El bautismo en o con el Espíritu Santo

Introducción.

    A. ¿Enseña el Nuevo Testamento que todos los creyentes deben esperar el bautismo en el Espíritu Santo? ¿Sirve el bautismo en el Espíritu Santo el propósito de quitar el pecado original? ¿Es el don de hablar en lenguas la prueba de haber sido bautizado en Espíritu Santo?

    B. Existe mucha confusión sobre este tema por causa de la falsa doctrina enseñada por los que no escudriñan con cuidado las Escrituras.

I. La promesa de Juan el bautista.

    A. Mat. 3:11, "Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí ... os bautizará en Espíritu Santo y fuego". (Véase también Luc. 3:16).

        1. Para ser salvos los judíos tenían que arrepentirse y ser bautizados para perdón de pecados (Mat. 3:2, 5, 6; Mar. 1:4).

        2. Juan bautizaba en el Río Jordán. Bautizaba (sumergía) al pueblo en agua. Juan 3:23, "Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían y eran bautizados". Cuando Jesús fue bautizado por Juan subió del agua (Mat. 3:16); este acto implica claramente que Jesús había descendido al Río Jordán para ser bautizado (sumergido) en agua.

    B. Juan no mandó que la gente fuera bautizada en Espíritu Santo. El bautismo en Espíritu Santo no era un mandamiento sino una promesa. Sin embargo, el bautismo mencionado en Mat. 28:19 es mandamiento para todo el mundo: "bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo".

    C. Juan no dijo que los bautizados en Espíritu Santo serían purificados del pecado original. No hay texto alguno que hable del pecado original, ni mucho menos hay texto que hable del bautismo en Espíritu Santo como el remedio de tal supuesto mal.

    D. Juan no prometió que todos los creyentes serían bautizados en Espíritu Santo, y que probarlo podrían hablar en lenguas.

    E. Juan prometió que Cristo "os bautizará en Espíritu Santo y fuego" (Mat. 3:11). El fuego suena como castigo y lo que Juan dijo en seguida confirma esta explicación: "Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará" (Mat. 3:12). No hay otro texto que explique el bautismo en fuego.

    F. Juan no dice quiénes serían bautizados en Espíritu Santo. Para aprender esto tenemos que estudiar los demás textos sobre el tema.  Es necesario que la Biblia misma explique este tema.

II. La promesa de Jesús a sus apóstoles.

    A. El lenguaje usado por Jesús no es idéntico con el de Juan, pero hay una perfecta armonía entre las dos promesas como veremos al observar el cumplimiento de ellas.

    B. Mat. 10:19, 20, "Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros". En esta ocasión Jesús les promete que ellos serán inspirados por el Espíritu Santo. Jesús no prometió la inspiración a todos los creyentes.

    C. Juan 14:16-18, "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; el Espíritu de verdad ... no os dejaré huérfanos, vendré a vosotros".

    D. Juan 14:25, 26, "Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quién el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho".

        1. En esta ocasión, Jesús vuelve a prometer la inspiración del Espíritu Santo a sus apóstoles. Hay dos promesas muy importantes en este versículo:

        2. El Espíritu Santo iba a enseñarles todas las cosas. Obsérvese con cuidado que el Espíritu Santo iba a enseñar a los apóstoles. Sería su Maestro como Jesús había sido su Maestro. El papel del Espíritu Santo era el de Maestro. Muchos religiosos que hablan tanto del Espíritu Santo no toman en cuenta la verdadera obra que El hizo.

        3. El Espíritu Santo iba a recordarles todo lo que Jesús les había enseñado en persona.

    E. Juan 15:26, "cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí". Juan 16:14, "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber".

        1. Es obvio que el Espíritu Santo iba a continuar la obra de Jesús. Iba a recordar a los apóstoles todo lo que Jesús les había enseñado, dando testimonio de Jesús y glorificando a Jesús.

        2. Es muy importante observar que el Espíritu Santo no iba a venir para glorificar al Espíritu Santo, sino que vino para glorificar a Cristo. Los pentecosteses y otros carismáticos hablan continuamente del Espíritu Santo, pero los apóstoles hablaron continuamente acerca de Jesucristo.

        3. Una de los indicios de la falsedad de la doctrina y práctica de los carismáticos es que hablan tanto del Espíritu Santo, cuando en realidad el mismo Espíritu Santo guió a los apóstoles a hablar de Cristo. No predicaron al Espíritu Santo sino a Jesucristo (Hech. 2:22-36; 3:13-16; 4:2, 11, 12; 5:30; 8:5, 35, etc.).

