"Sus mandamientos no son gravosos"

1 Juan 5:3

Introducción:

          A. La palabra gravoso significa "molesto con exceso".

          B. Indica, pues, el desagrado, el fastidio, el disgusto.

I. Para algunos los mandamientos de Dios son gravosos.

          A. Para los que aman las tinieblas (Juan 3:19; Gén. 3:8).

          B. Para los que no aman la verdad (2 Tim. 4:3, 4; 2 Tes. 2:10-12; Isa. 30:9, 10).

          C. Para los mundanos e indiferentes (1 Jn. 2:15).

          C. Para los que satisfacen los deseos de la carne (Gál. 5:16, 17).

II. El discípulo de Cristo debe llevar su cruz (Mat. 16:24).

          A. Debe correr y luchar por Cristo (1 Cor. 9:24-27).

          B. Los cristianos son soldados de Cristo (Efes. 6:12; 1 Tim. 6:12).

          C. Para el cristiano habrá tribulaciones (Hech. 14:22).

          D. Por lo tanto, para el cristiano los mandamientos de Dios no son gravosos.

III. Algunos mandamientos son difíciles, pero no gravosos.

          A. Sus mandamientos son buenos (Efes. 6:1-3; 1 Ped. 3:10-12).

          B. Todos sus mandamientos son razonables (Rom. 12:1-2) (p. ej,  oír el evangelio, creer en Cristo, amar a Dios de todo el corazón, arrepentirse de los pecados, confesar que Cristo es el Hijo de Dios, bautizarse para el perdón de pecados, asistir a las reuniones para adorar a Dios, y cada domingo participar de la cena del Señor y ofrenda según Dios nos haya prosperado).

IV. Debemos guardar con gozo sus mandamientos.

          A. Obedecer de corazón (Rom. 6:17, 18).

          B. "¿Está alguno alegre? Cante alabanzas" (Sant. 5:13).

          C. Al ofrendar ser "dador alegre" (2 Cor. 9:7).

V. Para los que aman, los mandamientos no son gravosos.

          A. El ama a Dios ama también al que es engendrado por Dios, (1 Jn. 5:1).

          B. "Si me amáis guardad mis mandamientos" (Jn. 14:15, 23).

          C. Para los que aman a su familia los mandamientos de Efes. 5:22- 6:4 no son gravosos.

          C. Para los que tienen el amor fraternal los mandamientos de Sant. 1:27; 1 Jn. 3:17, etc.

          D. Los que aman a Dios aman también a los que no son amables (Rom. 5:8).

Conclusión:

          A. Para Cristo no era gravoso morir (Heb. 12:1, 2).

          B. Por lo tanto, para sus discípulos los mandamientos no deben ser gravosos.

Al Estudio Anterior: Dios mora en nosotros
Sermones Index
Al Siguiente Estudio: Discutir con el Señor