Somos miembros los unos de los otros (II)

(Usar los diferentes dones según la gracia dada)
Romanos 12:6-8

Introducción.

A.    Un repaso breve de la lección ante­rior: v. 1-5.

B.     Presentar tanto el cuerpo (el templo del Espíritu Santo) como el espíritu -- la vida entera, pues -- al Señor, como "sacrificio vivo".

C.    No gobernados por la sonrisa del mundo, sino transformados a la imagen de Cristo, pensando los pensamientos de Dios.

D.    No exaltarnos pensando que somos importantes por tener dones importantes, sino recordar:

1.  Que todos los dones provienen de Dios. No son de nosotros mismos. No cabe, pues, la soberbia, 1 Cor. 4:7.

2.  Que todos los dones son para la edificación y el desarrollo del cuerpo, y no para nosotros mismos.

3.  Que no hay envidia y rivalidad en­tre los miembros del cuerpo físico, sino que funcionan en perfecta armonía.

4.  Que todos los miembros son mutuamente dependientes los unos de los otros.

1. Teniendo Diferentes Dones, v. 6.

A. La lista de los dones se halla en los v. 6-8; 1 Cor. 12:7-10,28; Efes. 4:8,11. En los v. 6-8 Pablo especifica distintas clases de dones.

1.     Es una lista práctica. Aunque Pablo menciona el don de profecía (v. 6), los demás dones son de servicio (v. 7,8), y son dones ordinarios. Se refieren a los talentos y capacidades que Dios nos ha dado para servirle.

2.     Es una lista típica. De ninguna manera menciona Pablo todos los actos de servicio que Dios requiere. Estos sirven para dar énfasis a la necesidad de ser cumplidos en el servicio de Dios.

B.     Hay diferentes dones porque "no todos los miembros tienen la misma fun­ción" (v. 4).

C.    Todos son importantes porque todas las funciones son importantes. Por lo tanto, todos los miembros son impor­tantes.

D.    Por eso, debe haber respeto mutuo entre los miembros.

H. Usese Conforme A La Medida De La Fe, V. 3.

A. No fe subjetiva. La palabra "fe" en este versículo no significa la fe subjetiva, la fe de la persona, porque Pablo dice "conforme a la medida de fe que Dios repartió".

1. No es don de Dios. La fe subje­tiva, la fe personal, la fe que tenemos en Dios viene por el oír la palabra de Cristo, Rom. 10:17, y no es dada por Dios. Algunos citan Efes. 2:8 ("por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios") para probar que la fe subjetiva es "don de Dios". Pero es muy obvio que el don de Dios es la salvación.

2. El v. 6 es claro: "si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe". Es obvio en este texto también que "la me­dida de la fe" está relacionada con los dones que Dios reparte.

B. Dispuestos a servir. Recuérdese que uno de los propósitos principales de Pablo en este texto es que cada miembro esté dispuesto a servir al Señor con el don que tenga. El miembro digno de honor y ala­banza no es necesariamente el que haya recibido el don más anhelado, sino el que fielmente utiliza el don que haya recibido de Dios.

C. Reconocerlo, usarlo con diligencia. Es importante, pues, que cada miembro examine su vida y reconozca cuál es el don que Dios le haya dado, y con humildad utilizarlo diligentemente en el servicio del Señor.

1.  Sin quejarse, sin murmurar. Debe­mos estar muy agradecidos con Dios por lo que nos haya dado. Debemos estar con­tentos con nuestro propio don. No nos conviene quejarnos ni tampoco envidiar a otros miembros. Tal actitud indica ingrati­tud.

2.  Sin envidiar. Tampoco debemos envidiar a otro miembro. Esto también indica mala actitud hacia Dios.

D. El punto principal. El punto princi­pal en este texto (como también en 1 Cor. 12) es que todos nuestros dones (talentos, capacidades, habilidades) nos han sido da-dos por Dios, y que debemos usarlos fiel y diligentemente en su servicio, y para los propósitos de El, sin usurpar la autoridad de otros ni olvidar de dónde vino el don.

III. Si El De Profecía, V. 6.

A. Mencionados después de apóstoles, 1 Cor. 12:28; Efes. 2:20; 4:11. Es obvio que los profetas constituían un orden de maestros inspirados, distintos de los após­toles, que en cuanto a autoridad siguieron a los apóstoles.

B. Predecir el futuro. Los profetas del Antiguo Testamento predecían el futuro, y sus profecías se cumplieron al pie de la letra. También en el Nuevo Testamento había profetas.

1.    Hech. 11:28 "Agabo daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada".

2.    Hech. 21:10,11, también profetizó que Pablo sería "atado" en Jerusalén.

C. Revelaron la voluntad de Dios. Aunque predecían el futuro, la función principal de los profetas era la de revelar y enseñar la voluntad de Dios, 2 Ped. 1:20,21.

1.  Hech. 13:1, "profetas y maestros".

2.  Hech. 15:32, "Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundan­cia de palabras". Aquí vemos que los pro­fetas también consolaron y confirmaron a los hermanos.

