Las segundas nupcias en general

 

La doctrina de Mel Rose sirve el propósito de justificar a todos los que viven en segundas nupcias. El usa el caso del fornicario repudiado para enseñar que estos dos elementos (fornicación, divorcio) disuelven el matrimonio. Todos saben que el cónyuge inocente sí queda libre para casarse otra vez, y dice Mel que es lógico, pues, que si el cónyuge inocente queda libre, entonces ya no hay matrimonio, los dos son solteros y, por lo tanto, el fornicario repudiado también queda libre para casarse. Muchos lectores (u oyentes) darán su aprobación a la "lógica" de Mel; dirán, "Sí, es cierto, la fornicación y el divorcio disuelven el matrimonio y ambos cónyuges quedan libres para casarse otra vez".

Pero el asunto no termina con esa conclusión. Hay más. Si el fornicario repudiado está bien viviendo en segundas nupcias, ciertamente todos los demás que viven en segundas nupcias están bien, según la misma doctrina de Mel Rose. ¿Por qué digo esto? Porque si la fornicación y el divorcio disuelven el matrimonio, claro está que el divorcio y el adulterio (la fornicación) también lo disuelven. Maurice Estes enseña esto abierta y enfáticamente y aunque Mel Rose no lo afirme explícitamente en su tratado, no lo negará. ¡El orden no importa! Es lo mismo si hay fornicación y divorcio o si hay divorcio y fornicación, no importa cuál venga primero. Sería en extremo absurdo decir que la fornicación y el divorcio disuelven el matrimonio, pero que el divorcio y el adulterio (la fornicación) no disuelven el matrimonio.