El repaso del tratado del Mel Rose (“La Verdad sobre Mat. 19:9”)

 

Pág. 1, 2. "Prefacio. Por muchos años ha existido controversia entre hermanos sobre el divorcio y segundas nupcias. Uno de los puntos principales de desacuerdo es si un fornicario repudiado puede volver a casarse. Se argumenta que él no puede tener otra cónyuge y estar agradando a Dios; y si se casa de nuevo, comete adulterio y su matrimonio es adúltero. Por lo tanto, tiene que vivir célibe el resto de su vida (a menos que se reconcilie con su anterior esposa, o si ella muere)".

 

Mel aboga por el derecho del fornicario repudiado de volver a casarse, y dice que si lo hace, no comete adulterio, y su matrimonio no es adulterio; por lo tanto, no tiene que separarse de su cónyuge y no tiene que vivir célibe el resto de su vida.

La fornicación. El tratado de Mel tiene que ver con el derecho del fornicario repudiado de volver a casarse. Conviene, pues definir la palabra. La palabra "fornicación", porneia, "se usa de una relación sexual ilícita... en Mt. 5:32 y 19:9 se usa denotando, o incluyendo, adulterio".

Fornicario, adúltero. No es adúltero todo fornicario (si se define el adulterio según su forma más limitada como relación sexual ilícita con el cónyuge de otro), pero todos los adúlteros son fornicarios; aun los homosexuales son fornicarios (Judas 7). La palabra "fornicación" incluye el adulterio (incluye todo acto sexual ilícito). Mel cita El diccionario expositivo del Sr. W. E. Vine para definir la palabra "adulterio" como "trato sexual ilícito con el cónyuge de otro". La palabra moichos denota, según la versión castellana de Vine "a uno que tiene relación ilegítima con la esposa de otro" (Tomo primero, página 49). El mismo diccionario dice que la palabra "fornicación" "en Mt 5:32 se usa denotando, o incluyendo, adulterio" (Tomo segundo, página 132). Por lo tanto, el adulterio es fornicación.

Varios fornicarios:

Mel no acepta que el fornicario repudiado tenga "que vivir célibe el resto de su vida (a menos que se reconcilie con su anterior esposa, o si ella muere)".

¿Cuáles, pues, de los siguientes fornicarios tendrán que vivir célibes el resto de su vida (a menos que se reconcilie con sus anteriores cónyuges o a menos que éstos mueran)?

      1. El fornicario repudiado que vuelva a casarse aunque su esposa anterior no vuelva a casarse.

      2. El que repudie a su esposa no por fornicación y cometa fornicación cuando se case otra vez.

      3. El que cometa fornicación por casarse con la que fue repudiada por cualquier causa (no por fornicación).

      4. La creyente que vuelva a casarse después de ser abandonada por su marido incrédulo.

      5. La mujer en situación igual que la mujer samaritana.

      6. El hombre en situación igual que Herodes.

 

¿Acepción de personas? Mel aboga por el derecho de un solo fornicario (el fornicario repudiado), pero Dios no hace acepción de personas: si el fornicario repudiado tiene el derecho de volver a casarse, entonces todos los fornicarios deberían tener el mismo derecho.

¿Será mejor un cierto fornicario que otro? Vamos a examinar el caso de dos fornicarios:

Número 1: El fornicario repudiado. Este es el fornicario del cual Mel Rose habla. Es el único del cual Mel habla. Pero ¿es éste el único fornicario acerca del cual debemos estudiar? De ninguna manera.

Número 2: El que repudie a su esposa por cualquier causa -- pero no por fornicación -- y se case con otra mujer adultera y, por consiguiente, es fornicario.

No es consecuente hablar del fornicario No. 1 (el fornicario repudiado) sin hablar también del fornicario No. 2 (el que llegue a ser fornicario por repudiar a su esposa no por fornicación y se vuelva a casar). No es consecuente, pero Mel lo hace, acto que demuestra su falta de imparcialidad (1 Tim. 5:21). El prejuicio del hermano es obvio.

Los dos fornicarios. Los dos casos tienen en común dos factores: en el caso del fornicario No. 1, el caso del cual el tratado habla, hay fornicación y divorcio y en el caso No. 2 hay divorcio y fornicación. La cuestión involucra los dos casos con igual fuerza. Tanto el "divorciado fornicario" como el "fornicario divorciado" están mal en segundas nupcias.

El tratado del hermano Maurice Estes sobre el mismo tema, impreso por el hermano Mel Rose y repartido en El Salvador por el hno. Raymond González, dice así:

"Si hay divorcio y fornicación, ¿hay libertad para casarse? Por ejemplo, Pedro y María obtienen el divorcio sin causa bíblica. Entonces Pedro va y comete adulterio. ¿Queda libre de él para casarse con otro? Sí, porque cuando el divorcio y la fornicación están presentes, Dios disuelve el matrimonio. En tales circunstancias, ¿puede Pedro volver a casarse con otra ya que es la 'parte culpable'? Sí, porque la Escritura no hace ninguna distinción entre 'parte culpable' y 'parte inocente' en lo concerniente al derecho de ambos a segundas nupcias".

Divorcio y fornicación. Es importante observar que este tratado del hermano Estes no se refiere a la fornicación y al divorcio subsiguiente, sino al divorcio y a la fornicación subsecuente. El hno. Estes es consecuente en este punto.

 

"El pasaje que más frecuentemente se cita, tal vez el que siempre se cita, para probar dichas alegaciones es MATEO 19:9. La pregunta que hacemos es ésta: ¿Justifica este texto estas conclusiones, cuando está apropiadamente interpretado?"

 

Lo que Mat. 19:9 autoriza. Este texto autoriza al cónyuge inocente a repudiar al cónyuge fornicario, pero no autoriza al fornicario repudiado a volver a casarse. El debe preguntarse, ¿justifica este texto las segundas nupcias de todos los fornicarios de la lista dada arriba? y, ¿hace Dios acepción de personas?

Vivir célibe. Mel admite que el que repudie a su esposa no por fornicación y se case con otra comete adulterio, pero ¿tiene que separarse de la segunda esposa y vivir célibe? ¿Por qué habla el autor solamente del fornicario repudiado? Es necesario preguntar si cualquier persona -- bajo cualquier circunstancia -- tiene que "vivir célibe el resto de su vida" (a menos que se reconcilie con su cónyuge anterior o que éste muera).

¿La verdad sobre Mateo 19:9? Más bien, el tratado de Mel es, de principio a fin, una ilustración de la sabiduría humana e inconsecuencia.

"Nuestro propósito primordial en este estudio es para examinar el lenguaje de Mateo 19:9 y ver si contiene un edicto de celibato contra el fornicario repudiado".

 

El propósito primordial de este repaso es examinar el lenguaje del tratado de Mel para ver si contiene "un edicto de celibato" para los otros fornicarios.

Mel, ¿contiene Mat. 19:9 "un edicto de celibato" para los esposos que se repudian no por causa de la fornicación? Si vuelven a casarse con otros ¿tienen que separarse de sus cónyuges? Si su respuesta es que "sí", entonces todo su tratado ¡fue sin fin y propósito! porque él critica a los que dicen que si el fornicario repudiado se casa otra vez, tendrá que separarse de su segundo cónyuge. Si dice que "no", entonces no hay celibato para nadie y ¡todo el mundo se puede volver a casar!