EJEMPLOS DE “BUENA TIERRA”

 

INTRODUCCIÓN

A. En la parábola del Sembrador Jesús habla de cuatro clases de tierra que representan cuatro clases de oyentes. Dice que cuando se sembró la semilla parte cayó junto al camino, parte cayó en pedregales, parte cayó entre espinos y parte cayó en buena tierra.

B. Junto al camino: el que oye la palabra y no la entiende. El evangelio es sencillo, pero muchos no lo entienden porque tienen la cabeza llena de las creencias erróneas del catolicismo, calvinismo, pentecostalismo y las demás sectas humanas, aparte de tener el corazón lleno de asuntos del empleo/negocio y los otros mil intereses de la vida.

C. Pedregales: La semilla cayó sobre una capa delgada de tierra sobre roca sólida, donde no hay humedad. Brota pronto pero no puede echar raíces. Es asunto de pronto pronto – pronto acepta y pronto cae. Esto representa los que no son espirituales, no tienen convicción, son superficiales, emocionales, impresionables, impulsivos. No calculan gastos, Lucas 14:25-33.

D. Espinos: Los que obedecen pero no perseveran por causa de afanes, el engaño de las riquezas y los placeres de la vida. Son ejemplos del doble ánimo, Santiago 1:8.

E. Buena Tierra. Algunos sí oyen la palabra atentamente, la entienden y reciben la semilla (obedecen al evangelio) y retienen la palabra oída para llevar fruto según sus talentos y oportunidades. Dan fruto con perseverancia.

 

1. MARÍA LA MADRE DE JESÚS.

A. Lucas 1:38, cuando el ángel Gabriel le avisó que ella sería la madre de Jesús, ella dijo, “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”.

B. Luego siguen las hermosas palabras que glorifican el nombre del Señor (Lucas 1:46- 56).

C. En ella vemos un perfecto ejemplo de “buena tierra”.

 

2. LOS APÓSTOLES.

A. Simón Pedro y Andrés: Mateo 4:18-20, Jesús les dice, “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron”.

B. Jacobo y Juan: Mateo 4:21, 22, “… los llamó. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron”.

C. Mateo: Mateo 9:9, Jesús “le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió”.

D. Natanael: Juan 1:45 (Bartolomé, Mateo 10:3). Jesús dijo él, “He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño”.

E. Tomás: Juan 20:24-28, “Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!”

F. Los otros apóstoles: Cristo los escogió para ser apóstoles; por lo tanto, podemos concluir que eran “buena tierra” con la excepción de Judas Iscariote.

 

3. OTRAS MARÍAS.

A. Mateo 27:55, 56, cuando Jesús fue crucificado, “Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole, 56 entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo”. Estas fieles mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea todavía estuvieron con Él cuando fue crucificado.

B. Mateo 27:61, “Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro”. Mateo 28:1, Pasado el día de reposo,[a] al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro”. Juan 20:1, “El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro”. V. 11, Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro”.

C. Eran de las últimas personas que dejaron las escenas del Calvario y eran las primeras que llegaron a la tumba vacía de Jesús. Esta es la clase de devoción que se observa en los que son de buena tierra.

 

4. MARÍA, LA HERMANA DE LÁZARO. Lucas 10:38-42.

A. “Sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra”.

B. Marta, su hermana, “se preocupaba con muchos quehaceres … Jesús le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada es con muchas cosas”.

C. “Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”.

D. Los de la buena tierra escogen “la buena parte, la cual no les será quitada”.

 

5. ZAQUEO. Lucas 19:2-10. “Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí”.

A. ¿Cuántas personas estarían dispuestas a subir a un árbol para ver a Jesús?

B. Pero no lo hizo por curiosidad. Tenía sincero interés en la salvación. Jesús entró en la casa de Zaqueo “y le recibió gozoso”. Desde luego, con tal entusiasmo este hombre recibió la semilla en buena tierra.

C. Zaqueo dijo: “la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa”. La salvación viene a la casa de los que son representados por la “buena tierra”.

 

6. NICODEMO, “un principal entre los judíos”. No sabemos si en verdad calificaba como “buena tierra” pero sí tenía algunas cualidades positivas.

A. Juan 3:1-9, “Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él”. Quería entrevista personal porque quería investigar y juzgar por sí mismo y no meramente aceptar lo que otros líderes del pueblo hubieran dicho.

B. Cuando oyó del nuevo nacimiento no entendió pero hizo preguntas para aclarar el asunto. Juan 3:3, 4. Así es la buena tierra. Son los que quieren saber y entender la palabra.

C. Juan 7:50, 51, era hombre justo. Siendo miembro del sanedrín exhortó a sus compañeros preguntando “¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?”

