Hechos 24

 

24:1 -- Cinco días después, descendió el sumo sacerdote Ananías con algunos de los ancianos y un cierto orador (en el contexto legal es abogado, LBLA; NRV) llamado Tértulo (un romano conocedor de la ley romana y del proceder del tribunal romano), y comparecieron ante el gobernador contra Pablo. -- El celo de los perversos es admirable, pero ciego. ¿Qué habrán pensado estos altos funcionarios del fracaso de la emboscada que habían planeado? ¿Que era pura coincidencia o mala suerte que Pablo hubiera sido trasladado a Cesarea? ¿No tenían la más mínima sospecha que estuvieran luchando contra Dios? Hicieron un viaje tan largo desde Jerusalén a Cesarea para continuar su ataque contra Pablo como si hubiera sido uno de los peores criminales aun sabiendo ellos que no era cierto.

 

24:2 -- y cuando éste fue llamado, Tértulo comenzó a acusarle (hizo el papel de fiscal), diciendo: como debido a ti gozamos de gran paz -- Tértulo usaba palabras aduladoras, pues sabía las palabras claves y dinámicas (paz, providencia, gratitud) para impresionar al juez. Es cierto que Félix había ayudado a suprimir el crimen, mayormente el crimen contra los viajeros, y "había suprimido una revuelta, pero Tácito ... dice que Félix alentaba en secreto a los bandidos y compartía la rapiña con ellos, por lo que finalmente los judíos presentaron una queja contra Félix ante Nerón, que lo depuso. Pero sonaba bien alabar a Félix por mantener la paz en su provincia, especialmente por cuanto Tértulo iba a acusar a Pablo de ser un perturbador de la paz" (ATR). Sotreta cita a Tácito, historiador romano, acerca de Félix: "se entregaba a toda forma de salvajismo y pasión, ejerciendo el poder de un rey con la disposición de un esclavo".

          -- y muchas cosas son bien gobernadas en el pueblo (esta nación, LBLA, NRV; Tértulo no dijo nuestra porque no era judío) por tu prudencia, -- En realidad Félix era un hombre corrupto (y algo salvaje) que daba rienda suelta a sus pasiones, pero de esta manera Tértulo quería congraciarse con el gobernador. La palabra prudencia quiere decir providencia. Como los cristianos creen en la providencia de Dios, así también los paganos hablaban de la providencia de sus dioses y, debido a la deificación del emperador, se hablaba de la providencia del él. Tértulo extiende el pensamiento para incluir a Félix el gobernador. "La palabra griega expresa la idea de consideración equitativa. Los epítetos del abogado empleado (por los judíos) presentan un contraste impresionante con la 'justicia, dominio propio y el juicio venidero' de lo cual habló después el apóstol al mismo gobernante" (Plumptre).

 

24:3 -- oh excelentísimo Félix, lo recibimos en todo tiempo y en todo lugar con toda gratitud. -- Le habló a Félix como si fuera un ángel y habló de Pablo como si fuera un diablo (compárese Isa. 5:20).

 

24:4 -- Pero por no molestarte más largamente, (sabiendo que estás muy ocupado en la buena obra de mantener la paz) te ruego que nos oigas brevemente conforme a tu equidad -- Al hablar de su equidad, se refería a su disposición de hacer concesiones razonables (así la palabra era usada por Artistóteles, ATR); es decir, Tértulo esperaba que Félix concediera lo que le pedían.

 

24:5 -- Porque hemos hallado (no dice sospechamos, sino que hemos hallado) que este hombre es una plaga, -- Tértulo habla de Félix, bien conocido por su crueldad y avaricia, como un hombre bondadoso y de Pablo, un verdadero santo, como una plaga, ¡una palabra fuerte y grocera! Hubiera sido imposible usar lenguaje más ofensivo. Una plaga amenaza a toda la sociedad. Para los judíos el evangelio era una enfermedad, una infección, como un cáncer en el "cuerpo" del judaísmo y estaban resueltos a extirparlo. Muchos romanos compartían este concepto. "En una carta oficial escrita en el año 41 d. de J. C. a los judíos y paganos de Alejandría, el emperador Claudio mencionó a ciertos picapleitos de Siria que habían ido a Egipto. Los clasificó como promotores de una plaga general que estaba infectando al mundo entero. Es muy posible que él se refiriera a los cristianos judíos de la ciudad de Antioquía de Siria" (Sotreta). Lucas registra varios disturbios causados por la oposición al evangelio: 14:4, "la gente de la ciudad estaba dividida"; 16:22, "La multitud se levantó a una contra ellos" (LBLA); 17:5, "juntando una turba, alborotaron la ciudad"; 17:6, "Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá"; 17:13, "alborotaron a las multitudes"; 19:29, "la ciudad se llenó de confusión", etc.

