“ABUNDANDO EN LA OBRA DEL SEÑOR SIEMPRE”

1 CORINTIOS 15:58

 

INTRODUCCIÓN.

          A. 1 Corintios 15:58, “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”.

          B. Deuteronomio 30:8, “pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.  9  Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos”.

          C. Las palabras “abundante” o “abundantemente” o “sobreabundar” son términos claves en el Nuevo Testamento.

 

I. ABUNDAR EN LA OBRA DEL SEÑOR PORQUE SU GRACIA ABUNDA EN NOSOTROS.

          A. Romanos 5:17 habla de los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia”. Perisseia -- Medida sobreabundante, algo por encima de lo ordinario.

          B. Efesios 1:8, habla de la “gracia que hizo sobreabundar para con nosotros”.

          C. Romanos 5:20, “mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”.

 

II. ABUNDAR EN LA OBRA PORQUE LAS BENDICIONES DE DIOS NO SON MEDIOCRES (MEDIANAS) SINO SIEMPREABUNDANTES.

          A. Jesús dice: “He venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Juan 10:10.

1. No nos da un “mínimo” de bendiciones.

2. No nos bendice “pobremente”.  No son simplemente “suficientes” o “adecuadas”. 

3. Nos bendice ricamente, con abundancia, y espera que siempre abundemos en el servicio de Dios.

          B. Dios nos bendice con “amplitud”. Nos bendice “ampliamente”. Dios “derrama” bendiciones sobre nosotros. Nos bendice “profusamente”.

          C. Malaquías 3:10, Dios promete abrir las ventanas del cielo para derramar bendición hasta que sobreabunde.

          D. Muchas veces los hijos de Dios abusan de las abundantes bendiciones de Dios. No las usan bien. No saben valorarlas. Las menosprecian. No tienen gratitud.

               1. Deuteronomio 28:47, “no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón cuando tenías la abundancia de todas las cosas”.

               2. Jeremías 2:7, “os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su fruto y su bien; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e hicisteis abominable mi heredad”.

               3. Deuteronomio 6:10, “Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres… que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, 11 y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies, 12 cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”.

               4. 2 Corintios 6:1, “Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios”.

               5. Gálatas 2:21, “no desecho la gracia de Dios”.

               6. Hebreos 12:15, “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios”.

         

III. PARA ABUNDAR EN LA OBRA DEL SEÑOR SON NECESARIAS LAS CINCO COSAS QUE PABLO PIDE EN EFESIOS 3:14-19:

          A. “que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu

          B.  para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones … 

          C. a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura …

          D. y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento …

          E. para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.

          F. Dios hace posible lo que Pablo pide: Efes. 3:21, “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros … A Él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”.

 

IV. ESTO REQUIERE “LA RENOVACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO”.

          A. Tito 3:5, 6, “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo6que El derramó sobre nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador …”

          B. Después de ser bautizados (“lavamiento de la regeneración”), Hechos 2:38; 1 Corintios 6:11; Gálatas 3:27; Efesios 5:26.

          C. Luego agregar las siete virtudes de 2 Pedro 1:5-10, “añadid a vuestra fe virtud … conocimiento … dominio propio … paciencia … piedad … afecto fraternal … amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”.

 

V. PARA ABUNDAR EN LA OBRA DEL SEÑOR NECESITAMOS DIVINA SABIDURÍA.

          A. Santiago 1:5, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”

          B. ¡Y sin duda necesitamos abundancia de divina sabiduría!

     C. Para asuntos personales, asuntos de la familia (matrimonio,  criar hijos), asuntos de la iglesia, para tomar buenas decisiones en el trabajo (negocio), para  convertir gente,  etc.

          D. Para tener la divina sabiduría es necesario aprender, aceptar y seguir los pensamientos y caminos de Dios. Isaías 55:8, 9, “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.

          E. 2 Timoteo 3:16, 17, La Escritura es útil para enseñar, redargüir, corregir, instruir … pero se requiere divina sabiduría para aplicarla.

 

VI. PARA ABUNDAR EN LA OBRA HAY QUE ABUNDAR EN AMOR.

          A. Amor que abunda es amor que no se puede medir.

          B. Filipenses 1:9, “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento”. El amor no es ciego. Ha de ser guiado por el conocimiento espiritual. Tiene que ver con el buen juicio, el discernimiento para aprobar lo mejor.

               1. Los filipenses ya le habían mostrado el amor abundante al tener comunión con él en el evangelio (1:5; 4:15-18) y, desde luego, Pablo no lo minimiza.

               2. Pero aun así, el amor debe abundar más y más. Siempre hay lugar para crecimiento. Es imposible tener demasiado amor.

               3. Lucas 6:38, “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”.

          C. 1 Tesalonicenses 3:12, “Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros”. Nunca pensar que el amor que tenemos los unos por los otros es “suficiente” o “adecuado”. Pablo dice: abundar en amor.

          D. La obra del Señor conectado con amor, Gálatas 5:6 conecta la fe, el amor y la obra … También 1 Tes. 1:3, “acordándonos de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor …”

 

VII. ABUNDAR EN OFRENDAR PARA LA OBRA DEL SEÑOR ES ABUNDAR EN AMOR.

          A. 2 Corintios 8:7, “Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia”.

          B. Imitar a los macedonios (2 Corintios 8:3-5).  ”Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;

          C. Efecto de la abundante ofrenda: 2 Corintios 9:12, “Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios”.

          D. Sobre todo, imitar a Cristo: 2 Corintios 8:9, “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”.

          E. Sembrar- Segar. 2 Corintios 9:6, “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”. 7 no dar con tristeza, ni por necesidad, Dios ama al dador alegre”. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”.

          F. ¿A quién robamos cuando no ofrendamos generosamente? Malaquías 3:8, “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas”. Pero también robamos a nosotros mismos (porque segaremos lo que sembramos).

          G. 1 Crónicas 29:16, “Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo”. Al ofrendar recordar: lo que ofrendamos a Dios ¡ya era suyo… ya era de Él!

          H. 1 Crónicas 22:5, “Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia”.  ¡Debemos imitarlo! Siempre nuestra ofrenda  a Dios debe ser “en gran abundancia”.

          I. De acuerdo a “lo que haya prosperado”. La viuda que dio dos monedas dio “en gran abundancia”. 

          J. Prov. 3:9, “Honra a Jehová con tus bienes,  Y con las primicias de todos tus frutos;  10  Y serán llenos tus graneros con abundancia,  Y tus lagares rebosarán de mosto”. ¡Cuántos textos enseñan que segamos lo que sembramos!

          K. 1 Timoteo 6:17-18, “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;

          L. 1 Timoteo 6:19, “atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna”. Mateo 6:19-21, No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”.

 

CONCLUSIÓN

          A. Entonces, ¿cómo debemos servir a Dios? ¿Debemos darle servicio “escaso”, “limitado”, “mínimo” … Servicio “adecuado” o “suficiente”?

          B. Nuestro servicio refleja nuestra fe (o falta de fe) en Dios, nuestro amor (o falta de amor) por Dios y nuestra gratitud (o falta de ella).

          C. Por lo tanto, “Abundando siempre en la obra del Señor”.

          D. El que vive la vida abundante se esfuerza lo más que pueda en la obra del Señor, porque hay mucha obra y pocos obreros.

Mateo 9:37, 38, “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.