CONVERSIÓN COMO MUERTE, SEPULTURA, RESURRECCIÓN

Romanos 6:1-11

 

Introducción.

     A. Romanos 6 trata de la conversión bajo la figura de la muerte, sepultura y resurrección. Como Cristo murió física­mente debemos morir al pecado (separarse del pecado); como Cristo fue sepultado, debemos ser sepultados en el bautismo; y como Cristo resucitó, debe­mos resucitar para vida nueva.

     B. Pablo hace la pregunta de Romanos 6:1 ("¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde?") porque afirmó en 5:20 que "donde abundó el pecado, so­breabundó la gracia". No debemos abusar de la gracia.

 

MUERTOS AL PECADO = ARREPENTIMIENTO

   * 6:2 -- "En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?"

   * Efes.2:1, muertos en delitos y pecados. Muertos EN pecados. Romanos 6:2,  muertos AL pecado.

   * No negarlo como Giezi, siervo de Eliseo el profeta (2 Reyes 5:25, ¿de donde vienes? No he ido a ninguna parte)… No cubrirlo con otro pecado como David (2 Samuel 11, 12)… No culpar a otros como Adán (Génesis 3:12, la mujer que me diste) …

   * “Muerte” = separación. Al arrepentirse uno tiene cambio de actitud hacia el pecado; ahora no lo ama, más bien lo aborrece y se separa del pecado. Arrepentimiento = cambio de mente que resulta en cambio de vida.

   * Tristeza según Dios produce arrepentimiento. 2 Corintios 7:9, 10, “fuisteis contristados para arrepentimiento … habéis sido contristados según Dios … produce arrepentimiento”. Salmo 51; Lucas 7:37,38; Mat. 26:75. Mateo 5:4, “dichosos los que lloran porque ellos recibirán consolación”.

   * Requiere que se deje todo error, religión falsa, y tradición humana, cosas que hacen muy carnal al "viejo hombre". Zaqueo, (Lucas 19:8, “si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado”; Hechos 19:18-20, quemaron libros de magia que valían 50,000 piezas de plata, aproximadamente, un millón de dólares.

   * Requiere que el egoísmo ("lo que yo quiero") se crucifique. Ahora el tiempo, los recursos, los talentos -- la vida -- serán empleados no de acuerdo con "lo que yo quiero", sino conforme a lo que Dios quiere.

   * Requiere que la relación con fa­milia y amigos sea gobernada por la vo­luntad de Dios (Mat. 10:34-37). Incluye la relación matrimonial; ésta debe estar en armonía con Efes. 5:22-33 y Mat. 5:32; 19:9.

   * Significa que el trabajo, el negocio, los deportes, cosas materiales, etc. ocupen segundo lugar en vez de primer lugar en la vida.

   * En fin, significa que ahora pen­saremos como Dios ("No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento" Romanos 12:2).

   * La crucifixión no es una muerte fá­cil. No conviene predicar que es fácil ser cristiano; la Biblia no lo dice. La conver­sión no es fácil. Cristo habló con toda franqueza sobre esto: Mateo 7:13,14; 10:34-37; 16:24; Lucas 9:57-62; 14:25-33, etc.

   * 1 Corintios 9:27, “golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre”.

   * Gálatas 2:20 "Con Cristo estoy junta­mente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí". Una persona (el “viejo hombre”, ya muerto) desciende al agua del bautismo y después del bautismo otra persona (cristiano) sale del agua. Tiene el mismo físico, la misma cara, las mismas manos, etc. pero es otra persona, una nueva criatura (2 Corintios. 5:17).

 

Romanos  6:6, nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él – muerte dura, dolorosa, un cambio radical, cambio de 180°, iba hacia el sur, hacia el lago de fuego y ahora va hacia el norte, hacia el hogar celestial con Dios. ¡VER EL PECADO COMO EL ENEMIGO!

   * Para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

   * Colosenses 3:5, “Haced morir lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia”.

   * Efesios 4:22, “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre … vestíos del nuevo hombre. ¿Despojarse de qué? Efesios 4:25-32.

   * Nunca decir que “es fácil obedecer al evangelio”. ¿Fácil de crucificar, hacer morir?

   * A fin de que no sirvamos más al pecado. Antes de morir al pecado, servimos al pecado como cruel amo. Al arrepentirnos rechazamos este amo y renunciamos esta esclavitud.

 

Romanos 6:9-11 – “sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor vuestro”.

