1 CORINTIOS 14

(LA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS)

Superioridad del don de profecía

 

INTRODUCCIÓN:

           A. 1 Corintios 13:8-12 enseña claramente que los dones iban a cesar al llegar “lo perfecto” (el Nuevo Testamento completo,  la completa revelación en el Nuevo y Mejor Pacto de Jesucristo).

          B. Pero es importante estudiar este capítulo para diferenciar las afirmaciones de los grupos carismáticos de lo que en realidad enseña el Espíritu Santo aquí, y para aprender el buen orden que se requiere en todo servicio de adoración de una congregación de Cristo.

          C. ¿Qué tipo de lenguas son las referidas en este capítulo? ¿Eran las lenguas de este capítulo “lenguas extáticas” o “lenguas celestiales” o  lenguas de ángeles? Si alguno afirma que son lenguas “extáticas” o de “ángeles”, ¿en base a qué versículo del contexto lo afirma? ¿Hay base bíblica para semejante afirmación? Veremos que no.

          D. ¿Qué significa “ore para que interprete”? Obviamente esta oración no era una oración común, sino una oración que requería de interpretación, una oración en un idioma extranjero.

          E. ¿Qué significa orar y cantar con el Espíritu? ¿Qué significa orar y cantar con el entendimiento? Es claro que dicha oración y cántico no eran uno común, sino uno diferente en naturaleza. Pero, ¿en qué consistía dicha diferencia? Veremos que son oraciones y cánticos en un lenguaje extranjero a la región donde se reunía la iglesia congregada.

          F. ¿Debe  la mujer predicar? Pablo lo prohíbe. Este capítulo es sumamente claro en este punto. También 1 Timoteo 2:11, 12.

          G. ¿Las lenguas eran señales para quiénes? ¿Eran señales para la iglesia reunida o eran señales para los incrédulos? ¿Se podía usar el don de lenguas en cualquier circunstancia y lugar? ¿Los que hablaban en lenguas podían controlar el ejercicio de su don sobrenatural o quedaban fuera de sí?

          H. Estudiemos este capítulo con cuidado para encontrar las respuestas a estas y otras preguntas importantes.

 

 14:1 Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente los dones espirituales, sobre todo que profeticéis.

          A través del capítulo Pablo enfatiza la edificación que en turno requiere el entendimiento de la gente. Da mucha importancia al don de profecía porque este mensaje se entregaba en el idioma de la gente presente revelando por medio del profeta la voluntad de Dios a los congregados.

          14:2 Porque el que habla en lenguas (del griego “glossa”; literalmente, lengua, lenguaje, idioma) --

          La palabra “lenguas” de este texto se refiere al don milagroso de hablar el idioma o dialecto de otra nación. Hechos 2:8, 11. No hay nada en 1 Corintios 14 que indique que las lenguas mencionadas en este capítulo sean diferentes de las lenguas del día de Pentecostés.

          Algunas versiones dicen “lengua extraña”, “lengua desconocida” (Valera 1960), o “lengua de éxtasis” pero estas palabras no aparecen en el texto original (griego). No son traducción sino comentario. Pablo dice simple y sencillamente “lengua”. Los comentarios de los traductores cuando agregan “extraña” o “desconocida”, simplemente podrían tomarse como un esfuerzo por dar a conocer que las lenguas sin traducción, es decir, sin interpretación, eran lenguas ajenas a los congregados en la asamblea reunida en iglesia. Sin embargo, siempre son palabras añadidas al texto griego, no son del Espíritu Santo. En cuanto a “éxtasis”, esto es más que un simple comentario, pues da a conocer la clara inclinación de los comentaristas de una paráfrasis (comentario del texto, no traducción fiel del mismo). El señor Francisco Lacueva, en su interlineal griego-español, traduce “lengua” sin las palabras añadidas por tantas versiones y paráfrasis de la Escritura.

          En este mismo capítulo, v. 10, Pablo especifica “idiomas” y no dice nada de “desconocida” o “extraña” o “de éxtasis”.

