La dedicación de Pablo a su ministerio

2 Corintios 5:11-21

Introducción.

            A. Pablo sigue explicando y defendiendo su ministerio para refutar lo que sus enemigos en Corintio decían en su contra.

            B. En este texto vemos lo que le motivaba a ser tan dedicado a su ministerio.

I. 5:11, “Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres”.

            A. La palabra “pues” conecta esto con el versículo anterior que habla del juicio final, el cual debe producir temor en el corazón de todos. Hech. 24:25, “Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Felix se espantó”; Mat. 25:40, “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”; Apoc. 20:15, “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.

            B. Pablo persuadió a muchos hombres. Lucas registra los resultados del ministerio de Pablo en Hechos de los Apóstoles. También observamos su gran capacidad para persuadir al leer sus cartas inspiradas. Es muy importante estudiar este ministerio y aprender cómo Pablo persuadió a los hombres a obedecer al evangelio, y luego persuadió a las iglesias a permanecer fieles.

            C. Según este texto el predicador mismo es el que debe conocer el temor del Señor, y de esa manera ser motivado a persuadir a los hombres. Pero la predicación misma debe incluir todo aspecto del evangelio, con mucho énfasis sobre el amor y misericordia de Dios, la vida, muerte y resurrección de Cristo, como también la denuncia del pecado y cómo obtener el perdón de Dios; es decir, la predicación no debe ser pura amenaza del castigo eterno. Desde luego debemos huir de la ira venidera, pero Dios quiere que seamos movidos por el amor y gratitud para servirle. Mat. 22:37, “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38  Este es el primero y grande mandamiento”. Si nuestra obediencia no es motivada por el amor, no escaparemos de la ira.

II. No nos recomendamos a vosotros.

            A. Pablo tuvo detractores en Corinto. Reclamaban ser siervos y apóstoles de Cristo (11:5, 13, 22). Se jactaban de sus antecedentes judaicos (11:22,23), pero proclamaban a “otro Cristo” (11:4). Obviamente decían que Pablo no tenía cartas de recomendación como ellos habían llevado a Corinto; negaban la autoridad de Pablo como apóstol (3:2; 12:12); decían que sus cartas eran muy fuertes pero que su presencia corporal era débil (10:1, 9), y otras acusaciones falsas.

            B. Lo importante era que “a Dios le es manifiesto lo que somos”; también esperaba “que también lo sea a vuestras conciencias” (4:2). Pablo sí se recomendaba: 6:4, “nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias, etc.”

            C. “Os damos ocasión de gloriaros por nosotros”. Pablo tuvo muchos amigos en Corinto. Sus enemigos no habían corrompido a todos. Con esta carta los hermanos fieles tendrían muchas “municiones” para refutar los cargos falsos de sus oponentes. El no quería agradar a los hombres (Gál. 1:10) y no buscaba la gloria de los hombres (Juan 5:41), pero tuvo que defenderse para defender el evangelio que predicaba. Lo que odiaban los enemigos de Pablo era la verdad que él predicaba.

            D. Hermanos fieles deberían defender al predicador fiel. Frecuentemente predicadores fieles son calumniados aun por hermanos (carnales) simplemente porque éstos no aman la verdad y no quieren que el predicador denuncie sus pecados. Quieren hacer que el predicador calle la boca. Cuando esto sucede los fieles deben levantar su voz y con toda convicción apoyar al predicador y la verdad que él predica. Recuérdese siempre que en estos casos el verdadero blanco no es el predicador, sino la verdad que él predica. Juan el bautista, Cristo, Pablo, Esteban y muchos otros fueron perseguidos (y aun muertos) no por ser personas tan desagradables, sino por lo que predicaban.

III. 6:13, Porque si estamos locos, es para Dios.

            A. Parece que sus detractores decían que estaba loco. Mar. 3:21, “Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí”; Hech. 26:24, “Diciendo él estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo; las muchas letras te vuelven loco.  25  Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura”. Siempre los del mundo que están enamorados de la sabiduría humana piensan que los cristianos fieles y celosos están locos. Dicen que son “fanáticos”, porque no entienden la conducta de los que sinceramente creen en Dios y quieren vivir de acuerdo a su voluntad. ¡Cuántos maridos incrédulos creen que sus esposas son fanáticas simplemente porque quieren asistir a las dos reuniones de la iglesia el domingo y todas las noches durante una serie de predicaciones!

            B. Dice Pablo que si es así, entonces “es para Dios”. 1 Cor. 4:10, “Nosotros somos insensatos por amor de Cristo”. Si Pablo estaba loco, era por causa del celo que él tenía por las cosas de Dios.

IV. 6:14, Porque al amor de Cristo nos constriñe.

            A. El amor a los hermanos, el juicio final, conociendo el temor de Dios y ahora “el amor de Cristo nos constriñe”. Esta frase es como un resumen de las otras cosas que motivaban. Si los corintios querían entender cuáles eran las fuerzas que le movían e impulsaban, aquí están. Aquí está la explicación de su gran dedicación a su ministerio.

            B. Aquí está el fuerza motriz, la fuente de toda su energía en su ministerio: Cristo murió, y “si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. El significado verdadero del ministerio de Pablo era la muerte de Cristo.

            C. En base a esto, 5:18, “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;  19  que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.  20  Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. Así, pues, el ministerio de Pablo, como embajador de Cristo, era ministerio de reconciliación, porque Cristo murió en la cruz para que a través de El los hombres puedan ser reconciliados con Dios y tener comunión con El (Efes. 2:12-17; Col. 1:21).

                        1. No es correcto aplicar el nombre “embajador” a otros cristianos. Los apóstoles eran embajadores de Cristo, porque eran sus apóstoles escogidos, testigos escogidos, y recibieron su comisión directamente de Cristo y recibieron el evangelio del Espíritu Santo.

                        2. “No tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados”. Esta expresión significa simple y sencillamente que Dios perdona los pecados. Compárese Rom. 4:6, “Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras,  7  diciendo:  Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,  Y cuyos pecados son cubiertos.  8  Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado”. Es muy obvio que este texto dice la  misma cosa de tres maneras: (1) iniquidades perdonadas; (2) pecados cubiertos; y (3) no inculpa de pecado.

Conclusión.

            A. Vemos en este texto la explicación de la dedicación de Pablo al ministerio de reconciliación.

            B. Fue motivado o impulsado por el temor de Dios a persuadir a los hombres; el amor de Cristo le constreñía; y consciente de la condición lamentable de los hombres perdidos, como embajador de Cristo rogaba en nombre de Cristo: “Reconciliaos con Dios”.

  * * * * * *

            Los encabezados (títulos) de estos temas sobre 2 Corintios se encuentran en el estudio del hermano Homer Hailey titulado “The Preacher – His Spirit and Work”. El dice, “El siguiente bosquejo de 2 Corintios viene del comentario por el Sr. Charles R Erdman”.

            Es un bosquejo excelente. Se recomienda que al estudiar toda la carta, se recuerde que Pablo está defendiendo su ministerio entre los corintios.

 

Al Estudio Anterior: El ministerio de esperanza - 2 Corintios 4:16 - 5:10
Sermones Index
Al Siguiente Estudio: La base de la unidad