No te avergüences del evangelio

2 Tim 1:8

“Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios”.

I. Por tanto

            A. Esta exhortación se basa en los versículos anteriores:

                        v. 3, “Doy gracias a mi Dios … de que … me acuerdo de ti”

                        v. 4,“deseando verte, al acordarme de tus lágrimas

                        v. 5, “trayendo a la memoria la fe no fingida .. en ti”

                        v. 6, “Por lo cual, avives el fuego del don de Dios que está en ti”

                        v. 7, “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.

            B. En base a todo esto, “no te avergüences …” Según Word Studies from the Greek NT por Wuest, esto no quiere decir que Pablo acusara a Timoteo de haberse avergonzado de Cristo o de él mismo. Si hubiera querido decir eso, habría usado el imperativo presente, el cual con la negativa prohíbe una acción que ya se llevaba a cabo. Aquí, sin embargo, emplea el subjuntivo aorista, el cual con la negativa prohíbe el hacer un acto no principiado. Otros sí habían caído en la tentación de avergonzarse, y hay peligro para todos. “El que piensa estar firme mire que no caiga” (1 Cor. 10:12).

            C. “Testimonio de nuestro Señor”; es decir, el evangelio entregado por Cristo, la fe una vez dada a los santos (Judas 3). La palabra “testimonio” no se refiere a las impresiones y pensamientos personales de Timoteo. Los “testimonios personales” de experiencias y pensamientos que dan los evangélicos en sus reuniones no tienen nada que ver con el “testimonio” del cual Pablo habla.

II. No te avergüences, no sentir vergüenza (que es la compañera del temor, v. 7), turbación del ánimo causada por el miedo a la deshonra, el temor de que el evangelio traiga deshonra. En lugar de avergonzarnos del evangelio, debemos estar muy orgullosos de él. Examinaremos cuatro verbos que se traducen avergonzar.

            A. “Aischuno

                        1. Tener un sentimiento de temor o de vergüenza que impiden que una persona lleve algo a cabo, p.ej., Luc 16:3, “Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza”.

                        2. Fil 1:20, “conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte”.

                        3. 1 Jn 2:28, de la posibilidad de quedar avergonzados ante el Señor Jesús en Su Tribunal en Su venida con Sus santos: “Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados”.

                        4. 1 Ped 4:15, de avergonzarse de sufrir como cristiano: “Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno;  16  pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello”.

            B. “Epaischunomai (este es el verbo usado por Pablo en 2 Tim. 1:8) … una forma intensificada del no. 1 (epi, sobre, intensivo) … se usa sólo en el sentido (b) en el párrafo precedente.

                        1. Se dice de estar avergonzado de personas, Mar 8:38 (Luc. 9:26), “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles”.

                        2. Del evangelio, Rom 1:16, “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”.

                        3. De malas acciones anteriores, Rom 6:21, “¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte”

                        4. Del ‘testimonio de nuestro Señor’, 2 Tim 1:8

                        5. De sufrir por el Evangelio, v. 12.

                        6. De dar ayuda y consolación a uno que esté sufriendo por causa del Evangelio, v. 6.

                        7. Se usa en Heb. 2:11 acerca de Cristo no avergonzándose de llamar hermanos Suyos a aquellos que han sido santificados: “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos”, y de Dios de no ser avergonzado de ser llamado el Dios de los creyentes, Heb. 11:16: “Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad”.

                        8. Sal. 119:5, “¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos  Para guardar tus estatutos!  6  Entonces no sería yo avergonzado,  Cuando atendiese a todos tus mandamientos”.

                        9. Isa. 1:28, “Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos.  29  Entonces os avergonzarán las encinas que amasteis, y os afrentarán los huertos que escogisteis”.

            C. Kataischuno, otra forma intensificada.

                        1. Rom. 5:5, “la esperanza no avergüenza”; Rom. 9:33, “como está escrito:  He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída;  Y el que creyere en él, no será avergonzado”; Rom. 10:11, “Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado”.

                        2. 1 Cor. 1:27 “lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”; 1 Cor. 11:22, “Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo”.

                        3. 2 Cor. 7:14, “Pues si de algo me he gloriado con él respecto de vosotros, no he sido avergonzado, sino que así como en todo os hemos hablado con verdad, también nuestro gloriarnos con Tito resultó verdad.  15  Y su cariño para con vosotros es aun más abundante, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cómo lo recibisteis con temor y temblor.  16  Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros”.

                        4. 1 Ped 2:6, “Por lo cual también contiene la Escritura:  He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;  Y el que creyere en él, no será avergonzado”; 1 Ped. 3:16, “teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo”.

            D. Entrepo, avergonzar, girar adentro, esto es, volverse sobre uno mismo y producir así un sentimiento de vergüenza, una vergüenza saludable que involucra un cambio de conducta.

                        1. 1 Cor 4:14, “No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados”.

                        2. 2 Tes. 3:14, “Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence

                        3. Tito 2:6, “Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;  7  presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,  8  palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros”.

                        4. Sustantivo. 1 Cor 6:5, “Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos,  6  sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?”

III.  Pablo encarga a Timoteo a que sea leal al Señor y a él mismo.

            A. Ser fiel a Cristo, 2:1, “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús”; 2:8, “Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio”; 2:13,  “Si fuéremos infieles, él permanece fiel;  El no puede negarse a sí mismo”; 2:15, “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”.

            B. Ser fiel a Pablo, quien estaba íntimamente asociado con el evangelio (GH). 2:8, 13-15; 2:1-3, 7, 8; 3:10-15; 4:6-11, 16-18, 21

                        1. “Preso suyo”, nunca dice “prisionero del emperador de Roma”, sino prisionero de Cristo, Efes. 4:1; Filemón 1, 9; Fil. 1:13. Nerón podía encarcelar el cuerpo de Pablo, pero no su espíritu. Tampoco podía encarcelar la palabra, 2:9.

                        2. Compañeros fieles de Pablo:

                                    a. Onesíforo, 1:15-18, no se avergonzó de mis cadenas. Buscó y encontró a Pablo. Los que hicieron esto corrían el riesgo de ser prendidos y compartir el castigo de Pablo.

                                    b. Lucas, 4:11

                                    c. Crescente, Tito, Tíquico, 4:10-12

                        3. Compañero que lo desamparó, 4:10

IV. Participar conmigo en sufrir por Cristo.

            A. Aceptar tu parte de este sufrimiento. 2:3, “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo”. Pablo está llamando a Timoteo a su lado (4:13,21) cuando estaba en la sombra de la muerte (4:6-8). Obviamente al hacerlo Timoteo estaría en peligro.       

            B. En este momento tal vez nosotros no estemos en semejante peligro, pero Jesús enseña claramente que sus discípulos serán perseguidos. Mat. 5:10-12. La persecución tiene muchas formas. ¿Estamos listos siempre a aceptar nuestra parte en sufrir por Cristo y el evangelio?

            C. Los que sólo buscan la vida fácil en la iglesia, que no quieren incomodarse, que no quieren sacrificarse por Cristo, que sólo quieren agradar a otros, en lugar de seguir fielmente a Cristo, se engañan solos.

            D. Si practicamos y predicamos la doctrina de Cristo (todo el consejo de Dios) habrá persecución, 3:12.

            E. “Según el poder de Dios”, v. 7. Dios no nos da espíritu de cobardía, sino de poder. Fil. 4:13.

Al Estudio Anterior: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía” - 2 Tim. 1:7