Que los varones oren en todo lugar por todos los hombres

1 Timoteo 2:1-8

I. Clases de oración.

            A. Rogativas (“peticiones, ruegos, súplicas”; “en los papiros es el término regular para una petición a un superior”, WEV). Los que hacen rogativas tienen el sentimiento de necesidad, pues reconocen su propia insuficiencia y la debilidad humana (WB).

            B. Oraciones, término general que incluyen las oraciones a Dios por el perdón, por las necesidades de la vida, por la protección y la seguridad, etc.

            C. Peticiones (“es un término técnico para allegarse a un rey en intercesión”, WEV).

            D. Acciones de gracias. Si alguno solamente hace peticiones sin dar gracias, no entiende la oración. Parece que para muchos “orar” y “pedir” son sinónimos, pero el orar incluye el agradecer tanto como el pedir. Si solamente presentamos a Dios nuestras peticiones sin acciones de gracias, El no se agrada. ¿Por qué debería Dios seguir dándonos lo que le pidamos, si no le damos gracias por lo que ya recibimos? Fil. 4:6, “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.

II. Por todos los hombres.

            A. Porque el evangelio es universal, Jn. 3:16; 12:32; Mat. 28:18-20; Mar. 16:15, 16. No es solamente para los judíos, sino también para los gentiles.

                        1. Dios ama a los hombres. Es benévolo y amistoso para con los hombres. Nos ama y quiere que lo amemos a El. Quiere nuestra amistad, nuestra buena voluntad.

                        2. Cristo vino al mundo para revelar al Padre y de esa manera mostrar el amor que el Padre tiene por toda la humanidad.

                        3. Esto quiere decir también que todos los hombres son capaces de recibir al evangelio.

                        4. Son pecadores perdidos, sí, pero Luc. 15 enseña que pueden ser encontrados. Por eso, debemos orar por todos ellos y para que Dios nos ayude en la búsqueda.

                        5. La iglesia debe compartir la actitud de Dios hacia los pecadores. Debe buscarlos con toda sinceridad y mostrarles amor para que se salven.

                        6. “Parecería que en muchos casos se tiene por principio que una persona debe ser respetable antes de ser admitida en la iglesia, y que ésta mirase con desdén a los pecadores que buscan entrar por sus puertas. En realidad es muy difícil para un pecador entrar en la iglesia moderna sin ser blanco de sospechas, de cuestionamientos, de críticas, de miradas poco amistosas” (WB).

            B. Por los reyes, “Y entre ellos se incluye a Nerón, que ya había incendiado Roma y había atribuido la conflagración a los cristianos, emprendiendo la persecución contra ellos” (ATR). “Temed a Dios. Honrad al rey” (1 Ped. 2:17). Dan. 4:17 “que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres”.

                        1. Esta afirmación es tan correcta en la actualidad como en el tiempo de Daniel.

                        2. “¿Por qué orar por estos hombres? Porque efectuará ciertos cambios en ellos y su administración que de otro modo no ocurrirían” (DDW).

            C. Y por todos los que están en eminencia. Gobernadores, jueces, senadores, etc.

                        1. Hagamos rogativas por ellos para lleguen a conocer la verdad para ser salvos. El evangelio es para ellos también.

                        2. También oremos por ellos pidiendo que gobiernen de acuerdo a la voluntad de Dios, para que no haya rebeliones, revoluciones y guerras.

            D. Para que llevemos una vida tranquila (1 Tes. 4:11) y apacible (1 Ped. 3:4).

                        1. La vida tranquila y apacible es una gran bendición para el cristiano.

                        2. Pero “No es cuestión de orar por los gobernadores solamente para poder nosotros vivir libres de persecución, sino para el avance o adelanto del evangelio entre los perdidos(ver. 4), cosa que se realiza más en tiempos de paz internacional” (BHR).

            E. En toda piedad (obedece y adora a Dios y respeta los derechos de los hombres) y honestidad (dignidad, 3:4; seriedad, Tito 2:7). Los que viven en honestidad honran a Dios y recuerda que el hombre fue creado a la imagen de Dios.

III. Esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador. Compárese Gén. 1:31.

            A. Este mandamiento se puede comparar con el de Mat. 5:44; es posible que para algunos discípulos sea difícil orar por los gobernantes.

            B. Pero lo hacemos porque agrada a Dios.

IV. Dios quiere que todos los hombres sean salvos.

            A. “Quiere (thelei). El deseo y la voluntad de Dios hasta allí donde puede influenciar a los hombres” (ATR). Este verbo expresa un “propósito determinado” (MRV). Sin embargo, lamentablemente esto no es el deseo (el propósito determinado) de la mayoría de los hombres; más bien prefieren continuar en el pecado hasta morir, y están resueltos a hacerlo. Estos no pueden culpar a Dios, porque El quiere (es su voluntad) que todos sean salvos. Los hombres rebeldes cometen suicidio espiritual.

            B. Muchos textos expresan el deseo de Dios de que los hombres sean salvos (Jn. 3:16; Luc. 15; 19:10; 1 Tim. 1:15; 2 Ped. 3:9), y lo ha mostrado ampliamente. Jesús dice que muchos serán perdidos (Mat. 7:13, 14), pero esto no es el deseo de Dios. El quiere que todos se salven. “Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?” Ezeq. 33:11.

            C. Quiere que todos vengan al (pleno) conocimiento de la verdad. Efes. 4:13; Col. 1:5, 6.

                        1. Por eso, Cristo envió a los apóstoles a predicar a todas las naciones, Mat. 28:19.

                        2. Por eso, Dios nos ha dado las Escrituras, Jn. 5:39; 20:31.

                        3. Algunos preguntan, “Si Dios quiere salvar a todos, ¿por qué no lo hace?” Porque el evangelio es su único poder para salvar al hombre. Por eso, los únicos que serán salvos serán los que vienen al conocimiento de la verdad.

            D. Por eso, le agrada a Dios cuando los cristianos pidan lo que El mismo quiere. Debemos pedir de acuerdo a su voluntad y esto es precisamente lo que El quiere.

            E. Los cristianos quieren que todos los hombres sean salvos.

                        1. 1 Cor. 10:33, “no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos”.

                        2. 2 Cor. 5:20, el mensaje de todo cristiano debe ser, “reconciliaos con Dios”.

V. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. 

            A. Debemos orar por todos los hombres, desde los reyes y otros gobernantes eminentes hasta los sojuzgados o esclavizados, porque hay un solo Dios, el único Dios del universo. Rom. 3:30; Gál. 3:20, “Dios es uno”; Efes. 4:6, “un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos”. Es el Dios de todos. Es el Padre de los espíritus de todos los hombres (Heb. 12:9). Por eso Dios nos ha dado el evangelio universal, su único poder para salvar a todos, Rom. 1:16.

            B. Y hay un solo Mediador entre Dios y los hombres. Hay un solo Dios y el único acceso a El es por medio de Jesucristo. “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí” (Jn. 14:6). (Véase el sermón sobre “Mediador” después del ver. 8).

VI. De lo cual se dio testimonio a su debido tiempo

            A. Gál. 4:4, “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley”.

            B. Tito 1:3, “y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada”.

VII. Para esto yo fui constituido predicador (heraldo) y apóstol y maestro de los gentiles.

            A. 2 Tim. 1:11, “del cual yo fui constituido predicador (1:1) y apóstol (digo la verdad en Cristo, no miento) y maestro de los gentiles”. Rom. 11:13, “apóstol a los gentiles”; Rom. 15:16, “ministro de Jesucristo a los gentiles”; Efes. 3:1, “prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles”. Pablo dice, “digo la verdad .. no miento” (compárese Gál. 1:20; Rom. 9:1) no para convencer a Timoteo, sino por causa de los judíos de Efeso que dudaban de su apostolado.

            B. Muchos judíos no tenían interés en la salvación de los gentiles, sino solamente en disputar sobre fábulas y genealogías (1:4). Por eso, rechazaron el apostolado de Pablo.