          Estas palabras agregadas representan el deseo, y confusión, de tantos religiosos de describir como misterioso o sensacional la obra del Espíritu Santo. El apóstol Pablo solamente quería que toda revelación de Dios fuera entendible y entendida, que se comprendiera el sentido del mensaje comunicado en su totalidad.

          -- no habla a los hombres, sino a Dios,    

          ¿Eran las lenguas de este capítulo “lenguas extáticas” o “lenguas celestiales” o  lenguas de ángeles? No, ni nada del estilo. Por el contrario, eran lenguas habladas por las naciones del mundo. Eran iguales a las lenguas de Hechos 2:8, 11. Los versículos 27 y 28 aclaran toda la cuestión. Sin la interpretación adecuada de un intérprete, el mensaje comunicado sería siempre para Dios y no para edificación de la asamblea que no sabría lo que se había dicho. El orden debía regir, se debía hablar dos o a lo más tres, y siempre por turno.

          -- Nadie le entiende o comprende, si habla en un idioma que nadie en la asamblea entiende. Por lo tanto, en cuanto a la comprensión de los presentes él habla puros misterios, pues los oyentes no captan el sentido.

          -- sino que en su espíritu habla misterios, musterion, “aquello que solo puede llegarse a saber por revelación divina” (Dicc. Vine). Véase Efesios   3:3-5. Lo que fue dicho en lengua no interpretada eran misterios para los corintios. Por ejemplo, si el idioma que hablaba hubiera sido el ruso, los corintios no le habrían entendido (a menos que hubiese un intérprete para la asamblea), pero si hubiera habido rusos en la asamblea, ellos sí le habrían entendido.

          14:3  Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. Edificación es la palabra clave en este capítulo y para que hubiera edificación era necesario que toda la iglesia entendiera a cabalidad lo que se decía y obviamente el que profetizaba hablaba en el idioma de los corintios (nunca un profeta se comunicó en lengua desconocida al auditorio a quien Dios le enviaba). 

          14:4  El que habla en lenguas, a sí mismo se edifica. Esto indica que el que hablaba en lengua entendía lo que decía, porque de otro modo no habría sido edificado. No fue edificado por el mero hecho de recibir don. En todo el capítulo Pablo insiste en que no hay edificación sin el entendimiento del mensaje recibido de Dios. Él no dice nada de ser edificado por haber recibido algún don.

          Algunos adoraban a Dios, orando y cantando en lengua (versículos 14-17), pero hubiera sido imposible adorar a Dios sin entender lo que decían en oración y cantos. El Espíritu Santo no hubiera participado en tal “adoración”.

          Si el que hablaba en lengua entendía lo que decía, ¿por qué no podía interpretarlo él mismo?

           Porque el interpretar era don del Espíritu Santo. Dios quería que el mensaje fuera inspirado del Espíritu Santo. Si el que hablaba en lengua hubiese interpretado el mensaje, la interpretación habría sido con palabras humanas y no con palabras del Espíritu Santo.

          14:5-9 Aun cosas inanimadas tienen que dar sonidos inteligibles, claramente comprensibles en su sentido. Por ejemplo, la trompeta es capaz de dar varios mensajes pero tienen que ser claros y entendibles. De otro modo sólo producen confusión por el ruido, en lugar de comprensión por la melodía (hay diferencia entre ruido y melodía). Con esto Pablo enfatiza la importancia de entender lo que se dice para que haya edificación. Esto incluye el enseñar, el predicar, el orar y aun el cantar. En todo es necesario usar palabras inteligibles y hablar de manera clara y entendible.

          14:10-12  Hay, quizás, muchas variedades de idiomas en el mundo, y ninguno carece de significado. 11 Pues si yo no sé el significado de las palabras, seré para el que habla un extranjero, y el que habla será un extranjero para mí.

          Aquí habla claramente de IDIOMAS. No hay nada de “lengua extática” ni cosa semejante en este capítulo. Pablo habla de idiomas como los de Hechos 1:8, 11.

