LUCAS 2

 
 

NACIMIENTO DE JESÚS (MAT. 1:18-24)

2:1 Aconteció en aquellos días (después de nacer Juan), que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado (que se hiciera un censo, LBLA). - Según el profeta Daniel (2:44) el reino del Mesías sería establecido durante el tiempo del cuarto poder mundial, a saber, el imperio romano. Lucas confirma que Jesús nació en ese tiempo. Nunca se hubiera imaginado Augusto César que él estaba ayudando a cumplir las profecías de Daniel y Miqueas acerca del nacimiento del Mesías. “El nacimiento de un niño, que no estaba previsto en esta grande medida política, iba a cambiar la faz del mundo” (B-S).

Lucas escribe este registro para un gentil llamado Teófilo, y sabe que su registro sería leído por muchos gentiles. Por eso, conecta el nacimiento de Jesús con el reinado de Augusto César y el trasfondo de la historia romana (ALA). Comúnmente tales censos se hacen con fines de cobrar impuestos, y probablemente esto sea el motivo de este censo, pero Lucas no explica el propósito de este edicto. Sin embargo, el verdadero propósito del censo era para traer a José y María a Belén. El hombre propone, pero Dios dispone.

“Ningún decreto de este tipo estaba registrado por los historiadores griegos ni romanos, y durante mucho tiempo muchos eruditos supusieron que Lucas estaba equivocado. Pero los papiros e inscripciones han confirmado a Lucas en cada uno de los extremos de estos cruciales versículos 2:1-7. Véanse las obras de W. M. Ramsay (Was Christ Born at Bethlehem?; Luke the Physician; The Bearing of Recent Discovery on the Trustworthiness of the N. T.)” (ATR). Se incluye esta cita porque a través de los años varios “eruditos” han dicho que el registro de Lucas, tanto en Hechos de los Apóstoles como en este libro, estaba equivocado, pero entonces el descubrimiento de documentos confiables - y también la pala de los arqueológicos - han confirmado los escritos de Lucas. Este detalle no se menciona como si fuera necesario que algún escrito inspirado necesitara tal confirmación. Sin embargo, sí es útil para hacer callar a los detractores.

2:2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. - Hech. 5:37,” Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo”. Este fue el segundo censo.

2:3 E iban todos para ser empadronados (inscribirse en el censo, LBLA) cada uno a su ciudad. - Es decir, no la ciudad de su residencia, sino a la ciudad de descendencia. Solamente así sería confiable el censo, pues de otro modo, habrían sido omitidos, o registrados como habitantes de otras ciudades, o registrados dos veces, etc., causando confusión.

Este es un detalle interesante e importante. El método usual de los romanos era hacer el censo del pueblo en residencia, pero en este caso se aceptó la práctica de los judíos de volver todos a su ciudad de descendencia. Digo que es “interesante e importante”, porque de esa manera José y María volvieron a Belén donde el Cristo había de nacer (Miqueas 5:2). Desde luego, ni Augusto ni José ni María ni nadie promovía este asunto; más bien, la mano de Dios lo promovió para llevar a cabo su profecía. El pensamiento del Salmo 118:23 se puede aplicar aquí: “De parte de Jehová es esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos".

Para los judíos era importante guardar los registros familiares. Todo judío podía conocer su genealogía. Véase Josué 7:16-18, para ver cómo los israelitas podían identificar al pueblo por tribu y por familia: “16 Josué, pues, levantándose de mañana, hizo acercar a Israel por sus tribus; y fue tomada la tribu de Judá. 17 Y haciendo acercar a la tribu de Judá, fue tomada la familia de los de Zera; y haciendo luego acercar a la familia de los de Zera por los varones, fue tomado Zabdi. 18 Hizo acercar su casa por los varones, y fue tomado Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá”.

2:4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén - “Belén” significa “casa de pan” y allí nació el “Pan de vida” (Juan 6:35). Belén se llama Efrata en Gén. 35:19; Miqueas 5:2. Está ubicada unos nueve kilómetros al sur de Jerusalén, viaje para José y María de unos 135 kilómetros), por cuanto era de la casa y familia de David; -- El pueblo de Israel se dividía por tribus, familias y casas. Aquí observamos la providencia de Dios. Miqueas 5:2 dice, “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”. Mat. 2:4, “ … les preguntó dónde había de nacer el Cristo. 5 Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: 6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará {O,[ regirá.]} a mi pueblo Israel”. Juan 7:41, “Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? 42 ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo?

José y María no eran de Belén, sino de Nazaret, pero el Cristo no había de nacer en Nazaret sino en Belén. ¿Cómo, pues, se cumpliría esta profecía? La respuesta es obvia. El edicto de parte de Augusto César requería que todos volvieran “cada uno a su ciudad” para inscribirse en el censo, y precisamente en ese tiempo cuando María daría a luz tuvieron que estar en Belén.

