Rut

Introducción:

     A. El libro de Rut no habla de guerras y victorias militares, ni de milagros, sino de la aflicción y después del consuelo de una humilde hija de Dios llamada Noemí, y narra la historia preciosa de su nuera llamada Rut.

     B. Es otro ejemplo de la providencia de Dios (1 Sam. 2:7,8), semejante a la providencia demostrada en el libro de Es­ter, aunque las circunstancias son muy distintas.

     C. La conversión de Rut, una extran­jera (moabita) nos recuerda que a través de los siglos muchos gentiles llegaron a ser prosélitos a la religión verdadera, y nos hace pensar en la conversión futura de los gentiles al evangelio.

     D. Pero el detalle más significante del libro es que por la providencia de Dios Rut, una extranjera (gentil), se incluye en­tre los antepasados de Jesucristo (4:17-22), así ha quedado demostrado el gran interés que Dios siempre ha tenido en los gentiles, aunque Israel haya sido su pueblo escogido.

     1:1 -- "los jueces". Esta historia ocu­rrió durante el tiempo de los jueces, cuando "cada uno hacía lo que bien la parecía" (Jueces 21:25). Había mucha injusticia, barbaridad, inmoralidad e idola­tría, pero en las sociedades más perversas se levantan personas de gran piedad, como Noemí, Rut y Booz.

     -- "hambre...Belén" (casa de pan). In­dica que estaban bajo castigo debido a sus rebeliones contra Dios (Lev. 26:19,20). La tierra que fluye leche y miel se convierte en tierra de hambre cuando sus habitantes se apartan de Dios.

     1:2 -- "Mahlón", marido de Rut (4:10).1:6 -- "Jehová había visitado a su pueblo para darles pan". Dios "visita" con ayuda (Gén... 2:1; Sal. 65:9; 106:4; Jer. 29:10; Luc. 1:68; Luc. 19:44; Hech. 15:14); así debemos hacer nosotros (Sant. 1:27; Mat. 25:36).

     1:8-14 -- "Andad, volveos". ¿No quería Noemí convertirles? ¿No quería llevarles a la tierra de Israel para conocer a Jehová? Sin duda los amaba mucho y le hubiera agradado mucho si las dos hubieran ido con ella. Pero era muy importante que calcularan gastos. No sería nada fácil ir a una tierra extranjera donde desconocían las costumbres y la cultura de la gente, y donde ellas mismas posiblemente fueran despreciadas. Si después iban a desani­marse era mejor que lo hicieran de una vez, antes de dejar su tierra y su pueblo. Orfa sí volvió.

     Las palabras de Noemí nos recuerdan de las enseñanzas de Jesús con respecto a lo que nos cuesta ser Sus discípulos (Mat. 8:19,20; 19:22; Luc. 14; 25-33; etc.). Es mucho mejor calcular gastos antes de comprometernos. "Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas" (Ecles. 5:5).

     v. 9 -- "descanso... marido". 3:1 "Hija mía, ¿no he de buscar hogar (descanso) para ti, para que te vaya bien?" La palabra traducida "hogar" es la palabra "descanso". En el plan de Dios la mujer halla su "descanso" como esposa y madre (1 Tim. 2:15; 5:14). Pero la mujer debe ser muy paciente en la selección de un marido, porque en muchos hogares hay más tor­mento que descanso. Toda mujer debe imitar la paciencia, humildad e integridad de Rut para tener un verdadero "descanso" en su hogar.

     1:15 -- Cuando Orfa se despidió, Noemí le dice a Rut, "He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella". Pero en Rut hubo otro espíritu (Núm. 14:24). Ella fue sometida a toda prueba. Si algo le hubiera hecho desistir de su firmeza, hubiera sido la decisión de Orfa; pero Rut pasó la prueba. Estaba bien resuelta (v. 18). Tenía sus convicciones, y tenía el valor necesario para apoyarlas.

     1:16,17 -- Uno de los textos más con­movedores en la Biblia es la expresión de la gran lealtad de Rut para con Noemí y para con Dios. Esta suegra era de otra raza y de otra religión, una religión nada apropiada en los ojos de los moabitas. En pocos segundos podemos leer este texto, pero ¿qué difícil apreciar lo difícil de esta decisión, y lo hermoso de esta lealtad!

