación del mundo, haya predestinado a todo ser humano o para la vida eterna o para el castigo eterno.

          Hech. 18:10 también se cita para probar la elección especial, pero este texto simplemente ilustra la buena tierra de Luc. 8:15 y cumple lo que Jesús dice en Juan 10:16.

          El calvinismo habla también de "la gracia irresistible". Dice el Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado (Editorial CLIE) bajo el encabezado "Elección" que "La razón de que muchos creyentes tienen dificultades en cuanto a la doctrina de la elección para vida eterna es debido a que no acaban de ver el verdadero significado de la caída del hombre, y de su condición totalmente perdida. Si no fuera por la elección y por la gracia irresistible que la acompaña, nadie sería salvo. Cristo murió por todos, y a todos se proclama el evangelio (Ro. 3:22; He. 2:9). Sin embargo, los designios de la carne son enemistad contra Dios (Ro. 8:7), y nadie respondería (Lc. 14:18). Nadie puede ir al Señor Jesús si el Padre no lo atrae hacia él (Jn. 6:44). Creen los ordenados para vida eterna (Hch. 13:48). Toda la gloria de la salvación pertenece a Dios".

          El autor admite que la base de esta doctrina acerca de la elección es "la caída del hombre" (quiere decir que el hombre nace totalmente depravado). Toda doctrina basada en este fundamento tiene que ser errónea, porque es doctrina falsa.

          La gracia viene a todos a través de Cristo y el evangelio y se puede aceptar o se puede rechazar. La mayoría de los hombres la rechazan. No es irresistible para nadie.

          Dice el autor que Cristo murió por todos. El rechaza el tercer punto cardinal del calvinismo: de que Cristo murió solamente por los elegidos. En esto es inconsecuente porque si el hombre nace depravado, es lógico decir que Dios tuvo que escoger a quién salvar y a quién condenar, y ¿para que enviar a Cristo para morir por los condenados si éstos ineludiblemente serían condenados al infierno?

          Dice que nadie puede ir al Señor Jesús si el Padre no lo atrae hacia él (Jn. 6:44), pero léase el siguiente versículo: "serán todos enseñados por Dios". ¿Cómo son atraídos? Por la enseñanza del evangelio.

          Por lo tanto, lo que implica este autor acerca de Hech. 13:48 es erróneo. El quiere decir que los únicos que creen son los que ya fueron elegidos por Dios, mientras que la Biblia claramente enseña que creen todos los que tienen buena voluntad.

 

13:49 -- Y la palabra del Señor se difundía por toda aquella provincia. -- La oposición no detiene la obra sino que ayuda para que avance. Al llegar el evangelio algunos judíos se convierten y dejan de confiar en la ley de Moisés para su justificación, y algunos gentiles dejan sus ídolos y comienzan a servir al Dios vivo (1 Tes. 1:8-10).

          Pero ¿para qué seguir predicando si todos son elegidos por Dios para ser salvos o para ser perdidos? Pablo no sabía nada de las teorías de calvinismo; él seguía predicando por todas partes y él sabía que no fue en vano su trabajo.

          2 Tim. 2:2 explica cómo Pablo obraba para extender la obra.

 

13:50 -- Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites. -- No les convenía a los judíos usar de violencia porque ellos podían ser acusados de estorbar la paz. Para ellos siempre era más provechoso incitar a otros, como en este caso (véase también 14:2). Los prosélitos de la puerta se llamaron los "temerosos de Dios" y "piadosos". Probablemente estas mujeres eran "distinguidas" porque sus maridos eran oficiales de la ciudad o posiblemente ellas mismas ocuparan puestos importantes.

          No hay enemigo más feroz que un grupo de mujeres enojadas (es como provocar un panal de avispas). Los fariseos recorrían mar y tierra para hacer un prosélito (Mat. 23:15), y se ganaban muchas mujeres por causa de los muchos abusos de la mujer en el paganismo, pero al mismo tiempo éstas estaban muy sujetas a los líderes judíos y, como en este caso, podían ser instrumentos útiles para ellos. Cuando los judíos querían botar a Pablo y a Bernabé solamente tenían que incitar a las mujeres. (Compárese las mujeres verdaderamente piadosas que ayudaban tanto a Jesús, Luc. 8:2,3 y a Pablo, Rom. 16:1, 2).

          Los expulsaron de sus límites. Siempre es más fácil "expulsar" al predicador que contestar sus argumentos.

 

13:51 -- Ellos entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies, llegaron a Iconio. ¿Por qué lo hicieron? ¿Quién les dio esa idea? Mar. 6:11, "en testimonio contra ellos" (LBLA). Compárese Hech. 20:26, 27, Pablo y Bernabé estuvieron limpios de la sangre de los de Antioquía de Pisidia. Si éstos no querían ser salvos, era decisión de ellos.

          Pablo y Bernabé no estuvieron con Jesús cuando se dio este mandamiento. ¿Cómo lo aprendieron? Pablo aprendió muchas cosas "por revelación" (compárese Hech. 20:35).

 

13:52 -- Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo. No estaban deprimidos y llorando por causa de la persecución de los judíos. El gozo es el resultado de abrazar el evangelio, y de recibir el perdón de pecados y la promesa de vida eterna (Hech. 8:39; 16:34).

 

* * * * * * * * * *

 

 

Al Estudio Anterior: Notas sobre Hechos de los Apóstoles - Capítulo 12
Comentarios Index
Al Siguiente Estudio: Notas sobre Hechos de los Apóstoles - Capítulo 14