“EN ESPERANZA FUIMOS SALVOS”

Romanos 8:23-25

 

DEFINICIÓN DE “ESPERANZA”

Deseo y expectación (confianza de obtener lo deseado). Hebreos 11:1, “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

La base de la esperanza: “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. En base del sacrificio de Cristo Dios puede perdonar nuestros pecados. Esta es la base principal de la esperanza del cristiano y aparte de esto no hay esperanza.

 

HAY UNA SOLA ESPERANZA

Efesios 4:4, “Hay un solo cuerpo, y un solo Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación”.

Efesios 1:18, “alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que Él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”. Desde luego es de suma importancia que entendamos “cuál es la esperanza a que Él os ha llamado”.

La una sola esperanza no es el bautismo con el Espíritu Santo. No es el don de hablar en lenguas y sanar enfermos. No es el “rapto secreto”. No es un reino terrenal de mil años. No es el purgatorio. No es una tierra renovada.

Mateo 7:21-23, “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Habrá muchos decepcionados cuando Cristo venga.

 

ES LA ESPERANZA EXPLICADA Y PROMETIDA EN EL EVANGELIO.

1 Timoteo 1:1, “Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza”. Cristo es nuestra esperanza; es decir, todo lo que hizo por nosotros, sobre todo el ofrecerse como sacrificio por los pecados del mundo, para que Dios pudiera perdonarnos y darnos la esperanza de la vida eterna.

Colosenses 1:5, “5 a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio”.

Colosenses 1:23, “si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro”. La esperanza del evangelio es la esperanza del cumplimiento de todas las promesas presentadas en el evangelio.

 

NUESTRA ESPERANZA: LA RESURRECCIÓN DEL CUERPO PARA VIVIR ETERNAMENTE CON DIOS

La una sola esperanza es la resurrección del cuerpo para la vida eterna, no la mera existencia eterna, sino la vida sublime de estar con Dios, los ángeles y los redimidos de todos los siglos. Veremos a Cristo y seremos como Él (1 Juan 3:2, 3).

Romanos 8:23. Para animar a los hermanos de Roma y a todos los santos para que soportemos sufrimientos de cualquier clase (v. 18) Pablo habla de la resurrección, llamándola “la adopción, la redención de nuestro cuerpo”.

Hechos 23:6, Pablo confiesa su confianza en “la esperanza y de la resurrección de los muertos”.

Hechos 26:6, 7, “Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado a juicio; 7 promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos”.

-- 2 Corintios 5:1, “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos”.

-- Mateo 25:46, “E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”.

-- Marcos 10:29, 30,  Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna”.

-- Juan 3:14, 15  Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.

-- Romanos 2:7, “vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad”.

-- Tito 1:2, “en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos”.

Tito 2:13, 3 aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”…

Tito 3:7  para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

Filipenses 3:20, 21, ”Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”.

Romanos 4:18, Abraham “creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia”. Y ¿nosotros? ¿Esperamos contra esperanza? Mil veces no, porque hay base para nuestra esperanza. Cristo es nuestra esperanza, sobre todo por ser el sacrificio por los pecados del mundo para que Dios pueda tener misericordia y perdonar nuestros pecados.

 

LA GLORIA DE DIOS

Romanos 15:13 “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” Dios es el Autor de la esperanza nuestra.

Romanos 5:1-5, “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”. La presencia gloriosa de Dios en el glorioso hogar del alma.

Romanos 5:3, “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”.

Romanos 8:24, “Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?” Es decir, esa bendición no se realiza en este tiempo presente, porque solamente en esperanza fuimos salvos para que nuestra fe y paciencia sean ejercitadas. La esperanza que ha obtenido su propósito (la redención o resurrección del cuerpo) no sería esperanza porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? El v. 24 enseña claramente que la esperanza es un factor integral de la salvación.

Romanos 15:4, “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”.

Efesios 2:12, “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo”. ¿Qué significa “desesperado”? Sin esperanza, por eso, angustiado, desdichado, miserable.

Colosenses 1:27, “a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”.

 

ESTA ESPERANZA REQUIERE OBEDIENCIA, SERVICIO, PERSEVERANCIA, CONSTANCIA

La obediencia no es simplemente decir “creo en Cristo” o “lo tengo en mi corazón” o “confesar a Cristo como mi Salvador”. No es el “orar la oración de pecador”. No es por “fe sola”.

Hechos 2:37, 38, “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. El don del Espíritu Santo incluye la esperanza de la vida eterna.

En este mismo sermón de Pedro él había dicho, “todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo” y en el versículo 38 explica cómo uno debe invocar su nombre: arrepentirse de sus pecados y ser bautizados para el perdón de pecados.

Entonces ya perdonados de los pecados y añadidos a la iglesia que Cristo estableció (Mateo 16:18), la que compró con su sangre (Hechos 20:28), debe adorar a Dios en espíritu y verdad (Juan 4:24). La iglesia existe para adorar y servir a Dios. Efesios 3:21, “a Él sea la gloria en la iglesia en Cristo Jesús”. La iglesia se reúne el primer día de la semana para adorar a Dios (orar, enseñar/predicar, participar de la cena del Señor, Hechos 20:7; 1 Corintios 11:23-27) y ofrendar (1 Corintios 16:1, 2). Los miembros que no asisten fielmente a los servicios de la iglesia tienen muy poco interés en la esperanza
de la vida eterna con Dios.

Romanos 8:25, “Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia (perseverancia) lo aguardamos” y de esa manera demostramos nuestra fe en las promesas de Dios.

1 Corintios 9:10 “con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto” … Santiago 5:7 ”Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía”. Por el contrario los que no quieren arar y trillar fielmente en el servicio de Dios simplemente no deben esperar el “fruto” de la vida eterna con Dios en el cielo.

1 Tesalonicenses 1:2, 3, “Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, 3 acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo” …

1 Pedro 1:13, “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado”.

1 Pedro 3:15, “santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”.

1 Juan 3:2, 3, “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”.

Hebreos 3:6 6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.

Hebreos 6:11  Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza” …

 

LA ESPERANZA ESTÁ ASOCIADA CON:

-- La cena del Señor. 1 Corintios 11:26

-- Evangelismo. 2 Corintios 5:11; 2 Timoteo 4:1, 2

-- Santidad. Romanos 13:11, 12; 1 Corintios 15:58; 1 Timoteo 4:8,
10; Tito 2:11, 12.

-- El uso del dinero. 1 Timoteo 6:17-19

-- Relación entre empleador-empleado. Colosenses 3:22-25.

-- Problema del sufrimiento. 2 Corintios 4:16-18; Romanos 5:3-5; 8:18, 21.

-- 1 Pedro 1:3  Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos”.

1 Pedro 1:21, “y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios”.

 

CONCLUSIÓN

1 Tesalonicenses 4:13, “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza”.

Romanos 12:12 “gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”.

Hebreos 7:17, “(pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios”.

1 Tesalonicenses 5:8, “Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo”.

2 Tesalonicenses 2:16, 17, “Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17 conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra”.

1 Corintios 13:13, ”Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”.

1 Corintios 15:19, “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres”.

Gálatas 5:5, “Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia”.

Hebreos 6:18, 19, “para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. 19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo”.