LO QUE SIGNIFICA “INVOCAR EL NOMBRE DEL SEÑOR”

ROMANOS 10:13; HECHOS 2:21

 

NO SIGNIFICA MERAMENTE “ORAR AL SEÑOR”

     A. “Orar la oración de pecador” – Esta es una exhortación popular y muchos creen que con esta oración o algo semejante serán salvos.

     B.  Pero Jesús dice, (Mateo 7:21), “21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”. Otra vez en Lucas 6:46, “46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”

    

SIGNIFICA RECONOCER QUE CRISTO ES SEÑOR CON TODA AUTORIDAD Y QUE ERA NECESARIO SUJETARSE A SU VOLUNTAD.

     A. Es cita de Joel 2:32, “32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo”. Pedro y Pablo citan este texto que habla de Jehová y lo aplican a Cristo. Por eso, Cristo, al igual que el Padre, es Jehová.

     B. Hechos 2:21, el apóstol Pedro cita este versículo en su sermón el día de Pentecostés y en el mismo sermón cuando muchos judíos convencidos de su pecado de haber crucificado a Cristo, “se compungieron de corazón y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?” Pedro no le dijo que oraran sino que “les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:37, 38). ¡Esto es invocar el nombre del Señor!

     C. Por lo tanto, tomando en cuenta que el v. 21 dice “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo” y luego en el mismo sermón Pedro les dice, “Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de pecados”, es muy obvio que “invocar el nombre del Señor” equivale a obedecer al evangelio (arrepentirse y bautizarse para perdón de pecados).

     D. Cuando Cristo apareció a Saulo de Tarso en el camino a Damasco, él muy arrepentido estaba orando (Hechos 9:11) pero Ananías le dice, Hechos 22:16, “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre”. Obviamente el invocar el nombre del Señor significa someterse a su autoridad y obedecer al evangelio.

     D. Muchos invocan a María y los “santos” pero ellos no tienen autoridad alguna. Los que invocan a los hombres serán “avergonzados” (decepcionados”).

     E. Pero 1 Pedro 2:6 dice que Cristo es “la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en Él no será avergonzado”.

 

LOS PASOS QUE PRECEDEN EL INVOCAR EL NOMBRE DEL SEÑOR

PABLO DIJO QUE JUDÍOS Y GENTILES DEBEN CREER

 

     Romanos 10:14, “14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído?”

        1. Obviamente no invocaremos el nombre del Señor si no creemos en Él. Los pentecostales “sólo Jesús” no creen en Cristo porque ni siquiera saben quién es (creen que es el Padre y el Espíritu Santo). Los testigos de La Atalaya no creen en Cristo porque tampoco saben quién es (creen que es “un dios” y una “cosa” “creada”). El papa de Roma no cree que Cristo es Señor porque cree que él mismo (el papa) es cabeza de la iglesia y que es infalible.

        2. Estos y millones de otros que dicen “Señor, Señor” deberían arrepentirse para no quedar “avergonzados” (decepcionados) en Aquel Día. Mateo 7;22, 23, “22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.

ERA NECESARIO OÍR

     Romanos 10:14, “¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?”

        1. Por eso, el evangelio perfecto, completo y puro fue predicado en el primer siglo para que los judíos pudieran oírlo. Algunos predicaron otro Cristo y otro evangelio (2 Corintios 11:4). Pablo dice (Gálatas 1:8, 9), “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”. Los que predican o aceptan otro evangelio no tienen temor del fuego del infierno.

        2. Romanos 1:20, Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”. Todos los hombres “no tienen excusa” si no creen en Dios, porque todos son creados a la imagen y semejanza de Dios con inteligencia, voluntad, emociones y conciencia. La única explicación de la existencia del universo tan maravilloso es que hay un Dios vivo, omnipotente y omnisciente que lo ha creado. Cualquier otra “explicación” (por ejemplo, la “evolución”) es exagerada insensatez.

        3. Los hombres que han inventado tales “explicaciones” se describen bien en Romanos 1:21, 22, “21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se hicieron necios”.

        4. De la misma manera todos los hombres del vasto mundo están sin excusa si no creen el mensaje de salvación, el evangelio de la gracia de Dios, evangelio que proclama a Cristo como Señor y Salvador. Están sin excusa porque ese mensaje fue predicado a todas las naciones. Romanos 10:18, “Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, Y hasta los fines de la tierra sus palabras”.

        5. EL “OÍR” INCLUYE EL LEER. Lucas 16:29, Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos”. ¿Oír a Moisés y a los profetas? ¿Cómo? Desde luego, leyendo las Escrituras. De esta manera todos los hombres de todas las naciones pueden oír la Palabra de Dios, leyendo las Escrituras, las cuales han sido traducidas en los idiomas y dialectos del vasto mundo. Cristo sigue preguntando “¿No habéis leído …?” (Mateo 12:3; 19:4; 21:16; 22:31; Marcos 2:25; 12:10, 26; Lucas 6:3). Por lo tanto, “OÍMOS” a Cristo y los apóstoles al LEER sus enseñanzas.

        6. Casi la mitad de Romanos 10 consiste de citas de las Escrituras del Antiguo Testamento, las Escrituras de los judíos (su propia Biblia). Citó estos textos para que creyeran la Palabra de Dios para que pudieran “invocar el nombre del Señor” y ser salvos.

        7. De la misma manera nos conviene hablar con la gente, animándoles a “oír” la Palabra de Dios leyendo sus propias Biblias para aprender la verdad acerca del plan de salvación, la iglesia, la vida del cristiano, la esperanza de la vida eterna, y el castigo eterno en el fuego del infierno si no obedecen al evangelio (2 Tesalonicenses 1:7-9).