     Estas palabras se citan a veces en ser­vicios de bodas para expresar la devoción entre los novios, y de veras son palabras muy apropiadas. Y no sólo para novios, sino también para hermanos, padres e hi­jos en la familia, y para hermanos en Cristo. No fue una expresión solamente de labios, sino del corazón, como confirma claramente la historia subsecuente de su vida.

     1:20 -- "Mara" (amargura). El nombre "Noemí" significa "afable", pero debido a

las experiencias de su vida prefiere ser llamada "mara", pero su fidelidad a Dios y la lealtad de Rut borraron su amargura. Dios ha quitado la amargura de muchas vidas con sus provisiones maravillosas. Tales ejemplos deben animarnos a siem­pre esperar en Dios y poner toda la confianza en El y Sus enseñanzas.

     2:1,2 -- "ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas". Rut tuvo muchas

cualidades muy admirables. Una de ellas fue su humildad (dispuesta a tra­bajar en la cosecha) y otra fue su industria ("está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento", v. 7).

     Lev. 19:9,10; 23:22; Deut. 24:19-22 son textos que explican la ley muy benévola que dio oportunidad de trabajar a los pobres y extranjeros. Proveer la oportunidad para trabajar es mil veces mejor que la caridad. Los más pobres pueden mantener su sentido de valor y dignidad si pueden trabajar para ganar su pan. El trabajo es una gran bendición de Dios. Adán trabajó cuidando el huerto de Edén antes de caer en pecado (Gén. 2:15); el trabajo cabe en el

paraíso y con­tribuye a su felicidad.

     Rut se dio cuenta de esta ley y quería aprovecharse de ella. Estaba dispuesta a trabajar en la cosecha, como pobre que recogía espigas sobrantes. Todos los que sinceramente quieren trabajar deben estar dispuestos a trabajar en el campo, o en cualquier lugar donde se pueda ganar el pan de cada día. Si hubiera tal disposición en todos, no habría tanto desempleo.

     2:4-15 -- Ahora el carácter noble de Booz se demuestra. Era hombre ejemplar en

Israel. En el v. 4 se ve su nobleza y hu­mildad en su trato con los segadores.

     Luego él hizo amplia provisión para Rut: en el v. 8, le dice que no trabaje en otro campo, que allí en el campo de él ella tenía empleo seguro; ella estaría junto a las criadas de Booz para protección; en el v. 9 dejo órdenes con los criados a no molestarla (ni avergonzarla, v. 15; ni reprenderla, v. 16); con confianza podía comer y beber con ellos. ¿Por qué tantos favores? Por la buena reputación de Rut de haber dejado a sus padres y su tierra para venir con su suegra a un pueblo des­conocido.

     En v. 12, la expresión "bajo cuyas alas has venido a refugiarte" indica la protección de Dios (Gén. 15:1; Sal. 36:7; 57:1; 91:4), y se usaba también con respecto a la protección de los prosélitos a la religión verdadera.


     2:19,20 -- Ahora Noemí se aprovecha de otra ley muy importante (Deut. 25:5,

"Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco"). Así fue el caso de Rut: su marido, Mahlón, murió sin hijo; ahora su mujer, Rut, no debería casarse con otro hombre extraño. Le tocó al cuñado, o al pariente más cercano, tomar a Rut por mujer para que el nombre de Mahlón no pereciera, ni que se perdiera su herencia.

     Dios hizo promesas muy especiales a Abraham, promesas terrenales como también espirituales. Le prometió una nación y una tierra. Por lo tanto había leyes muy especiales que garantizaban la preservación del nombre, familia y propiedad de cada israelita. Esta es una de ellas.

     Esto quiere decir que Rut, con la ayuda de Noemí, tuvo el pleno derecho según la ley de Moisés de buscar otro marido entre los hermanos o parientes más cercanos de su marido que levantaría descendencia en nombre del difunto.Es muy importante entender esto antes de formar una opinión acerca de la manera en que Rut se acercó a Booz. Lo que ella hizo fue hecho con toda discreción y mo­destia, y con el pleno apoyo de la ley. Esto es confirmado por la reacción de Booz, un gran hombre de Dios.