   * Cristo murió una sola vez, una vez por todas, cuando murió por nosotros. Por lo tanto nuestra muerte también debe ser final, una vez por todas. Somos bautizados una sola vez, hay una sola sepultura y una sola resurrección; por lo tanto, debe haber una sola muerte, una decisión bien hecha, una resolución fuerte y resuelta, para acabar con el pecado.

   * Lamentablemente muchos se bau­tizan sin cambio radical de corazón. Todavía aman el pecado, no lo aborrecen como Dios lo aborrece.

 

SEPULTURA DEL VIEJO HOMBRE YA MUERTO

Romanos 6:3 "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en su muerte?" Obviamente el bautismo no es una “obra de justicia humana”. Más bien, es mandamiento de Dios y somos “bautizados en Cristo”. Gálatas 3:27.

   * Hemos sido bautizados "en" Cristo Jesús, por su autoridad, para obtener el perdón de pecados (Hechos 2:38), para ser agradable a Él, para entrar en una relación favorable con El, y para ser agregados a El (Hechos 11:24).

   * Por lo tanto, también hemos sido bautizados en su muerte. ¿Por qué murió Jesucristo? Para quitar nuestros pecados (Juan 1:29; 1 Pedro 2:24). Si queremos ser participantes de los beneficios de su muerte, tenemos que estar unidos con El en su muerte.

   * Somos participantes con Cristo, pues, tanto de su muerte como de su vida. De hecho si no somos participantes de su muerte, es imposible ser participantes de su vida.

   * Al ser bautizado uno recibe el beneficio de la muerte de Cristo, el perdón de pecados. De esta manera somos “bautizados en Cristo” (Gálatas 3:27). Este lenguaje da evidencia bien clara que el bautismo es necesario para obtener el perdón de pecados (Hechos 2:38), porque en el bautismo uno recibe el beneficio de la muerte de Cristo y es bautizado para estar EN Cristo.

 

Romanos 6:4, al ser bautizados somos SEPULTADOS en agua (Hechos 8:35-39; 10:47,48; 1 Pedro 3:20, 21). “Sepultura” no significa rociar o derramar agua sobre la cabeza. Juan bautizaba en el RÍO Jordán (Mateo 3:6). Descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó … subieron del agua …” (Hechos 8:38, 39). Nadie en su juicio cabal puede ver rociamiento o derramamiento en el bautismo del eunuco.

   * No conviene sepultar a los que no están muertos. Los que deben ser bautizados son aquellos que se han arrepentido de corazón, crucificando al viejo hombre (la vida pecaminosa).

   * No sepultamos personas vivas, tienen que ser muertas, pero los bautistas dicen que al creer uno recibe el perdón de pecados. Por eso, sepultan a los que según ellos son vivos.

   * Contradicen lo que la Biblia dice (Marcos 16:16; Hechos 2:38; Gálatas 3:27; Romanos 6:3-5; 1 Ped. 3:21) y enseñan que el bautismo no salva (no es necesario para obtener el perdón de pecados), sino que es nada más “señal” o “símbolo” de la salvación.

   * Entonces resucitamos para andar en vida nueva. Tomamos los tres pasos para identificarnos con Cristo: muerte, sepultura, resurrección.

   * El bautismo proclama clara y fuertemente nuestra muerte al pecado. Si no hace esto no es válido, porque así es su diseño y propósito. Proclama nuestra obli­gación de dejar para siempre el servicio al cruel amo a quién servíamos. No podemos servir a dos maestros (Mateo 6:24). Termi­namos el servicio a un maestro para ser esclavo de otro.

 

RESURRECCIÓN A UNA VIDA NUEVA

      6:5 -- "Porque si fuimos plantados jun­tamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección".

   * No podemos estar unidos (identificados) con Cristo en su resurrec­ción si no nos unimos con El en su muerte.

   * Cristo murió con respecto al pecado, no por ser pecador El mismo (Hebreos 4:15), sino para destruir el poder del pecado. En el bautismo estamos unidos con Cristo en esa muerte, pero nuestro bautismo es un engaño si no hemos muerto al pecado. En ese caso no tiene sentido, es una ceremonia vana.

   * No resucitamos con la gloria del cuerpo resucitado de Jesús, pero sí hay semejanza, y luego en "aquél día" en la resurrección física tendremos cuerpos es­pirituales (1 Corintios 15:44) y podremos com­partir su gloria (Filipenses 3:21).