 

         14:13 Por tanto, el que habla en lenguas, pida en oración para que pueda interpretar (Griego: ore para que interprete). Los dones fueron recibidos por la imposición de las manos de los apóstoles (Hechos 8:17; 19:6; Romanos 1:11; 2 Tim. 1:6)). No hay texto que diga que se obtuvieran por medio de la oración. Muchos creen que hasta la fecha los dones (mayormente el don de lenguas) pueden obtenerse por medio de la oración, pero lo esperan en vano.

         Pablo no dice “pida en oración el don de interpretar” sino simplemente “ore para que interprete”. El contexto siempre rige. El v. 13 está estrechamente conectado con los ver. 12-17. Comienza con “Así también” (v. 12) y luego “Por tanto” (v. 13) y en los siguientes versículos, “porque … entonces … de otra manera … porque”. Por lo tanto, el orar del v. 13 es orar en lengua. En el v.13 Pablo dice “ore” y luego sigue en el v. 14, porque si oro en lengua, es decir, si hago lo que acabo de decir (en el v. 13).

         El verbo proseuqesthai (orar) en el v.14 está conectado con lo que precede en el v.13 por la palabra gar (porque) y, por lo tanto, el proseuqesthai del v. 14 se refiere al proseuqesthai del v. 13. Tienen el mismo significado los dos verbos; es decir, significan orar en lengua. Entonces este versículo (13) significa que ore (en lengua) hina (a fin de que, a manera que, con el intento de) diermeneue, pueda interpretar (algunas versiones dicen “para poder interpretar”).

         Repito: El contexto rige. El v. 13 es parte integral de una sección de versículos (12-17) que enfatizan que las lenguas deberían ser interpretadas para ser entendidas para que edificaran.

         Los que enseñen que el que oraba en lengua podía recibir el don de interpretación por medio de la oración están de acuerdo con los carismáticos que niegan que los dones se recibieron solamente por la imposición de las manos de los apóstoles.

         No es razonable enseñar que el orar del v.13 sea oración ordinaria en un contexto que habla repetidas veces del orar con lengua:  v. 13, “ore para que interprete”; v. 14, “oro en lengua”; v. 15, “oraré con el espíritu (orar en lengua); v. 16, “si bendices sólo en el espíritu” (dar gracias en lengua, “¿cómo dirá el amén a tu acción de gracias” en lengua que él no conoce?); v. 17, “tú das gracias bien” (en lengua), pero el otro no es edificado porque no entiende.

         14:14-15 Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora… El versículo 14 habla de orar en lengua. No sería oración si no hubiera entendimiento de parte del que oraba. El que oraba y cantaba en lengua adoraba a Dios en lengua no conocida por los corintios y, desde luego, el adorar debe ser de corazón (intelecto, voluntad, emociones).

         Pero mi entendimiento queda sin fruto en la iglesia porque no le entendieron. El que oraba y cantaba en lengua sí adoraba a Dios pero los demás no podían acompañarle en la adoración porque no entendían lo que decía.

         14:15 Entonces ¿qué? Oraré con el espíritu, -- en lengua (lenguaje, idioma) un don del Espíritu

          pero también oraré con el entendimiento – con interpretación para que la iglesia entienda.

         Cantaré con el espíritu – en lengua, usando de una lengua extranjera a la región, un don del Espíritu

         Pero también cantaré con el entendimiento – con interpretación para que la iglesia entienda. Orar o cantar con el Espíritu era orar o cantar en lengua; orar o cantar con el entendimiento era orar o cantar con interpretación para que se entendiera.

         14:16 De otra manera, si bendices sólo con el espíritu, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias el que ocupa el lugar del que no tiene ese don, puesto que no sabe lo que dices?

         Este texto confirma que la explicación del versículo 15 es la correcta. El que oraba o bendecía (daba gracias) no fue entendido porque oraba en lengua que los corintios no hablaban y la consecuencia fue que el entendimiento quedó sin fruto o provecho.

         Si alguno oraba en lengua los que no entendieran no podían decir “el Amén a tu acción de gracias” pero tampoco podía decir amén el hermano que oraba en lengua si no la entendía. El hecho de que uno podía orar y cantar con el espíritu (en una lengua) es prueba que tal hermano mismo podía entender lo que decía en la oración y lo que cantaba.