     3:1-5 -- Noemí entendió la ley y pen­saba aprovecharse de la provisión hecha en

ella para Rut. Noemí era mujer pru­dente y no hay nada de engaño o desho­nestidad en el plan que ella propuso. También Rut era mujer muy modesta, y aceptó el consejo de Noemí y le obedeció en todo.

     3:6-18 -- Esta conducta de Rut nos ex­traña porque no tenemos tales leyes o costumbres ahora. La confirmación de que la conducta de Rut fue casta y aceptable se ve en la reacción de Booz. No había ninguna palabra de censura, sino solamente palabras de alabanza.

     Dice que "has hecho mejor tu pos­trera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos" (v.10). La primera bondad fue la bondad que usó con Noemí, dejando su tierra y parentela para acompañarla. Esta "postrera bondad" es la disposición de Rut de cumplir con la ley de Dios con respecto a su primer marido, para que su nombre y su herencia no se perdieran.

     Es probable que Rut fuera mujer bella y deseable. Lo que Booz dice indica que ella seguramente pudiera haber en­contrado un marido entre los hombres jóvenes.

     V. 14, no había ningún pecado en lo que Rut hizo, pero hay personas que juzgan según la apariencia (Jn. 7:24) y no según la verdad; por eso para ser discretos, y para no dar ocasión al ene­migo a blasfemar, Booz dijo "No se sepa que vino mujer a la era".

     4:1 -- Booz, siempre correcto y legal en su comportamiento, "subió a la puerta" (sitio de gobierno), juntó el número legal de hombres para juzgar el caso y se lo pre­sentó. Y el caso fue que había otro pa­riente más cercano a Mahlón que Booz (3:12) quien debería cumplir con esta ley.

     4:3,4 -- Booz explica el caso al otro pariente. Hay tierra disponible, y el otro pariente la quería ("Yo redimiré").

     4:5 -- Pero el asunto fue doble: Mahlón dejó tierra que debería ser re­dimida en su nombre; y también dejó una esposa: "el mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del di­funto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión".

     4:6 -- Respondió, "No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad". El

reconoció que si se casara con Rut sería para levantar descendencia para Mahlón, y que la tierra que él redimía sería po­sesión no propia, sino de la familia del di­funto. No quiso invertir dinero en tal arreglo. En su egoísmo y materialismo él perdió la gran bendición de tener a Rut por mujer.

     Según la ley (Deut. 25:9) la cuñada (en este caso Rut) tuvo el derecho de quitarle el zapato y escupir en su cara, di­ciendo "Así será hecho al varón que no quiere edificar la casa de su hermano". Esto denota la seriedad del caso en los ojos de Dios. El texto no dice que Rut le escupió en la cara, pero él sí se quitó el zapato indicando que no tenía el derecho de pisar esa tierra.

     4:10 repite el propósito de la ley: "tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nom­bre del difunto sobre su heredad, para el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar". El primogénito de Rut y Booz (Obed, v. 17) sucedió "en el nombre" del difunto, "para que el nombre de éste no sea bo­rrado de Israel" (Deut. 25:6).

     4:17-21 -- Los antepasados de Jesu­cristo. El nombre de esta moabita será recordado para siempre. Su gran lealtad a Noemí y su fidelidad a Dios fueron ampliamente recompensados. Noemí y Rut acudieron diligentemente a dos im­portantes leyes de Dios, y fueron grande­mente recompensadas. Las leyes de Dios son buenas, son para el bienestar y la feli­cidad de Su pueblo (Deut. 6:24). Rut, en­tonces, fue la bisabuela de David de cuya descendencia vino el Cristo.

     Rut, la moabita, ¡qué candidato más improbable para este gran honor! Las mujeres gentiles se guardaban en una posición muy baja en la sociedad. Fueron maltratadas y se cometieron abusos contra ellas, y por esta causa no faltaban mujeres gentiles que llegaron a ser prosélitos a la religión de judíos para disfrutar de una posición más elevada y respetuosa. La liberación femenil verdadera llegó con el evangelio, Gál. 3:28.

Al Estudio Anterior: Génesis
Sermones Index
Al Siguiente Estudio: Eclesiastés