            C. En fe y en verdad. Pablo predicó con una fe sincera en el evangelio y lo hizo de acuerdo a la verdad.

            D. En estas cartas de Pablo a Timoteo y a Tito ¿cómo se describe la obra del predicador? “Que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina” (1:3) (véase también Tito 2:15, “Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad”); “esto manda y enseña … ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza … ten cuidado de ti y de la doctrina” (4:11, 13, 16); “no reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre, etc.” (5:1, 2); “apártate de los tales” (“si alguno enseña otra cosa”) 6:3-5; “A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman” (5:20) (también 4:2, “redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”).

            E. Pablo esperaba que Timoteo, Tito y otros evangelistas siguieran su ejemplo y, al mismo, “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Tim. 2:2).

VIII. Quiero (Fil. 1:12), pues, que los hombres oren en todo lugar.

            A. Es obvio que Pablo se refiere a dirigir oraciones, pues no usa la palabra anthropos (ser humano), sino aner (varón). Este último término nunca se usa del sexo femenino (WEV). Más bien se usa en distinción de una mujer, Hech. 8:12, “hombres y mujeres”.

            B. Los varones deben orar (dirigir oraciones) no sólo en las asambleas regulares de la iglesia, sino también “en todo lugar”. A diario grupos pequeños o grandes de cristianos se juntan en distintos lugares para varias actividades. En toda reunión de los santos los varones deben dirigir oraciones a Dios.

            C. Es obvio aquí, como en los ver. 11-15, que las mujeres no deben dirigir el culto o el estudio bíblico en grupos compuestos de hombres y mujeres. “Muchos cristianos modernos son de la opinión de que existían condiciones especiales en Efeso y Corinto que exigían estrictas normas para la mujeres que ahora no son siempre aplicables” (ATR).

                        1. Estos creen que las enseñanzas de Pablo sobre el tema son relativos, tratando de problemas locales y culturales

            2. Pero no hay nada en este capítulo (2:11-15) ni en 1 Cor. 14:33-35 que indique que la enseñanza de Pablo se debiera limitar de esa manera.

                        3. Por eso, los llamados “cristianos modernos” de los cuales Robertson habla simplemente no quieren aceptar la verdad revelada por el Espíritu Santo.

IX. Levantando manos santas.

            A. El énfasis no está en literalmente levantar las manos en oración, sino en levantar manos santas. Compárese el “ósculo santo” (Rom. 16:16; etc.). Pablo no manda que todos literalmente levanten las manos a Dios al orar, pues la Biblia habla de varias posturas del cuerpo en la oración. Mat. 26:20, “se sentó a la mesa con los doce” y dio gracias por el pan y la copa (ver. 26, 27); Mat. 26:39, “se postró sobre su rostro”; Luc. 22:41, “puesto de rodillas” (Hech.20:36); Jn. 11:41, “alzó los ojos a lo alto” (17:1, “levantando los ojos al cielo”); Luc. 18:13 “el publicano, estando lejos (“estando en pie allá lejos” VM; “de pie a cierta distancia”, LBLA); Hech. 16:24, 25, “les aseguró los pies en el cepo … a media noche, orando”.

            B. Así pues, Pablo no está dando una ley en cuanto a una postura del cuerpo para la oración, sino que los varones deben dirigir oraciones en todo lugar con toda sinceridad, con una fe no fingida y con buena conciencia.

            C. Cuáles son las manos no santas?

                        1. “Las manos derramadoras de sangre inocente” (Prov. 6:17; Isa. 1:15).

                        2. Las manos que  no sirven y ayudan. Prov. 31:20, “Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso”; los que no quieren extender sus manos al menesteroso no deben extenderlas a Dios en oración; (Efes. 4:28; 1 Jn. 3:18).

                        3. Las manos del perezoso no pueden ser levantadas a Dios en oración. Prov. 26:15, “Mete el perezoso su mano en el plato;  Se cansa de llevarla a su boca”.

            D. Sal. 26:6, “Lavaré en inocencia mis manos,  Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová”. Sal. 28:2, “Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo”.

            E.        Sin ira ni contienda, pues la carnalidad anula la oración (Mat. 5:23, 24). Al orar por los gobernantes no debe haber odio ni el deseo de venganza en el corazón. Según 1 Ped. 3:7, ¿qué estorba la oración?

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