Mateo 6:13, No nos metas en tentación


Introducción.

          A. Si queremos que Dios nos perdone, debemos querer también abstenernos del pecado, y hacer todo lo posible por no caer en tentación.

          B. Debemos cooperar con la oración. Estamos observando que en toda petición que hagamos a Dios, tenemos que poner nuestra parte.

          C. Mat. 26:41, "Velad y orad, para que no entréis en tentación".

I. ¿Qué significa la palabra "tentación"?

          A. Es importante recordar que la palabra peirasmos significa no significa solamente tentación sino también prueba . Las pruebas son buenas y necesarias (Sant. 1:2-3; Rom. 5:3-5; 2 Cor. 12:8-10). Así es que hay pruebas buenas, como también hay tentaciones malas de Satanás.

          B. Dios no nos tienta, Sant. 1:13. Tentar quiere decir inducir a pecar. Satanás es el tentador. Nos tienta, nos seduce a pecar a través de los malos pensamientos y malos deseos en nuestro corazón (Sant. 1:14). Nadie tiene que pecar. No nacimos con "pecado original", ni "depravados". Adán, y solamente Adán, fue culpado por su pecado. El hombre peca y es culpable por sus pecados (no puede culpar a Dios). Dios no es "socio" de nadie en el pecado. (Adán dijo, "Esta mujer que tú me diste..", y desde entonces muchos pecadores quieren culpar a Dios o a otros por sus pecados), pero dice Ezeq. 18:4, 20 que "el alma que pecare, esa morirá".

          C. Sin embargo, Dios permite que el hombre se someta a pruebas. Muchos textos lo enseñan: Gén. 22:1, "probó Dios a Abraham". Luc. 22:28, "vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas". Hech. 20:19, "sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas". 1 Ped. 1:6,7, "aunque ... tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe ... sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo". Sant. 1:2,12 "tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas ... Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida". (En el ver. 12 La Biblia de las Américas no dice "tentación", sino "prueba"; así se ve que la misma palabra se traduce "tentación" y también "prueba". El contexto indica cuál debe ser.

          D. Dios permitió: que Satanás probara a Job ... y a Pedro (Luc. 22:31, "Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo") ... y a Pablo (2 Cor. 12:7, "me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás"). Así es que aunque Dios no nos tienta (no nos seduce a pecar), El sí permite que nosotros seamos probados para nuestro propio bien, porque cuando hayamos resistido la prueba, recibiremos la corona de vida (Sant. 1:12).

II. ¿En qué sentido, pues, nos mete Dios en tentación?

          A. Dios nos dirige cada día. Somos guiados y cuidados por la providencia de Dios. Nuestra vida está en sus manos. Nuestro "destino" no está en las estrellas (el "horóscopo"). No somos víctimas de buena suerte o mala suerte.

          B. Son necesarias las pruebas. Los textos citados arriba (y otros muchos) indican claramente que son muy necesarias las pruebas para nuestro crecimiento y desarrollo espiritual. Son disciplina para nosotros (Heb. 12:5-11). Es por esto que debemos regocijarnos cuando caemos en diversas pruebas (Sant. 1:2; Rom. 5:3, etcétera). "Pero si estáis sin disciplina (pruebas) ... entonces sois hijos ilegítimos y no hijos verdaderos" (Heb. 12:8, BAS)0.

          C. Hay salida de cada tentación. 1 Cor. 10:13, "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar". Por ejemplo, la salida de la tentación de fornicación es el matrimonio. 1 Cor. 7:2, "pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido".

          D. Velad y orad. Mat. 26:41, "Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil". Mat. 6:13 debe estudiarse junto con Mat. 26:41, para ver que al pedir la ayuda de Dios, tenemos que poner nuestra parte. El hombre puede entrar en tentación. Muchas veces nosotros mismos nos sometemos a varias tentaciones. Recuérdese Sant. 1:14, que somos tentados cuando somos atraídos y seducidos por nuestros propios deseos malos (pasiones). 1 Cor. 7:5, "No os neguéis (sexualmente) el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia".