    F. Juan 16:8, "cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio". Iba a hacer esto a través de la predicación inspirada de los apóstoles; por ejemplo, en el día de Pentecostés el Espíritu Santo convenció a los judíos de haber crucificado a "Jesús nazareno, varón aprobado por Dios" (Hech. 2:22, 37), pero ¿cómo lo hizo? Por medio de la predicación de los apóstoles. A través del libro de Hechos observamos la obra del Espíritu Santo de convencer a los judíos y a los gentiles de sus pecados, pero lo hizo a través de la predicación de los apóstoles.

    G. Juan 16:13, "él os guiará a toda la verdad". Juan 17:8, Jesús dijo al Padre, "las palabras que me diste, le he dado; y ellos las recibieron"; Juan 17:14, "Yo les he dado tu palabra", pero era necesario que el Espíritu Santo les recordara todo lo que Jesús les había dicho. Los apóstoles no podían recordar todo lo que Jesús les dijo y peor aun no comprendieron todo lo que les enseñó. Al hablar Jesús de la venida del Espíritu Santo enfatizaba mucho su papel como Revelador y Maestro.

        1. Cuando los apóstoles comenzaron su obra de predicar el evangelio a todas las naciones como Jesús les había mandado (Mat. 28:19; Mar. 16:15), todavía no existió el Nuevo Testamento en su forma escrita (como lo tenemos nosotros).

        2. Al contrario los apóstoles mismos y otros santos hermanos inspirados iban a escribirlo. Para esta obra tan importante era necesaria la dirección del Espíritu Santo.

    G. Luc. 24:49, después de la resurrección de Jesús y poco antes de su ascensión El dijo a sus apóstoles, "He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto". Esta es la misma promesa hecha por Jesús antes de su muerte (como registrada en Juan 14:26; 16:13). El "poder desde lo alto" era el Espíritu Santo.

    H. El libro de Hechos fue escrito por Lucas, y es una continuación de la narración del libro de Lucas. Hech. 1:2 dice que Cristo fue recibido arriba después de haber dado mandamientos a los apóstoles; se refiere a la Gran Comisión de ir y predicar el evangelio a todas las naciones (Mat. 28:19; Mar. 16:15; Luc. 24:47).

        1. El evangelio según Lucas termina hablando de la Gran Comisión y la ascensión de Jesús (Luc. 24:47, 51) y Hechos empieza hablando de la Gran Comisión y la ascensión (Hech. 1:2, 9-11).

        2. Además, el libro de Lucas termina con la promesa de "poder desde lo alto" (Luc. 24:49) y Hechos empieza con la promesa del bautismo con el Espíritu Santo: "Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros (apóstoles, ver. 2) seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días", Hech. 1:5; "recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo", Hech. 1:8.

        3. Por lo tanto, el poder desde lo alto y la venida del Espíritu Santo para guiar a los apóstoles a toda la verdad y el bautismo con el Espíritu Santo son varias expresiones de la misma cosa.

III. El cumplimiento de la promesa.

    A. Hech. 2:1-4, "Cuando llegó el día de Pentecostés ... fueron todos llenos del Espíritu Santo".

        1. La palabra "todos" no se refiere a los 120, sino a los apóstoles. El antecedente de la palabra "todos" es la última palabra de Hech. 1:26, "fue contado con los once apóstoles".

        2. El resto del capítulo confirma esta conclusión:

           a. Eran galileos los que hablaron en lenguas, Hech. 2:7 (los apóstoles eran galileos).

           b. Los apóstoles predicaron, Hech. 2:14.

           c. Los oyentes "dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?" Hech. 2:37.

           d. Los conversos perseveraban en la doctrina de los apóstoles, Hech. 2:42.

           e. Los apóstoles obraron maravillas y señales, Hech. 2:43.

        3. No hay evidencia alguna de que los 120 fueran bautizados con el Espíritu Santo.

        4. En Hech. 1:5 Jesús aplica la promesa de Juan a los apóstoles, diciendo que iba a suceder "dentro de no muchos días". Diez días después vino el Espíritu Santo sobre los apóstoles en el día de Pentecostés.

40    B. En Hech. 10, 11 Lucas describe el bautismo de Cornelio y su casa con el Espíritu Santo.

        1. Hech. 11:15-17, dice Pedro, "Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio. Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo. Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?"

