El Juicio Final

          De esto muchas personas no quieren saber nada. Ni siquiera quieren pensarlo. Pero para todo ser humano el Juicio Final será una realidad. Es una cita que no se puede evitar.

          Se doblará toda rodilla. "Pues escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará cuenta a Dios de sí" (Romanos 14:11, 12).

          Cada uno recibirá según lo que haya hecho. "Porque todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho cuando estuvo en el cuerpo, sea bueno o malo. Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres" (2 Corintios 5:10, 11).

          El gran trono blanco.  "Y vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras" (Apocalipsis 20:11, 12).

          El libro de vida. "Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ello; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego" (Apocalipsis 20:13-15).

          Escondednos de la ira del Cordero (Cristo). "Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?" (Apocalipsis 6:15-17). Muchos no conocen a este Cristo. No saben nada de un Cristo con ira, pero los que no obedecen al evangelio serán víctimas de su ira en Aquel Día.

          Viene en llama de fuego. El apóstol Pablo explica que Dios dará reposo a los fieles "cuando el Señor Jesús aparezca desde el cielo con sus poderosos ángeles, en llama de fuego, para dar la retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo" (2 Tesalonicenses 1:7, 8).

          Dios destruirá el alma y el cuerpo de algunos en el infierno. "Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir ("hacer perecer") el alma y el cuerpo en el infierno" (Mateo 10:28). La palabra "destruir" no quiere decir "aniquilar", sino arruinar. La misma palabra se usa en 2 Pedro 3:6. Al hablar del diluvio Pedro dice, "el mundo de entonces pereció siendo inundado con agua". La tierra no fue aniquilada sino arruinada; así también en el juicio final los infieles no serán aniquilados, sino que perderán el bienestar del alma y cuerpo.

          A su derecha o a su izquierda. "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda" (Mateo 25:31-33). ¿En qué lado estaremos en Aquel Día?

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