D. Para edificación. 1 Cor. 14 explica que el don de profecía era más importante que el don de lenguas porque edificaba a la iglesia (v. 4,5,19).

E. Don provisional. 1 Cor. 13:8-10 ex-plica que los dones del Espíritu Santo, tales como el don de lenguas y de pro­fecía, se acabarían cuando lo "perfecto" viniera. La revelación que recibían en aquel tiempo a través de los dones era parcial ("en parte conocemos"). Lo "perfecto" (lo completo) se refiere al Nuevo Testamento completado.

F. Función importante y seria. Desde luego, aquellos profetas tenían que usar ese don estrictamente conforme a la vo­luntad de Dios. Había muchos falsos pro­fetas.

IV. O Si De Servicio, En Servir, V. 7.

A. El ministerio de la palabra, Hech. 6:4; 20:24; 21:19; 2 Cor. 5:18; 6:3; 1 Tim. 1:12. La palabra traducida "servicio" tam­bién se traduce "ministerio".

B.   El ministerio de benevolencia, Hech. 6:1 (distribución, servicio); 12:25; Rom. 15:27; 1 Cor. 16:15. Véase Rom. 12:13, la hospitalidad era un servicio muy importante en aquellos tiempos porque muchos perdieron sus hogares, familias, empleo, etc. por la causa de Cristo.

C.   Todos los cristianos sirven, imitando a Jesús quien vino al mundo no para ser servido, sino para servir (Mat. 20:28).

D.   Servir como miembro. La enseñanza aquí es que debemos recordar que no servimos en sentido desconectado o aislado, sino como miembros del cuerpo, y para que el cuerpo funcione. El cuerpo funciona cuando cada miembro hace su parte, Efes. 4:16.

V. O El Que Enseña, En La Enseñanza, V. 7.

A. Instruir, impartir información, edi­ficar. El que enseña hace trabajo muy im­portante.

1.    Es trabajo serio, responsable, solemne (Sant. 3:1).

2.    No todo aquel que profesa ser maestro cumple con su responsabilidad (2 Tim. 4:3,4).

B. Había maestros inspirados, como ya hemos visto en Hech. 13:1 y 1 Cor. 12:28,29.

C. "Pastores y maestros", Efes. 4:11, probablemente los mismos, porque la fun­ción principal de los pastores (ancianos) es la de enseñar, exhortar, y amonestar para "alimentar" el rebaño.

D. Las hermanas ancianas, Tito 2:3-5, (hermanas que tienen más experiencia) deben enseñar a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos y a ser cuidadosas de la casa. Muchas hermanas modernas descuidan el deber doméstico al trabajar fuera del hogar. Desde luego, hay hermanas solteras, viudas y abandonadas que tienen que trabajar hiera del hogar, pero lamentablemente muchas hermanas lo hacen simplemente porque quieren tener más dinero, ser más independientes y porque no aman el papel que Dios les ha asignado, 1 Tim. 2:15; 5:14. Por lo tanto, las hermanas de más edad y experiencia deben exponerles "más exactamente el camino de Dios".

E.     1 Red. 3:5, todos deben "dar razón" de la esperanza.

F.     Propósito de la exhortación: Re­cuérdese que el punto principal aquí es que el que enseña debe hacerlo cumpli­damente.

1.  Cada maestro debe estudiar bien lo que va a enseñar, y luego hacerlo con sinceridad y toda diligencia.

2.  Cuidar su testimonio. 1 Tim. 3:7; Hech. 20:28; 1 Tim. 4:12.

VI. El Que Exhorta, En La Exhortación, V. 8.

A. Rogar, animar, amonestar. Este don se emplea para fortalecer la fe y estimular el ánimo de otros miembros.

B. Bernabé tuvo este don. Su nombre era José, pero los apóstoles reconocieron su don y le pusieron el sobrenombre "Bernabé" (hijo de consolación, es decir, persona con talento especial para conso­lar y exhortar). Hizo buen uso de su talento (véanse Hech. 4:36; 9:27; 11:22-24).

1.     Apolos era elocuente (Hech. 18:24), un don importante.

2.     Otros tenían otros dones. Pablo era tremendo para debatir y, desde luego, tenía muchos dones, sobrenaturales y or­dinarios.

3.     Parece que Bernabé superaba en la obra de exhortar.

4.     Todos estos dones son necesarios para que el cuerpo funcione como Dios quiere.

C. Heb. 3:13, Todos los miembros deben exhortarse el uno al otro. El miembro más "invisible" puede y debe hacer esta obra importante.

VII. El Que Reparte, Con Liberalidad, V. 8

      A. Todos reparten, Hech. 2:44-47; 4:34-37; 11:27-30.

B.   "Compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad", Rom. 12:13.

C.   Ofrenda cada domingo, 1 Cor. 16:1,2.

D.   Lo importante: que lo hagamos sinceramente, con corazón singular. La palabra "liberalidad" no se refiere sola-mente a la abundancia de la ofrenda, sino también a la condición del corazón del dador. Dios ama al dador alegre, 2 Cor. 9:7.

