AMARÁS A DIOS CON TODO TU CORAZÓN, ALMA, MENTE, FUERZAS

Deuteronomio 6:5; 10:12

 

Introducción:

            A. Mateo 22:37, “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”.

            B. Marcos 12:30, “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento”.

            C. ¿Cómo podemos amar al Dios Invisible?

                        1. Sobre todo podemos ver a Dios al ver a Cristo. Juan 14:9, “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” porque aunque “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (Juan 1:18).

                        2. También Dios es “visto” en las maravillas de la creación. Romanos 1:20, “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”.

                        3. Hebreos 11:27, Moisés “Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible”.

 

I. AMARÁS A DIOS PORQUE ÉL ES EL CREADOR.

       A. Génesis 1:1, “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”.

            B. Génesis 1:26, 27, “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza... 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.

                        1. Según este texto Dios es nuestro verdadero Padre Celestial, nuestro Creador. Nos creó conforme a su imagen, conforme a su semejanza. Si podemos entender que debemos amar a nuestros padres terrenales, ¡cuánto más debemos amar a nuestro Padre Celestial ¡con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas!

                        2. Cristo dice, “Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre” (Mateo 15:4). Pablo repite este mandamiento en Efesios 6:2, “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa”. ¿Qué pensamos del hijo que no honra a sus padres? Cuanto más serio es no honrar a nuestro Padre Celestial, el Creador de toda persona (Job 31:15; Salmo 139:13; Zacarías 12:1).

                        3. Es precisamente lo que hacen los incrédulos que enseñan la evolución. Dan espaldas a su Creador, su Padre Celestial. La tontería de la evolución se ve claramente con las preguntas siguientes: ¿cómo llegó la evolución a inventar a Dios como el Creador del mundo? ¿Cómo llegó a inventar y producir la Biblia que dice que el hombre que no cree en Dios es necio? (Salmo 14:1).

       C. Honramos a nuestro Creado cuando le obedecemos, la adoramos y le servimos. De esta manera demostramos que amamos a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas.

 

II. AMARÁS A DIOS PORQUE DIOS ES AMOR  -- DIOS “NOS AMÓ PRIMERO”.

            A. 1 Juan 4:16, “Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor (V.8); y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”. V. 19, “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”.

                        1. El amor de Dios es sincero y nuestro amor debe ser sincero. Que no sea solamente de palabras.

                        2. Nuestro amor debe ser singular. Sant. 4:8, “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

                  3. Nuestro amor debe ser fuerte, intensivo, ferviente, superlativo. Lucas 14:26, “ Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo”. La palabra “aborrecer” en este texto significa “amar menos”.

            B. Su amor se ha manifestado a través de los muchos actos de compasión y misericordia hacia el hombre.

            C. La creación de la tierra como hermosa habitación adecuada y apropiada para el hombre era acto de amor hacia el hombre. Isaías 45:18, “Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la hizo un lugar desolado sino que la formó para que fuese habitada: Yo soy Jehová, y no hay otro”.

                        1. Hizo la tierra para proveer para toda necesidad física del hombre. Esto testifica a su Deidad (Romanos 1:20).

                        2. Además, proveyó todas las formas de vida que son necesarias para la existencia del hombre y sobre todo creó para él una “ayuda idónea” (Génesis 2:18-24). De esta unión resulta la familia, otra gran manifestación de su amor.

            D. Pero Dios no dejó al hombre solo en un mundo lleno de problemas. En su grande amor le ha dado instrucciones adecuadas para dirigir sus pasos. Jeremías 10:23, “Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos”. Salmo 119: 105, “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino”. 2 Tim. 3:16, 17, “ Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargúir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

            E. Sobre todo Dios ha manifestado su amor hacia el hombre proveyéndole la salvación del alma. Juan 3:16, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Romanos 5:8, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”.

                        1. Para que todos tengan acceso a esta salvación el amor de Dios nos da el evangelio que es el poder de Dios para salvación. Romanos 1:16,”  Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

                        2. Este evangelio que es expresión del amor de Dios requiere lo siguiente: oír el evangelio (Rom. 10:17); creer (Heb. 11:6; Jn. 3:16; 8:24); arrepentirse (Luc. 13:3, 5; Hechos 17:30); confesar a Cristo como Hijo de Dios (que Cristo es Dios el Hijo, Rom. 9:5; Tito 2:13; 2 Ped. 1:1; Hech. 8:37); ser bautizado (sumergido) en agua (Hech. 10:48) en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo (Mat. 28:19) para perdón de pecados (Hechos 2:38). Dios ha manifestado su amor hacia el hombre para ganar el amor del hombre hacia Él. 1 Juan 4:19, “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”. Juan 14:15, “Si me amáis, guardad mis mandamientos”.