D. Juan 19:39, 40, José de Arimatea pidió el cuerpo de Jesús para sepultarlo en su nueva tumba y Nicodemo trajo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras para preparar el cuerpo para sepultarlo.

E. ¿Nicodemo llegó a ser cristiano? No sabemos, pero con estas buenas cualidades es muy posible que sí.

 

7. MUJER SAMARITANA. Juan 4:9-29. Después de conversar con Jesús fue a la ciudad y dijo a los hombres, “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?”

A. El texto no indica nada de resentimiento de su parte cuando Jesús le dijo que había tenido cinco maridos y que el que tiene ahora no era su marido.

B. Más bien proclama públicamente su fe en Cristo como el Mesías. Seguramente ella era buena tierra.

 

8. EL HOMBRE QUE NACIÓ CIEGO. Juan 9. Jesús le abrió los ojos de un hombre que nació ciego, pero los fariseos condenaron a Jesús por quebrantar el sábado (según las reglas humanas de ellos).

A. Le preguntaron al hombre que recibió su vista y les explicó el milagro, pero después volvieron a preguntarle sobre lo mismo.

B. Me encanta su respuesta. V. 27, “Él les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?”

C. Luego discutió con estos principales judíos. No les tuvo miedo porque estaba muy seguro del milagro.

D. Como hombres necios los judíos le injuriaron, diciendo que él había nacido pecador y que ellos no sabían de donde Jesús había venido y que era pecador porque sanó en día sábado.

E. El ex ciego les dijo: “Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. 31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye. Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego”.

F. Así es que los que son “buena tierra” no solamente reciben la palabra sino que también la defienden.

G. V. 38 por último dijo, “Creo, Señor; y le adoró”.

 

9. LOS 120. Hechos 1:14, “Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos”.

A. Obviamente estos se pueden clasificar como “buena tierra”.

B. Estos participaron con los apóstoles señalando a dos hermanos como candidatos para tomar el lugar de Judas. Dejaron el asunto en manos de Dios y Matías fue seleccionado y “fue contado con los once apóstoles” (Hechos 1:21-26).

 

10. LOS 3000 QUE FUERON BAUTIZADOS EL DÍA DE PENTECOSTÉS. Hechos 2:37-41.

A. Oyeron la predicación de Pedro y los otros apóstoles, la entendieron y aunque eran culpables de haber matado a Jesús por manos de los romanos, se arrepintieron y fueron bautizados para el perdón de sus pecados … Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas”.

B. Hechos 2:47, “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que eran salvos”. ¿A qué iglesia fueron añadidos? ¿A la Católica? ¿Bautista? ¿Mormona? ¿Fueron añadidos a los testigos de La Atalaya? Si no, ¿por qué no?

C. Si los 3000 hubieran dicho, “El bautismo no es para el perdón de pecados, somos salvos por la fe sola”, ¿habrían sido “buena tierra”?

 

11. LOS SAMARITANOS. Hechos 8:12

A. “Cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres”.

B. La fe viene por el oír la palabra. Es necesario oírla y entenderla para poder creer y ser bautizados para el perdón de los pecados.

 

12. EL EUNUCO ETÍOPE. Hechos 8:26- 39.

A. Era buena tierra porque estaba leyendo las Escrituras y queriendo entenderlas hizo preguntas a Felipe.

B. Entonces al oír las buenas nuevas, el evangelio de la gracia de Dios, entendió que debería ser bautizado en agua.

C. Hechos 8:36, “Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?” Él vio el bautismo como un privilegio y quería saber si él podría ser bautizado. ¿Cuántas personas tienen tal actitud tan positiva hacia este mandamiento? D. Hizo la buena confesión, “Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios” y “descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua… el eunuco … siguió gozoso su camino”.

E. No hay caso alguno en Hechos de los Apóstoles de alguna persona gozosa de su salvación antes de ser bautizada para el perdón de pecados.

 

13. SAULO DE TARSO. Hechos 9; 22; 26.

A. Como todos los demás casos de conversión tuvo que oír la palabra, entenderla y obedecerla.

B. Hechos 9:6, en el camino a Damasco el Señor le dijo a Saulo, “Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer”. Ya había mostrado su fe en Cristo y su arrepentimiento (ayunando por tres días). V. 18 dice que “fue bautizado”.

C. Hechos 22:16, Ananías le dijo, “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre”.

D. Cuando Saulo oyó las instrucciones de Cristo y de Ananías él no rebelde (Hechos 26:19), sino que se sometió al plan de salvación.