1.    2 Cor. 8:2, "generosidad". La misma palabra traducida "sincera fideli­dad" en 2 Cor. 11:3 y "sencillez" en Efes. 6:5.

2.    Los macedonios (2 Cor. 8:1-5) obedecieron la enseñanza de Pablo en Rom. 12:8 porque primeramente se dieron a sí mismos al Señor, 2 Cor. 8:5.

VIII. El Que Preside, Con Solicitud, V. 8.

A.   Los ancianos presiden, Hech. 14:23; 20:28; Heb. 13:17; 1 Ped. 5:2,3. Son los obispos (supervisores) de la congregación (el rebaño) del cual son miembros.

B.   La dirección necesaria. La supervisión no debe ser "señorío", sino simplemente la dirección necesaria. La exhortación de Pablo es que los ancianos tengan verdadera solicitud por los miembros bajo su cuidado.

C.   Ejemplos. Véanse los ejemplos de solicitud: Pablo (2 Cor. 7:13; 11:28); Timoteo (Fil. 2:20,21); Tito (2 Cor. 8:16).

D.   No codicioso de ganancias desho­nestas, 1 Ped. 5:2, es decir, que los que presiden cuiden de la iglesia en lugar de abusar de ella para su propio beneficio. Que no busquen señorío (elevándose a sí mismos). Que no sean imponentes (3 Jn. 9,10), sino que sean verdaderos servidores de los miembros.

E.   Otro peligro. Si algún hermano recibe el don de Dios para presidir, debe usarlo; es decir, debe aceptar la responsabilidad que corresponde al don.

1.  A veces hermanos capacitados se contentan con dejar que otros hermanos menos capacitados se encarguen de la di­rección de la iglesia.

2.  No les gusta la inconveniencia de la obra de hacer visitas. No les gusta la idea de exhortar y corregir a los hermanos infieles. No les gusta dedicarse al estudio cuidadoso de la palabra para poder en­señar y también tapar la boca de los que contradicen la palabra.

3.  Rom. 12:11 dice "en lo que re-quiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor". Esta ex­hortación es muy importante para los diri­gentes.

IX. El Que Hace Misericordia, Con Ale­gría, v. 8.

A.    Muchos ejemplos. Durante el mi­nisterio de Jesús muchos le rogaron di­ciendo, "Ten misericordia". Véanse Mat. 9:27; 15:22; 20:30; Mar. 10:47. Jesús tuvo misericordia de ellos sanándolos. No podemos sanar milagrosamente, pero sí podemos tener misericordia en muchas formas: ayudando y sirviendo a otros tanto en lo físico como en lo espiritual.

B.     Gran talento. Hay hermanos y hermanas con gran talento para la obra de tener misericordia. Son muy buenos para visitar, ayudar, atender, y cuidar.

C.    Con alegría. Que lo hagan con ale­gría, con buen humor, en manera bonda­dosa y feliz. Que no llegue nuestro servicio a ser tarea aburrida.

1. Tiempo largo. Tal "misericordia" puede llegar a ser servicio no solamente de días sino de semanas y meses (como en el caso de personas ancianas e inválidas).

2. Siempre alegre. Es sumamente importante que tal servicio se haga siem­pre con buen humor. De otro modo se hará más mal que bien. Si algún miembro que ofrece su ayuda es impaciente y re-sentido, entonces el pobre enfermo o an­cianito pensará, "ojalá que salga pronto y que no vuelva".

D.      Cuesta. La parábola del Buen Samaritano (Luc. 10:30-35) ilustra que el tener misericordia cuesta, tanto dinero como tiempo.

E.       Incluye el perdonar. El tener misericordia incluye el perdonar. Véase Mat. 18:27, "movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda". Luc. 15:20, "fue movido a misericordia" el padre del hijo pródigo. Estaba dispuesto a perdonarle.

Conclusión:

A.   Dar resumen de los v. 6-8, haciendo aplicación de la enseñanza de los v. 3-5 (como también de los v. 1,2).

B.   No habrá contiendas ni disensiones en el cuerpo si todos los miembros recuerdan que todos los dones provienen de Dios, que son para la edificación del cuerpo entero, que todos los miembros son mutuamente dependientes. Si re­cordamos esto, el cuerpo será unido y llevará a cabo su obra, porque no habrá envidia ni desavenencias, sino perfecta unidad y armonía.

C.   El resto del capítulo doce sigue des-arrollando el mismo tema. Obsérvense especialmente el v. 10, "unos a otros" (dos veces) y el v. 15, "gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran".

 

Al Estudio Anterior: Somos Miembros Los Unos De Otros - Romanos 12:1-5
Sermones Index
Al Siguiente Estudio: Miembros Los Unos de los Otros III - 1 Corintios 12