        2. El bautismo de Cornelio y su casa con el Espíritu Santo convenció a Pedro y a los otros hermanos judíos que ahora Dios quiere que los gentiles también oigan el evangelio. Hech. 11:18, "Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!" Este texto explica claramente el propósito de Dios en bautizar con el Espíritu Santo a los gentiles.

    C. Estos dos casos o ejemplos (los apóstoles y la casa de Cornelio) son los únicos registrados en el Nuevo Testamento del bautismo con el Espíritu Santo, y debemos hablar donde la Biblia habla y callar donde ésta calla (1 Ped. 4:11).

III. El efecto que tuvo el bautismo con el Espíritu Santo sobre los apóstoles.

    A. Cuando Cornelio y su casa fueron bautizados con el Espíritu Santo, hablaron en lenguas, Hech. 10:46.

    B. Cuando los apóstoles fueron bautizados con el Espíritu Santo, ¿qué hicieron y que dijeron?

        1. ¿Fue una experiencia extática? ¿Comenzaron a gritar repetidas veces "¡Gloria a Dios!" y "¡Aleluya!"? ¿Saltaron y brincaron? ¿Hablaron con mucha emoción de su experiencia? ¿Describieron la sensación de poder? ¿Dijeron que fue una experiencia que solamente se podía sentir pero que no se podía describir? Estas preguntas se hacen porque tales ideas más o menos describen algunos de los conceptos que la gente tiene cuando hablan del bautismo con el Espíritu Santo.

        2. También conviene preguntar si los apóstoles explicaron que el bautismo con el Espíritu Santo sirvió el propósito de borrar el pecado original.

        3. ¿Dijeron que el bautismo con el Espíritu Santo era una segunda obra de gracia?

    C. Lo que sucedió en realidad fue lo siguiente:

        1. Hablaron los idiomas de las varias naciones representadas en Jerusalén ese día: "les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios" (Hech. 2:11).

        2. Refutaron la acusación necia de los que se burlaban de ellos diciendo que estaban borrachos.

        3. Entonces explicaron que los eventos de ese día cumplieron la profecía de Joel 2:28: "Esto es lo dicho por el profeta Joel".

        4. Después de aclarar estos asuntos, comenzaron a predicar a Cristo:

           a. Acusaron a los judíos de haber crucificado al "varón aprobado por Dios" (Hech. 2:22).

           b. El tema principal del sermón fue la resurrección de Jesús, como cumplimiento de la profecía de David en los Salmos.

           c. Concluyeron el sermón afirmando que Jesucristo está sentado a la diestra de Dios y que había derramado el poder del Espíritu Santo sobre ellos. "Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo" (Hech. 2:36).

           d. Cuando la gente preguntó, "¿qué haremos?" Pedro les dijo, "Arrepentíos, y bautícese ... para perdón de los pecados".

        5. Cuando los apóstoles fueron bautizados con el Espíritu Santo, predicaron el evangelio (Mat. 28:19), citando textos bíblicos, convenciendo al pueblo de su pecado (Juan 16:8) explicando lo que debería hacer para obtener el perdón de sus pecados. ¡Así fue el comportamiento de los apóstoles de Cristo que verdaderamente fueron bautizados con el Espíritu Santo!

Conclusión:

    A. El bautismo con el Espíritu Santo no era mandamiento sino promesa.

    B. No fue prometido a todos los creyentes.

    C. No tuvo nada que ver con el supuesto "pecado original" ni de alguna supuesta "segunda obra de gracia".

    D. La palabra "bautismo" se usa porque los que recibieron esta promesa estaban "sumergidos" en el poder del Espíritu Santo. (Luc. 24:49 dice "investidos de poder desde lo alto"; Hech. 10:44 dice que "el Espíritu Santo cayó" sobre ellos; Hech. 11:17 dice que Dios "les concedió el mismo don que a nosotros"). Por lo tanto, la misma idea se expresó en varias formas.

    E. Pero años después (alrededor del año 62 d. de J. C.) Pablo dijo a los Efesios (4:5) que "un bautismo". El bautismo de Juan era de corta duración. Muy pocas personas recibieron el bautismo con el Espíritu Santo (Hech. 2, 10, 11 registran los únicos dos casos que se pueden concretar). Por lo tanto, el bautismo que debe ser de gran interés ahora es el bautismo en agua para remisión de pecados, porque éste es el "un bautismo" de Efes. 4:5.

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