          -- y promotor de sediciones entre todos los judíos --  un agitador que en todo lugar estorba la paz y tranquilidad del pueblo. "Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá" (17:6). Por eso los judíos se sentían justificados cuando trataban de darle muerte. Sin duda Félix estaba un poco divertido por estos judíos sediciosos que acusaban a Pablo de sedicioso.

          -- por todo el mundo, -- como si Félix fuera el emperador.

          -- y cabecilla (líder, LBLA) de la secta de los nazarenos. -- Es la primera vez que este nombre se daba a los seguidores de Jesús (compárese Jn. 1:46). Tértulo hablaba de la iglesia del Señor como otra secta de los judíos (como las sectas de los fariseos, saduceos y herodianos), pero una secta es una parte de algo, y la iglesia no es una secta sino el mismo cuerpo (Efes. 1:22, 23) o reino (Col. 1:13) de Cristo. Pablo condenaba la división (1 Cor. 1:10-13) y enseñaba que hay un solo cuerpo (Efes. 4:4).

 

24:6, 7 -- Intentó también profanar el templo; -- Los judíos de Asia no dijeron que Pablo "intentó" profanar el templo, sino que "ha profanado este santo lugar" (21:28); así, pues, ahora modifican un poco la acusación, diciendo solamente que intentó hacerlo.

          -- y prendiéndole, quisimos juzgarle conforme a nuestra ley. Pero interviniendo el tribuno Lisias, con gran violencia le quitó de nuestras manos, -- Esto suena bien; quería dejar a Félix con la idea de que ellos actuaron legalmente, que de una manera ordenada prendieron a Pablo para juzgarle por la ley de ellos pero, en primer lugar, Lucas no dice que los judíos le prendieron, sino que, le arrastraron fuera del templo, le golpearon y procuraban matarle (21:31). Si los soldados de Lisias no hubieran llegado, pronto le habrían dado muerte (21:31). En cuanto a la segunda intervención de Lisias, según Tértulo los judíos procedían normal y ordenadamente con el proceso de juzgar a Pablo por sus crímenes, siendo Lisias el que cometió un acto de violencia al quitarle de sus manos, pero en realidad los judíos eran los violentos: "el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuese despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos, y le llevasen a la fortaleza" (23:10). Cuando Claudio Lisias mandó llevar a Pablo a Cesarea, escribió una carta a Félix diciendo que los judíos "iban a matar" a Pablo (23:27). Pero Pablo no interrumpió el discurso de Tértulo aunque estaba lleno de mentiras.

 

24:8, 9 -- mandando a sus acusadores que viniesen a ti. Tú mismo, pues, al juzgarle (Si tú mismo lo interrogas, LBLA; véanse 4:9; 25:26) podrás informarte de todas estas cosas de que le acusamos. Los judíos también confirmaban (se unieron también a la acusación, LBLA; la nota del margen dice en el ataque) diciendo ser así todo. -- Desde luego, confirmaban todo porque eran los autores de las acusaciones.

 

24:10 -- Habiéndole hecho señal el gobernador a Pablo para que hablase, éste respondió: -- Esta es la tercera de las cinco defensas de Pablo registradas por Lucas. Pablo no tenía que preocuparse por lo que diría en su defensa porque Jesús había dicho, "Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros" (Mat. 10:19); "Proponed en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder en vuestra defensa; porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan" (Luc. 21:14, 15).

         

          -- Porque sé que desde hace muchos años eres juez de esta nación (por eso, Félix conocían a los judíos), con buen ánimo haré mi defensa. -- Pablo le habla con respeto pero no usa palabras lisonjeras.