         El Señor nunca hubiera aceptado oraciones y cantos de hermanos que no entendieran lo que oraban o cantaban. Tal práctica no sería adoración de corazón sino solamente de labios. El Espíritu Santo nunca hubiera dado el don de lenguas para enseñar, orar y cantar privando al que tenía el don del entendimiento de lo que enseñaba, oraba o cantaba.

         Este texto nos hace ver que el orar y el cantar en espíritu significa orar y cantar en lengua porque al orar en espíritu los demás no podían decir amén porque oraba en una lengua que ellos no entendían. Entonces es igualmente claro que el orar y el cantar con el entendimiento se refiere al entendimiento de los otros hermanos.

        

         14:17 Porque tú das gracias bien, pero el otro no es edificado.  Si uno daba gracias bien (en lengua), obviamente entendía lo que decía, pero si la oración no fuera interpretada los demás no serían edificados (no podrían participar en la oración).

         14:18, 19 18 Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros; 19 sin embargo, en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para instruir también a otros, antes que diez mil palabras en lenguas, idiomas ajenos a la región, idiomas extranjeros de la tierra.

         Al decir “cinco palabras con mi entendimiento” no se refiere a su propio entendimiento sino al entendimiento de los demás (“para instruir también a otros”).

         14:20 Hermanos, no seáis niños en la manera de pensar; -- ¿Por qué les exhorta a no ser niños? Porque todo su comportamiento con respecto a las lenguas indicaba falta de madurez. Eran fascinados con las lenguas como si fueran juguetes de niños. Los estaban usando para pura exhibición y aparentemente para divertirse.

         Los carismáticos son “niños” también, fascinados con las lenguas y son peores que los corintios porque ni siquiera existen las lenguas ahora. Sin embargo, en su afán por las lenguas han inventado falsos ruidos que llaman lenguas que son peores que la barbulla o balbuceo porque por confusas que sean estas palabras indican algo de letras y sílabas trastornadas, mientras que los sonidos que los carismáticos llaman lenguas son puros ruidos hechos con la boca que de ninguna manera tienen sentido. ¿Y dicen que los “interpretan”?

         -- más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar sed maduros. Esta exhortación coincide con 1 Corintios 3:3, acusación de carnalidad. La envidia produce malicia. A la vez es una exhortación práctica para la iglesia de cualquier siglo porque aunque los dones del Espíritu Santo cesaron a fines del primer siglo, el Señor sigue dando dones ordinarios a los miembros de la iglesia. Romanos 12:4-8; Efesios 4:11-16 hablan de las dos clases de dones. Todos deben usarse para el beneficio de la iglesia y no para provocar envidia y malicia entre hermanos.

         Este mandamiento, “sed niños en la malicia” destruye por completo la doctrina diabólica e insensata del calvinismo de que el niño nace pecador, totalmente depravado de todo bien. Según esa doctrina ridícula Pablo estaría requiriendo que los cristianos estemos completamente saturados con malicia.

 

         14:21 En la ley está escrito: Por hombres de lenguas extrañas y por boca de extraños hablare a este pueblo, y ni aun así me escucharán, dice el Señor.  En este texto la palabra “extrañas” sí aparece en el texto original, pero no está en los otros textos (los que dicen “desconocida” o “extraña” o “extática”, etc.). Se refiere a Deuteronomio 28:49, 50; Isaías 28:11. En este caso las lenguas de los Asiria que no entendió el pueblo de Israel fueron usadas por Dios para pronunciar juicios sobre Israel. El pueblo de Israel había recibido mucha instrucción con amonestaciones de los profetas pero siguieron rebeldes y desobedientes. Por eso, el profeta Isaías había profetizado que los enemigos del norte (Asiria) vendrían contra Israel si no se arrepintieran y al venir hablándoles en su idioma que era “lengua extraña” para Israel, esto sirvió como señal para confirmar las palabras de Isaías.

         14:22  Así que las lenguas son una señal, no para los que creen, sino para los incrédulos;

         Ya no existe el don de lenguas pero cuando existió no era señal de bendición para la iglesia sino señal para los incrédulos porque era milagro que confirmó el mensaje de Dios. Marcos 16:17-20; Hechos 2:4-11; 10, 11, caso de Cornelio; 19:6, los efesios.