          E. La petición, "no nos metas en tentación" significa, pues, de que Dios no nos meta en circunstancias demasiado difíciles para nosotros, y que siempre nos provea la salida de la tentación (1 Cor. 10:13), y la fuerza necesaria para soportar toda prueba. Entendemos que las pruebas son necesarias, pero al mismo tiempo no queremos ser probados más allá de nuestra capacidad. Significa que pedimos a Dios que en su dirección divina no nos deje tropezar o caer; que en su dirección no nos deje formar alianzas pecaminosas (2 Cor. 6:14-16); que nos ayude a huir de la idolatría (1 Cor. 6:14), de la fornicación (1 Cor. 6:18) de los deseos juveniles (2 Tim. 2:22), y de toda la corrupción que hay en el mundo (2 Ped. 1:4). Esta petición es semejante a la petición por buena salud. "Señor, ayúdame y protégeme de accidentes y de enfermedades, para que pueda ser bueno y sano". Entonces después de orar así, hagamos todo lo posible por evitar accidentes y enfermedades. ¡Tenemos que cooperar con las oraciones!

III. "Mas líbranos del mal".

          A. Cristo tiene poder sobre Satanás y nos puede librar. Cristo echó fuera demonios para demostrar su poder sobre Satanás. Mat. 12:28, "si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios". Luc. 10:18, "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo". Heb. 2:14, 15 nos libra de aquél que tenía el imperio de la muerte.

          B. Col. 1:13, "nos ha librado de la potestad de las tinieblas".

          C. El Señor libró a Pablo varias veces, 2 Tim. 3:11; 4:18.


          D. Debemos cooperar con la oración. No conviene deliberadamente meternos en tentaciones, y luego esperar que Dios nos libre. Muchas tentaciones nos rodean todos los días: en el trabajo, en actividades sociales, en la escuela, y aun entre familiares. Hay persecuciones. Somos engañados por las riquezas. Siempre hay peligro de estar afanosos. Por lo tanto, el cristiano tiene que estar alerta a cada momento. "Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" (Mat. 26:41).

          E. Debemos de todo corazón confiar en Dios. Si somos sinceros, y pedimos con fe, El nos librará de todo mal.

Preguntas sobre Mateo 6:13

          1. Compárense Mat. 6:13 y Mat. 26:41. ¿Cuál es la relación entre estos dos textos?

          2. ¿Qué significa la palabra "tentación"?

          3. ¿Cuál es la diferencia entre "tentación" y "prueba"?
4. ¿Nos tienta Dios? Sant. 1:13.

          5. ¿Nos prueba Dios? Gén. 22:16. Descríbase la actitud correcta del cristiano con respecto a las pruebas. Sant. 1:2-4; Rom. 5:3-5.

          7. ¿De dónde vino el aguijón en la carne de Pablo? 2 Cor. 12:7.

          8. ¿Qué quería hacer Satanás con Pedro? Luc. 22:31.

          9. ¿Qué nos promete Pablo en 1 Cor. 10:13?

          10. ¿Cuál es la salida de la tentación de la fornicación? 1 Cor. 7:2.

          11. ¿Por qué dice la Biblia (Heb. 12:5-11) que los sufrimientos del cristiano sirven como disciplina?

          12. Nómbrense varios ejemplos de cómo podemos voluntariamente entrar en tentación.

          13. ¿Qué dice Sant. 1:14 acerca de la fuente y causa de tentaciones?

          14. ¿Cómo demostró Cristo su poder sobre Satanás?

          15. Jesucristo es tanto Dios como hombre. ¿Fue tentado como hombre o como Dios? Sant. 1:13.

(Nota Adicional: Como dice La Biblia de las Américas, la doxología ("Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén") "no aparecen en los manuscritos más antiguos").


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