 

24:11 -- Como tú puedes cerciorarte (verificar, NRV; comprobar, LBLA), no hace más de doce días que subí a adorar a Jerusalén -- Pablo podía haber agregado que la mitad de ese tiempo él había estado preso; por eso, hubiera tenido muy poco tiempo para levantar actividades sediciosas. No subí a Jerusalén como revolucionario sino para adorar.

 

24:12 -- y no me hallaron disputando con ninguno, ni amotinando a la multitud (esto era la cuestión central y la única cosa de importancia para los romanos); ni en el templo, ni en las sinagogas ni en la ciudad; -- Ni siquiera estaba disputando con ellos, mucho menos levantando una insurrección entre ellos. Obsérvese que Pablo no se dirigía a Tértulo (no le hizo caso), sino que empleaba el verbo plural para contestar a Ananías y los ancianos, sus verdaderos oponentes.

 

24:13 -- ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan. -- La ley de Moisés que ellos profesaban seguir requería que hubiera dos o tres testigos para establecer la culpa del acusado (Deut. 17:6); ¿dónde estaban sus testigos? Había suposiciones en lugar de hechos: pensaban que Pablo había metido a Trófimo (un griego) en el templo (21:29) y el tribuno había supuesto que Pablo era aquel egipcio sedicioso (21:38), pero en realidad Pablo había subido a Jerusalén a adorar.

 

24:14 -- Pero esto te confieso, que según el Camino (la doctrina y la práctica de la religión de Cristo, 9:2; 16:17, 25; 18:26; 19:9, 23; 22:4; 24:14, 22) que ellos llaman herejía (secta, LBLA, NRV; la misma palabra del vers. 5), -- La religión de Jesucristo no es la continuación de la ley antigua que requería la circuncisión y muchos ritos, ni mucho menos una secta (parte) de ella, sino un camino nuevo (Heb. 10:20). Compárese 28:22, 31, lo que los judíos llamaron secta Pablo llamó el reino de Dios.

          -- así sirvo al Dios de mis padres (la ley romana permitía el culto al dios ancestral; por eso, la religión de Pablo era legal), creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas; -- no creía solamente alguna parte de la ley y los profetas que convendría a una secta, sino todas las cosas. ¿Qué crimen había en eso?

 

24:15 -- teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan (23:6, la esperanza de Pablo era la esperanza de Israel), de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos (Jn. 5:28, 29). -- Si Pablo hubiera sido sedicioso como le acusaban, ¿habría tenido esperanza en Dios de que ha de haber resurrección de los muertos? ¿Tenían esta esperanza los sediciosos mencionados por Gamaliel (5:36, 37) o "aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos días" (21:38)? Los sediciosos no están interesados en la resurrección, y los que esperan la resurrección no están interesados en revoluciones políticas, golpes de estado, etc., porque anhelan una ciudad que tiene fundamentos en una patria mejor (Heb. 11:10, 16).

 

24:16 -- Y por esto (por causa de mi fe en la resurrección) procuro (asko, me esfuerzo, LBLA; de esta palabra viene la palabra ascetismo, compárese 1 Cor. 9:27) tener siempre una conciencia sin ofensa (irreprensible, LBLA, Fil. 1:10; lit., sin tropiezo) ante Dios y ante los hombres. -- 23:1. Todos viven de acuerdo a su esperanza; los que tienen su mirada solamente en cosas terrenales son mundanos, y los que verdaderamente esperan resucitar de los muertos para estar eternamente con el Señor dan evidencia en su vida de esa esperanza. "Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros" (1 Ped. 3:15); pero ¿quién demandará razón de la esperanza de los que profesan ser cristianos si viven como mundanos? Su vida desmiente su profesión. Los que no tienen conciencia limpia no tienen esperanza viva de la resurrección (Rom. 8:24; 1 Tes. 5:8; Heb. 6:18).

