La Red Barredera - Mateo 13:47-50

I. Una Ilustración muy Apropiada.

      A. Muchos pescadores. "Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa" (v. 1,2). Era muy apropiada, pues, la parábola de la red. Pedro, Andrés, Jacobo, Juan y muchos de los que escuchaban estas parábolas eran pescadores. En esta parábola Jesús se refiere a una práctica muy común, bien conocida por los oyentes. El trabajo diario de los pescadores era el de recoger los peces buenos en vasijas y echar fuera los que no servían. Su trabajo diario ilustraba el juicio final.

      B. Una separación ineludible. En la parábola de la cizaña la lección principal es que es necesario esperar hasta el fin del mundo para la separación de los malos y buenos. En esta parábola el énfasis parece ser que esa separación es ineludible.

II. La Red Barredera.

      A. ¿Qué clase de red? La traducción de la Biblia de las Améri­cas es correcta. Se trata de una red barredera, con flotadores de corcho arriba y hundida con plomo abajo. Había tres clases de red:

      1. "Amphiblestron, lit., algo echado alrededor, denota una red arrojadiza, de tamaño más bien pequeño, echada por encima del hombro, y que se extendía en un círculo, y se hacía hundir medi­ante pesos, Mt 4:18".

      2. "Diktuon, un término general para una red, Mt 4:20,21".

      3. "Sagene denota una red de arrastre, una jábega o barredera; con ésta se actuaba de dos maneras distintas: bien se dejaba caer al agua y luego se recogía en un círculo en progresivo estrechamiento, halándose después al borde, o bien como un semicír­culo arrastrado a la playa, Mt 13:47, donde los nos. 1 y 2 no hu­bieran sido tan apropiados".

      B. Barre todo. Esta red es como una cerca o muralla que barre todo hacia la playa. De esta manera Dios "barre" -- ineludible­mente -- a todos hacia el día final y la separación de malos y buenos.

      C. "Recoge de toda clase". Dios no hace acepción de personas (Hechos 10:34,35; Romanos 2:11). Nadie será exento. Nadie puede escapar de la red.

III. ¿Buenos y Malos en la Iglesia? No se refiere a eso.

      A. Angeles no son ancianos. Algunos hermanos usan mal esta parábola como usan mal la parábola de la cizaña. No se refiere a la iglesia. No tiene nada que ver con la disciplina de la igle­sia.

      B. "El reino es semejante". Tal vez lo que confunde a algunos hermanos es esta expresión. Todos sabemos que en muchos textos se usan los términos "iglesia" y "reino" intercambiablemente (véase el estudio sobre la parábola de la cizaña). Pero en estas parábo­las Jesús está ilustrando ciertos aspectos del reinado mundial o universal de Dios sobre la familia humana. Es verdad que en un sentido el evangelio es como una red y que los que predican son pescadores, pero en esta parábola la red no es el evangelio, sino es la acción de los ángeles en el fin del mundo.

      C. Hacen lo que la iglesia no puede hacer. La obra de la igle­sia es importantísima. Es la casa de Dios y es columna y baluarte de la verdad (1 Timoteo 3:15). La iglesia hace separación entre los malos y buenos en el sentido de rescatar a algunos del mundo. También es cierto que la red del evangelio recoge malos y buenos en el sentido de que algunos de los que profesan ser cristianos no son sinceros. Pero esta parábola no habla de lo que la iglesia haga, sino de lo que los ángeles harán, y de la separación final de los malos y buenos en el fin del mundo. Los ángeles son los que sacan la red. Son los que separan a los buenos de los malos. Ellos hacen lo que la iglesia no puede hacer.

IV. Hay Diferencia entre los Malos y los Buenos.

      A. Muchos niegan o ignoran esto. Dios dice en Malaquías 3:14,15 que el pueblo hablaba contra El diciendo "Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos? Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y es­caparon". Esta actitud es común hoy en día. Muchos creen que no hay diferencia entre los que profesan ser cristianos y los demás. Desde luego hay mucha insinceridad entre los que asisten a alguna iglesia y profesan ser cristianos. Aun entre hermanos en Cristo hay falsedad.

      B. Un día sabrán la diferencia. Pero esto no quiere decir que no hay diferencia entre los del mundo y los verdaderos cris­tianos. Hay gran diferencia. Dice Malaquías 3:18, "Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve". Esta parábola enseña con toda claridad esta verdad.

      C. Salmo 73. El tema de este salmo es el destino de los malos. El salmista admite que envidiaba a los malos. "En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos" (v. 2,3). Aun se convencía que "en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia" (v. 13). Le era "duro trabajo" meditar en esto. Pero en el v. 17 dice, "Hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos. Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer". Entonces admite su ignorancia: "Tan torpe era yo, que no entendía; era como una bestia delante de ti" (v. 22).

      D. Habacuc luchaba con este problema. Dice a Dios (1:13), "¿Por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él". No entendía el profeta cómo Dios podía tolerar a los injustos que oprimían a los israelitas. Pero en su comunicación con Dios entendió que "Jehová está en su santo templo"; es decir, Dios no está dormido y no ignora nada de las injusticias aquí en la tierra. Todo mal será rectificado, porque Dios siempre tiene la última palabra. Con toda humildad, pues, el profeta concluye diciendo, "Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación" (3:17,18).

      E. La red está en las manos de Dios. No está en las manos de los hombres. No está bajo el control de los más grandes reyes de la tierra. Los más grandes, los más famosos, los más ricos y los más poderosos serán llevados al juicio por la red barredera. El que siempre se encarga del destino de todos es Dios. Es necesario que siempre tengamos presente esta verdad. Dios no ignora nada. El es muy bondadoso, misericordioso y paciente. No quiere que nadie perezca (1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9). Pero el juicio viene. ¡Ineludiblemente viene! (Rom. 14:12; 2 Corintios 5:10; Gálatas 6:7,8).

V. En Aquel Gran Día Final.

      A. Las cestas. Los peces buenos serán recogidos en cestas o vasijas apropiadas. ¿No dice Cristo que volvería al Padre para preparar "mansiones" (Juan 14:1-3)? Abraham esperaba esta ciudad (Hebreos 11:10), una ciudad con fundamentos, una residencia per­manente (en la tierra solamente moraba en tiendas como pere­grino). Lázaro fue llevado al "seno de Abraham" cuando murió (Lucas 16:22). Debemos anhelar "moradas eternas" (Lucas 16:9).

      B. El horno de fuego. Los malos serán echados al "horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes". Véanse Mateo 3:12; Marcos 9:43-48; Apocalipsis 14:11.

Conclusión.

      A. La lección de la separación final de los malos y buenos se enseña a través del Nuevo Testamento.

      B. El mensaje de la parábola de la cizaña es que es necesario esperar hasta el fin para ver esta separación. No viene antes del fin del mundo.

      D. Mateo 25 presenta la separación de los malos y buenos desde tres aspectos:

          1. V. 1-13, la separación de las diez vírgenes con el énfasis sobre la preparación o la falta de ella.

          2. V. 14-30, la parábola del siervo inútil (Mateo 25:30) es otra parábola acerca de la separación final de malos y buenos.

          3. V. 31-46 describe la separación de malos y buenos usando la ilustración del pastor que separa las ovejas de los cabritos.

      F. Juan 5:29 dice, "y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación".

      G. 2 Tesalonicenses 1:6-10 describe la separación de los que obedecen al evangelio y los que no lo obedecen. La lección en estos textos es, desde luego, la necesidad de creer en Jesús, arrepentirnos, confesar nuestra fe en El, ser bautizados para el perdón de pecados y ser fieles hasta aquel día de separación.

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