 

ERA NECESARIA LA PREDICACIÓN DE LA PALABRA

ROMANOS 10:14 ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique?

        1. Los judíos habrían tenido excusa por no obedecer al evangelio si el evangelio no se hubiera predicado para que lo oyeran, pero sí les fue predicado.

        2. Mateo 28:19, 20, “19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Marcos 16:15, 16, “15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”. Lucas 24:46-49 46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.

49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”.

        3. El mensaje de los apóstoles era el mensaje del Espíritu Santo. Hechos 1:8, pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Juan 14:26, “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”, Juan 16:13, “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. Hechos 2, vino el Espíritu Santo sobre los apóstoles, hablaron idiomas que no habían estudiado (Hechos 2:5-11). El Espíritu Santo estuvo con los apóstoles para guiarles a toda verdad y para confirmar su predicación con milagros (Hechos 2:1-11; 14:3; Hebreos 2:3, 4).

        4. Por eso, sí, los judíos oyeron el evangelio y pudieron haberlo creído porque fue revelado por el Espíritu Santo y “por toda la tierra ha salido la voz de ellos, y hasta los fines de la tierra sus palabras” (Romanos 10:18). Colosenses 1:3, 23, Pablo habla del “evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro”.

 

ERA NECESARIO QUE HOMBRES DE DIOS FUERAN ENVIADOS A PREDICAR EL EVANGELIO

     D. ROMANOS 10:15, “¿Y CÓMO PREDICARÁN SI NO FUEREN ENVIADOS?”

        1. Mateo 28:19; Marcos 16:15 son textos bien claros sobre esto. Los apóstoles fueron enviados por Cristo, con la promesa de que el Espíritu Santo les iba a guiar a toda la verdad y ayudarles en su ministerio.

        2. Los apóstoles eran los “embajadores” de Cristo. 2 Corintios 5:20, “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”.

        3. 1 Juan 4:6, Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error”. En esta carta Juan habla de “vosotros”, los discípulos de Cristo, “ellos” los anticristos y otros oponentes de la verdad y “nosotros” los apóstoles.

     -- ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Esta es cita de Isaías 52:7 y se refiere a los que anunciaron la redención del pueblo de Dios del cautiverio en Babilonia. Es una ilustración apropiada de la obra de los apóstoles que anunciaron que en Cristo todos, tanto gentiles como judíos, pueden ser libertados del cautiverio de Satanás (2 Timoteo 2:26).

 

CONCLUSIÓN

Ø Los apóstoles fueron comisionados y enviados para predicar el evangelio a todas las naciones … todos, tanto gentiles como judíos, oyeron el evangelio … el remanente fiel de los judíos y muchos gentiles creyeron el evangelio … y lo obedecieron … de esta manera, invocaron al nombre del Señor, respetando la autoridad de Cristo y sometiéndose a Él.

Ø Los que no invocan el nombre del Señor están sin excusa. Los cristianos, miembros de la iglesia de Cristo, debemos trabajar diligentemente sembrando la semilla del reino. Debemos esforzarnos a tiempo y fuera de tiempo para ganar almas para Cristo.

Ø Mayormente los evangelistas deben hacer todo lo posible para cumplir su ministerio (2 Timoteo 4:5).

Ø Sin embargo, al mismo tiempo todo cristiano debe proclamar el mensaje de Romanos 10, que el evangelio ha sido revelado, predicado, confirmado y escrito en el Nuevo Testamento y, por lo tanto, la salvación está disponible para todos.

Ø  2 Timoteo 3:16, 17, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Este texto se refiere a las Escrituras del Antiguo Testamento y también del Nuevo Testamento. 1 Timoteo 5:18, “18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla (Deuteronomio 25:4); y: Digno es el obrero de su salario (Lucas 10:7). Pedro se refiere a las Escrituras de Pablo y otros en 2 Pedro 3:16. Cuando el apóstol Juan escribió Apocalipsis se cerró la Biblia. Ya estuvo completa y perfecta (1 Corintios 13:10).

Ø Por lo tanto, todos los hombres en el vasto mundo pueden leer y entender lo que la Palabra de Dios dice acerca del plan de salvación, la iglesia y todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad (2 Pedro 1:3) y pueden obedecer al evangelio para salvar sus almas.

Ø Y los que no obedecen al evangelio están sin excusa.

Ø La Biblia ha sido traducida en los idiomas y dialectos del mundo y todo ser humano ha sido creado a la imagen de Dios con la inteligencia necesaria para aprender la voluntad de Dios.

Ø Aunque el evangelio era entendible y accesible, la mayoría de los judíos tenían mentes cerradas y no querían aprender la verdad. Querían “justificarse” por ser hijos de Abraham y por tener la Ley de Moisés aunque no la guardaron y la sustituyeron con docenas de doctrinas y mandamientos de hombres (Mateo 15:1-14).

Ø Pero ¿cuál es la diferencia entre tales judíos desobedientes y los millones de hoy día que no leen las Escrituras tan disponibles o si las leen usan lentes sectarios (católicos, calvinistas, pentecostales, testigos, etc.) y no les aprovecha.

Ø Al hablar con la gente nos conviene animarles a quitar sus lentes sectarios y leer los textos EN SU PROPIA BIBLIA sobre el plan de salvación, la iglesia, etc. y preguntarles “¿qué dice la Biblia suya, la Biblia de USTED?” Es lo Pablo hace en la carta a los romanos. Cita texto tras texto de la Biblia de ELLOS (las Escrituras del AT), la Biblia que leían cada sábado en la sinagoga.

Ø Y por último siempre repetir la advertencia, “Prepárate para el encuentro con tu Dios” (Amós 4:12).