 

24:17 -- Pero pasados algunos años, vine a hacer limosnas a mi nación (esta es la única referencia en Hechos a la colecta de las iglesias de Macedonia y Grecia para los santos pobres de Jerusalén, Rom. 15:25-27; 1 Cor. 16:1-4; 2 Cor. 8, 9) y presentar ofrendas (21:23-26). -- Ahora Pablo presenta los hechos del caso para refutar las acusaciones falsas. El verdadero propósito de subir a Jerusalén no era para ser agitador sedicioso sino, más bien, para traer la colecta de muchas iglesias para los cristianos pobres de su propia nación (judíos), y al llegar a Jerusalén, aceptó la sugerencia de los hermanos de que pagara los gastos de cuatro hombres que tenían un voto y que se purificara con ellos. ¿Esto es ser plaga?

 

24:18, 19 -- Estaba en ello, cuando unos judíos de Asia me hallaron purificado en el templo, no con multitud ni con alboroto. Ellos debieran comparecer ante ti y acusarme, si contra mí tienen algo. -- Los judíos que en ese momento estaban delante de Félix para acusar a Pablo no eran testigos de lo que afirmaban, sino que solamente repetían lo que otros habían dicho. ¿Dónde estaban los "testigos"?

 

24:20 -- O digan éstos mismos si hallaron en mí alguna cosa mal hecha, cuando comparecí ante el concilio, -- Que sepamos no aceptaron este desafío de Pablo; ni siquiera quisieron mencionar la manera en que habló al sumo sacerdote (23:3) para que no se mencionara también que éste había cometido un acto ilegal.

 

24:21 -- a no ser que estando entre ellos prorrumpí (por esta sola declaración que hice, LBLA) en alta voz: Acerca de la resurrección de los muertos soy juzgado hoy por vosotros. -- "Esto haría recordar a los fariseos su propia inconsecuencia de haberle defendido entonces y de estar acusándolo ahora" (JFB). Ahora Pablo llega al grano. Aquí está el punto clave. Su verdadero "crimen" era su predicación de la resurrección de los muertos, una doctrina creída por la mayoría de los judíos. (Desde luego, la diferencia entre la creencia de muchos judíos y la de Pablo era que él predicaba la resurrección por medio de Jesús de Nazaret).

 

24:22 -- Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de este Camino (conociendo con mayor exactitud acerca del Camino, LBLA), les aplazó, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias, acabaré de conocer de vuestro asunto. -- Tértulo no hablaba a un funcionario ignorante del Camino de Cristo ni de la turbulencia de los judíos. Fácilmente Félix podía ver que el prisionero no era un sedicioso. De varias maneras Félix pudiera haberse informado de este Camino: (1) a estas alturas toda la gente de esa área había oído de Jesucristo y su evangelio; (2) había estado en Judea por seis años e iba frecuentemente a Jerusalén donde el nombre de Jesús era bien conocido; (3) allí mismo en Cesarea se había convertido un centurión romano llamado Cornelio (capítulos 10, 11), y en esa ciudad por muchos años Felipe el evangelista había vivido y predicado (21:8); y (4) estaba casado con Drusila (vers. 24), hija de Herodes Agripa I (el que mató a Jacobo, 12:2) y hermana de Herodes Agripa II (25:13 - 26:32).

 

24:23 -- Y mandó al centurión que se custodiase a Pablo, pero que se le concediese alguna libertad ("anesin, de aniëmi, dejar suelto, liberar, relajar ... Es lo opuesto a un encierro aislado, aunque bajo custodia", ATR), y que no impidiese a ninguno de los suyos servirle o venir a él. -- 21:8, 9, 16; 27:3; 28:16, 30. Los hermanos de aquel tiempo tenían una excelente oportunidad de cumplir Mat. 25:43, 44. Véanse Fil. 2:25; Filemón 13; Heb. 10:34; 13:3.

 

24:24 -- Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, -- Drusila "había sido dada en matrimonio muy joven a Aziz, rey de Emesa; pero habiéndola visto Félix, y enamorándose de su belleza, mediante las intrigas de un hechicero llamado Simón, la indujo a que abandonara a su esposo y se viniera con él, por lo que ahora estaba viviendo en adulterio flagrante con Félix" (McGarvey).

          -- llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo (el evangelio). -- En lugar de quejarse de la injusticia de los judíos (y aun de los romanos) contra su persona, Pablo aprovecha cada oportunidad para predicar el evangelio.