            F. Otra demostración del amor de Dios es la iglesia que Cristo estableció (Mat. 16:18) el día de Pentecostés (Hechos 2). Los que obedecieron al evangelio fueron añadidos a su iglesia (Hechos 2:47).

            G. Dios ha demostrado su amor por nosotros diciéndonos, “echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros” (1 Ped. 5:7). Dios se preocupa por nosotros. En medio de pruebas y aflicciones perseveramos porque sabemos que Dios “tiene cuidado de” nosotros.

                        1. No es indiferente y no nos descuida aun cuando nos alejemos de “la casa del Padre”. Lucas 15:20, cuando el hijo estaba volviendo “cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió y se echó sobre su cuello y le besó”.

                        2. Nos cuida como el pastor cuida de sus ovejas.

                        3. Hebreos 6:10, “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”.

                        4. Dios muestra su amor no permitiendo que seamos tentados más de lo que podemos soportar y  provee la salida de toda tentación. 1 Cor. 10:13, “ No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.

                        5. Dios muestra su amor proveyendo un perfecto Mediador. 1 Tim. 2:5, Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”; Hebreos 7:25-26,  “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. 26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos”. 1 Juan 2:1, 2, “ Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”.

            H. Como manifestación final del amor de Dios Él nos dará vida más allá de la muerte. La vida eterna con Dios en el cielo (Juan 14:1-3) será una demostración inefable del amor de Dios. Amamos a Dios y queremos estar en su presencia eternamente. 1 Juan 3:1-2, “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”.

 

 

III. AMAMOS A DIOS Y POR ESO QUEREMOS GLORIFICARLE (ADORARLE) EN LA IGLESIA QUE CRISTO ESTABLECIÓ.

                        A. La iglesia existe para la gloria (adoración) de Dios (Efes. 3:21, “a Él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”.

                        B. Cantamos himnos para alabar al Señor. Efesios 5:18, 19, “sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones”; Colosenses 3:16, “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”.

                                   1. Los instrumentos de música fueron mandados bajo la ley de Moisés cuando se ofrecía el holocausto, 2 Crónicas 29:25-29.

                                   2. Pero no hay texto alguno en el NT que autorice el uso de instrumentos de música en el culto de la iglesia. (Agradan al hombre, pero no agradan a Dios. El uso de instrumentos de música en la iglesia no es para adorar a Dios. Es puro entretenimiento para los miembros y visitantes.

                        C. Oramos a Dios para exaltar su Nombre. 1 Tesal. 5:17, “orad sin cesar”; Efesios 6:18, “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”.

                        D. Predicamos la Palabra de Dios. Hechos 20:7, “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba… y alargó el discurso hasta la medianoche”.

                        E. Participamos de la cena del Señor. Mateo 26:26-29, “tomó Jesús el pan y bendijo y lo partió y dio a sus discípulos y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.  Tomando la copa y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados”; Hech. 20:7; 1 Cor. 11:23-27.

                        F. Hacemos la ofrenda. 1 Cor. 16:1, 2, “En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas”. La ofrenda es para sostener a los evangelistas también, Filipenses 4:15, 16; 2 Cor. 11:8, 9; 1 Cor. 9:15.

                        G. Estos son los actos de culto que la iglesia practica para mostrar su amor hacia Dios, exaltando su Nombre y adorándole en espíritu y en verdad (Juan 4:24).

 

 

Conclusión.

            A. Recuérdese que el primer mandamiento es que amemos a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas. Era el mandamiento principal en el Antiguo Testamento (Deut. 6:5) y es el mandamiento principal en el Nuevo Testamento (Mateo 22:37; Mark 12:30.

            B. Amamos a Dios porque Él nos amó primero y ha mostrado su amor en muchas maneras.

            C. Por lo tanto, debemos reciprocar ese amor obedeciendo al evangelio y honrando y glorificando a Dios en la iglesia, adorándole “en espíritu y en verdad” (Juan 4:24).

            D. Y luego sirviéndole de acuerdo a las enseñanzas del Nuevo Testamento, haciendo todo con amor y sinceridad.

            E. Recuérdese que “este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos” (1 Juan 5:3). “Si me amáis, guardar mis mandamientos” (Juan 14:15).