         Dicen los carismáticos que las lenguas son señal de haber recibido el bautismo del Espíritu Santo, pero la Biblia enseña claramente que no existe ahora ni el don de lenguas (1 Corintios 13:8-10) ni el bautismo  con el Espíritu Santo (Hechos 2, 10), y aunque existieran los dos los carismáticos no recibirían ningún beneficio de ellos porque ellos no han obedecido al evangelio y sus iglesias son de origen humano. Otro detalle importante en cuanto al bautismo con el Espíritu Santo, los carismáticos deben aprender que era promesa y no mandamiento y la Biblia explica claramente quiénes habían de recibir esta promesa: los apóstoles (Hechos 1:4, 8; 2:1-4) y Cornelio y su casa (Hechos 10, 11).

   -- pero la profecía es una señal, no para los incrédulos, sino para los creyentes. 

         Obviamente las lenguas eran obra de Dios y habían de ser de gran bendición y aliento para la iglesia, pero los corintios preferían hacer puro teatro y exhibición de las lenguas para ser divertidos como niños en lugar de ser edificados por interpretación de ellas.

         14:23 Por tanto, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, -- Pablo no afirma que literalmente todo miembro de la iglesia hablaba en lenguas. Obviamente se refiere a los que participaron públicamente. Sin embargo, el versículo 27 indica que algunos hablaban al mismo tiempo, porque les dice que solamente dos o tres deben hablar y eso por turno.

         -- y entran algunos (visitantes) sin ese don o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?

         Porque no entienden lo que están diciendo y hay pura confusión por el desorden. Esto indica que en lugar de ayudar para ganar almas para Cristo las lenguas eran un estorbo e impedimento si fueran habladas sin interpretación.

         14:24-25  Pero si todos profetizan, y entra un incrédulo, o uno sin ese don, por todos será convencido, por todos será juzgado; 25 los secretos de su corazón quedarán al descubierto, y él se postrará y adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está entre vosotros. Este es el buen resultado que el Señor quería, la edificación de la iglesia y la conversión de los visitantes.

         14:26-31 ¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada cual aporte salmo – Algunos citan este texto para justificar el uso de solos, cuartetos, etc. pero tal interpretación pervierte el sentido del texto. En primer lugar Pablo no dice que todo miembro recibió algún don, sino que hablando de los dones en sentido distributivo dice “cada cual aporte” este o aquel don. Es igual a 1 Cor. 12:7-10.

         El cantar solos, cuartetos, etc. cambia la naturaleza de la adoración. Efesios 5:19; Colosenses 3:16 enseñan claramente que todos los miembros deben cantar, enseñando y exhortando los unos a los otros, todos alabando a Dios. Todos participan, todos exhortan, todos son exhortados, es culto congregacional. Sin embargo,  en el uso de coros, cuartetos, etc. solamente una persona o cuatro o seis personas cantan y los demás solamente escuchan y son entretenidos por ellos. Tal práctica está totalmente diferente de lo que Pablo enseña en Efesios 5 y Colosenses 3.

         -- enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para edificación. 27 Si alguno habla en lenguas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete; 

         14:28 pero si no hay intérprete, que guarde silencio en la iglesia y que hable para sí y para Dios. Si las lenguas hubieran sido “lenguas extáticas” habría sido imposible tener tal control sobre el espíritu. Todo lo que Pablo dice indica que la idea de “éxtasis” y “lenguas extáticas” es la pura imaginación de los carismáticos que no quieren la verdad y adoración verdaderamente espiritual.

         14:29 Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen. 30 Pero si a otro que está sentado le es revelado algo, el primero calle. 31 Porque todos podéis profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados.

         De esta manera Pablo establece el buen orden en el servicio.

         14:32 Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;     Que nadie dijera que por haber recibido revelación o lengua tenía que hablar de una vez como si no tuviera control de su espíritu ni del don. Es aun más evidencia en contra del supuesto estado de “éxtasis” o delirio en el cual no hubiera habido control del ánimo.