 

24:25 -- Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, -- En el Nuevo Testamento la justicia significa (1) la justicia de Dios, que quiere decir el plan de Dios para justificar al pecador, y (2) la relación propia y correcta entre los hombres. La relación correcta con Dios promueve la relación correcta con los hombres (mayormente con hermanos en Cristo).

          -- del dominio propio, (1 Cor. 9:27; Tito 1:8; 2 Ped. 1:6). Esta palabra (egkrateia) quiere decir controlar o dominar todos los apetitos, deseos y pasiones. Los que practican el dominio propio dejan de hacer las obras de la carne y llevan el fruto del Espíritu (Gál. 5:19-21, 22-23).

          -- y del juicio venidero, -- el juicio final que espera a todos (17:30, 31; 2 Cor. 5:10; Heb. 9:27; Apoc. 20:10-15)

          -- Félix se espantó (atemorizado, LBLA) -- Parece que su conciencia no estaba completamente cauterizada, pero solamente se espantó; no preguntó, como el carcelero, "¿Qué debo hacer para ser salvo?" (16:30-34). Los fariseos y escribas que recorrían "mar y tierra para hacer un prosélito" (Mat. 23:15) no predicaban como Pablo predicaba en esta ocasión, porque él no pensaba en "ganar miembros", sino en lo que estas personas deberían oír para su salvación. Félix era el gobernador romano que tenía la vida de Pablo en sus manos, pero en este caso no tembló el prisionero sino el juez. Pablo entendía que Dios no hace acepción de personas (Rom. 2:11; 1 Tim. 5:21). Era como el atalaya descrito por Ezequiel (3:17-19), "Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás, y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma". Seguramente Pablo libró su propia alma (compárese 18:6; 20:26).

          -- y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré. -- El versículo que sigue explica la actitud de Félix, pero lo que él dijo bien ilustra la reacción de muchos oyentes. El diablo no se opone a que la gente oiga la palabra, sólo que siempre diga, "cuando tenga oportunidad te llamaré", porque el posponer equivale al desobedecer.

          "Adoptamos aquí las palabras candentes de Farrar: 'Al echar mirada retrospectiva a su pasado manchado y culpable, (Félix) tuvo miedo. Había sido esclavo en el puesto más vil de todos. Había sido oficial de aquellos auxiliares que eran de lo peor de todas tropas. Qué secretos de lujuria y de sangre yacían ocultos en su vida juvenil no sabemos, pero el testimonio amplio indisputable, judío y pagano, sagrado y secular, nos revela lo que había sido -- cuán voraz, cuán salvaje, traiciones cuántas, injusto hasta dónde, empapado en sangre de asesinato en privado y matanza pública -- durante ocho años que había durado en el gobierno, primero en Samaria, luego en toda Palestina. Pisadas lo seguían; comenzó a sentir como si la tierra fuese hecha de vidrio' (Vida de Pablo, 550)" (McGarvey).

 

24:26 -- Esperaba también con esto, que Pablo le diera dinero para que le soltase -- ¿Por qué habrá creído Félix que Pablo podría darle dinero? Tal vez por oír las palabras limosnas y ofrendas y cabecilla de la secta de los nazarenos. Si él administraba dinero y si era el líder de alguna secta, seguramente tendría fondos disponibles para "convencer" a Félix de su inocencia y comprar un juicio favorable.

          -- por lo cual muchas veces lo hacía venir y hablaba con él. -- Para darle la oportunidad de ofrecer dinero a Félix para obtener su libertad. Quería que Pablo preguntara, "¿Cuánto pide?" para que le hiciera una oferta "razonable". Félix era un ejemplo sobresaliente de los que por el amor al dinero "caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición" (1 Tim. 6:9).

 

24:27 -- Pero al cabo de dos años recibió Félix por sucesor a Porcio Festo; y queriendo Félix congraciarse con los judíos, dejó preso a Pablo. -- También Félix era un ejemplo sobresaliente de los que quieren agradar a los hombres (Gál. 1:10), pero su plan fracasó, porque las quejas de los judíos aumentaron hasta que Nerón lo llamara a Roma.

 

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