 

14. CORNELIO. Hechos 10, 11.

A. Este hombre dio evidencia de ser buena tierra porque era “piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre … varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos” (Hechos 10:2, 22).

B. Cuando el apóstol Pedro llegó a la casa de Cornelio, “halló a muchos que se habían reunido” (Hechos 10:27).

C. Dijo delante de todos “Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado”.

D. ¿Dónde y cuándo podríamos encontrar mejor tierra para la semilla del evangelio?

 

15. LIDIA. Hechos 16:13-15.

A. Aparentemente no hubo sinagoga en Filipos, pero Lidia y otras mujeres no usaron esto como excusa para no reunirse para estudiar las Escrituras el día de reposo.

B. No solamente estaba dispuesta a oír la predicación de Pablo y Silas, sino que también obedeció al evangelio.

C. También llevó fruto como cristiana insistiendo en que estos mensajeros de Dios aceptaran su hospitalidad.

D. Seguramente esta es la clase de tierra que el Señor busca y que todo sembrador de la palabra debe buscar.

 

16. EL CARCELERO. Hechos 16:23-34.

A. Como carcelero fiel este hombre “el cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo”, pero en lugar de quejarse o maldecir al carcelero Pablo y Silas cantaban himnos y oraban a Dios a media noche.

B. Luego Dios respondió. Hubo terremoto y pensando que los presos se habían escapado el carcelero iba a cometer suicidio pero Pablo le aseguró que “todos estamos aquí”.

C. Entonces el carcelero hizo la pregunta de las edades: “¿Qué debo hacer para ser salvo?” “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. En base a esta respuesta muchos enseñan que el creer en Cristo es el único requisito para ser salvo pero nadie cree que el carcelero no tuvo que arrepentirse. Fe sola es fe sola y no puede incluir otra cosa. El carcelero nunca pensó que con solamente creer en Cristo sería salvo, porque al oír el evangelio lo obedeció “en aquella misma hora de la noche” mostrando el arrepentimiento lavando las heridas de Pablo y Silas y siendo bautizado.

D. Los oyentes que son representados por la semilla que cayó junto al camino no quieren ser bautizados para el perdón de pecados, mucho menos a media noche.

E. Siendo buena tierra este carcelero tenía mucha influencia sobre su casa. Además era hospitalario.

 

17. LOS DE BEREA. Hechos 17:11

A. “Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”. ¡Qué buena tierra!

B. Es indispensable que todos estén dispuestos a examinarlo todo y retener lo bueno (1 Tesalonicenses 5:21), y, desde luego, la manera correcta de examinar nuestra fe, nuestra doctrina y nuestras prácticas religiosas es simple y sencillamente seguir el ejemplo de los de Berea. ¡Qué buena tierra!

 

18. LOS CORINTIOS. Hechos 18:8

A. “Y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados”. Seguramente eran buena tierra.

B. Obedecieron el evangelio revelado por el Espíritu Santo por medio de la predicación de los apóstoles el día de Pentecostés. Hechos 2:37, 38, “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.

C. Este es el evangelio que fue obedecido por los tres mil el día de Pentecostés, los samaritanos, el eunuco etíope, Saulo de Tarso, Cornelio, Lidia y el carcelero. Es lo que hacen todos los que son buena tierra.

 

CONCLUSIÓN.

A. La buena tierra representa la persona con corazón bueno y recto. Es tierra fértil, limpia (preparada), húmeda, buena,

B. Oye la palabra, la entiende, la recibe (Marcos 4:20), la obedece y lleva fruto.

C. Lucas 8:15, "Son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia". Es el corazón bueno que puede ser conmovido por las grandes verdades del evangelio, y que celosamente las guarda.

D. Oye la palabra atentamente, la estudia, la entiende y la obedece no importa quién la predique, ni con qué motivos la predique, ni quién más la obedezca, ni cuántas ofensas vengan.

E. Esta parábola nos enseña que no solamente es necesario que uno obedezca al evangelio. También debe llevar fruto para glorificar a Dios (Juan 15:1-8).

F. La que cayó en buena tierra no es como la que cayó junto al camino, porque sí entiende. No es que tenga intelecto superior, sino ATENCIÓN superior. No es como la que cayó en la capa delgada de tierra sobre una piedra, porque sí echa raíces y no es vencida por las pruebas de la vida. No es como la que cayó entre espinos, porque evita el afán y el engaño de las cosas materiales. Es la única que lleva fruto, "algunas semillas a ciento por uno, otras a sesenta y otras a treinta".

G. Muchos quieren culpar al "sembrador" (predicador) por el poco fruto que se lleva en la obra, pero Jesús culpa también a los oyentes. La lección es que cada quien debe examinar cuidadosamente su corazón.