         14:33 porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos. Y este texto con más fuerza condena la tontería de las llamadas “lenguas extáticas” que son exagerada confusión. Atribuir tales exhibiciones emocionales al Espíritu Santo es lo más insultante posible.

         14:34, 35 Las mujeres guarden silencio en las iglesias, porque no les es permitido hablar, antes bien, que se sujeten como dice también la ley. 35 Y si quieren aprender algo, que pregunten a sus propios maridos en casa; porque no es correcto que la mujer hable en la iglesia.

         La Versión Valera 1960 dice “vuestras mujeres” pero el texto griego no dice “vuestras” sino “las”. Sin embargo, Pablo sí se dirige a las mujeres casadas cuyos maridos sabían más que ellos y para saber más que sus esposas tales maridos tuvieron que recibir revelaciones del Señor que sus esposas no recibieron. Ahora las mujeres tienen el Nuevo Testamento y no necesitan preguntar a sus maridos a menos que estos estudien más que sus esposas.

         De mucha importancia es la palabra “hablar” (“no es correcto que la mujer hable en la iglesia”). La palabra “hablar” traduce la palabra griega sigao y es la misma palabra que se usa repetidas veces en este capítulo: versículos 23, 27, 29. En estos textos Pablo se refiere a los que hablaban en la asamblea de la iglesia. El versículo 23 dice “Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar …”. Todos estos hablaban a la asamblea de la iglesia.

         Por lo tanto, debemos entender el hablar de las mujeres en el mismo sentido (no hablar en la asamblea de la iglesia, v. 23). Véase también 1 Timoteo 2:11, 12.

         También prohibió el hablar de los que tenían el don de lenguas si no hubo intérprete. También prohibió hablar al que profetizaba si otro hermano recibió revelación. En fin Pablo establece el buen orden de la asamblea, v. 40.

         14:36-39 ¿Acaso la palabra de Dios salió de vosotros, o sólo a vosotros ha llegado? Los corintios no dieron origen a la “palabra de Dios” con respecto al uso de los dones del Espíritu Santo. ¿Acaso pensaron que eran la iglesia “madre”? El patrón divino para las iglesias de Cristo había sido establecido por los apóstoles inspirados y los corintios deberían conformarse a ese patrón. 2 Timoteo 1:13. Compárese Hebreos 8:5.

         14:37 Si alguno piensa que es profeta o espiritual, reconozca que lo que os escribo es mandamiento del Señor. 38 Pero si alguno no reconoce esto, él no es reconocido. 39 Por tanto, hermanos míos, anhelad el profetizar, y no prohibáis hablar en lenguas. 

         Pablo estaba dispuesto a ser examinado por algún hermano que recibiera el don de discernimiento de espíritus (1 Corintios 12:10).

         14:40 Pero que todo se haga decentemente y con orden.

         Esta exhortación tuvo que ver los dones del Espíritu Santo, pero es necesaria para la iglesia de cualquier época. Dios no es Dios de confusión sino de paz.

 

         Hay una regla claramente perpetuada en las Escrituras en este pasaje, revelada para la observancia de los actos de adoración en el culto cristiano, y nosotros los que respetamos la palabra de Dios, nos sujetamos a ella. Veamos. Pablo dijo a los corintios: “pero hágase todo decentemente y con orden” (1 Cor. 14:40) lo cual se contrasta con la confusión y desorden de los corintios: “…pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz” (1 Cor. 14:33). El término “orden” es del griego “taxis”, que involucra una organización, disposición, turno, arreglo en sucesión fija y tiempo fijo. Y es más, en este contexto, “taxis” involucra una secuencia o sucesión establecida de actividades que se realizan una después de otra, y no todas al mismo tiempo. Considérese que Pablo no permitió que más de un cristiano ejerciendo su don (lengua o profecía) hablara al mismo tiempo (1 Cor. 14:27-30), pues debían hacerlo “por turno” para conservar el “orden” o secuencia (1 Cor. 14:40). Bien sabemos, por la Escritura y la experiencia, que la secuencia en los actos de adoración permite que cada uno de ellos quede en su lugar sin irrumpir sobre otro.