2:5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. - Lucas dice que María era la mujer (esposa) de José, pero todavía usa la palabra “desposada”; este pensamiento corresponde a lo que Mateo explica (1:20-25). El ángel Gabriel dijo, “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer … hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. 25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús”. Por eso, la palabra “desposada”, empleada aquí por Lucas, quiere decir “casada”, pues José la había recibido como su esposa aunque “no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito”. “De otra manera no hubiera podido viajar con José” (ATR).

2:6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. - allí, precisamente donde el profeta Miqueas había dicho.

2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, -- Como también dice Mateo (1:25), “Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito”. Lucas y Mateo no dicen único hijo, sino su primogénito. Luego Mateo habla de los hermanos y hermanas de Jesús (Mat. 12:48: 13:55,56). Véanse las notas sobre Luc. 1:28.

Sin embargo, aunque es importante observar que la palabra primogénito implica que había más hijos después, lo más importante es que la palabra significa que María no había tenido hijo antes de nacer Jesús.

El hijo primogénito era el hijo especial. En primer lugar, los primogénitos de hombres y bestias pertenecían a Dios (Exodo 13:2). “Por lo general el primogénito heredaba el rango, la situación y las prerrogativas de su padre; venía a ser jefe de la familia o de la tribu; heredaba asimismo una porción doble de los bienes paternos, derecho garantizado al hijo primogénito, incluso si había una segunda esposa preferida a la madre del primogénito (Dt. 21:17; 2 R. 2:9)” (Vila-Escuain).

Pero Jesús recibe el título de Primogénito en sentido especial. Col. 1:15, “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia”. Los testigos del Atalaya dicen que en este texto la palabra primogénito quiere decir que Dios creó a Cristo primero y luego que Cristo creó las demás cosas. En la Traducción del Nuevo Mundo agregan la palabra otras varias veces para afirmar que Cristo creó las “otras cosas”. Es pura blasfemia.

Cristo es llamado Primogénito para indicar su preeminencia (v. 18). Compárese este texto con el Salmo 89:27 que habla de la exaltación del rey David. Dios dice, “Yo también le pondré por primogénito, El más excelso de los reyes de la tierra”. David no era el primogénito en sentido físico (1 Sam. 16:11), pero Dios le puso por primogénito sobre los reyes de la tierra. De esta manera Pablo emplea el término con respecto a Jesús para exaltarlo a sumo grado.

-- y lo envolvió en pañales (estas tres palabras son una sola palabra en el griego, palabra común en escritos médicos), y lo acostó en un pesebre (“un comedero en un establo”, ATR), porque no había lugar para ellos en el mesón (en Luc. 22:11 se traduce aposento; “y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos?”

¡Qué maravillosamente sencillo este relato del nacimiento de Jesús, el Salvador del mundo! ¡Qué buena ilustración de 1 Cor. 1:26-31! Primero, Lucas habla del emperador de Roma, pero no para magnificarlo, sino solamente para fijar el tiempo y lugar del nacimiento del Personaje Central de toda la historia humana, el que sí debe ser adorado (Mat. 2:11).

“A través del entero curso de su vida, Jesús menospreció las cosas más estimadas por los hombres … Aunque era Heredero de todas las cosas, escogió nacer en un mesón, no, en el establo de un mesón, donde, en lugar de una cuna fue puesto en un pesebre” (JM).

LOS ÁNGELES Y LOS PASTORES

2:8 Había pastores en la misma región, que velaban (la noche consistía de cuatro velas de tres horas cada una, Luc. 12:38) y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. - Se turnaban para velar los rebaños. Estos pastores estuvieron en el campo abierto, bajo las estrellas, cuidando sus ovejas; por eso, este gran evento no ocurrió el 25 de diciembre. “Desde abril hasta el otoño en septiembre, los rebaños pacían constantemente en campos abiertos, permaneciendo siempre los pastores allí. (Por esto parece evidente que es muy tarde la fecha generalmente dada para el nacimiento de nuestro Señor)” (JFB). “Es ciertamente muy difícil pensar que los pastores se expusieran a los rigores del invierno, en las altas montañas de Judea” (GRB).

Compárese 1 Sam. 17:34. En esta misma región David había apacentado ovejas.

2: 9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. - Lucas enfatiza la atención que el Señor da a los pobres y humildes. El ángel no lleva este mensaje a los fariseos y escribas, sino a un grupo de pastores, hombres despreciados por los rabinos por no estrictamente observar sus ordenanzas religiosos (MRV). Sin embargo, no debemos concluir que el ángel hizo el anuncio a un grupo de pastores simplemente por ser pastores. Sin duda, éstos, al igual que Simeón (v. 25) esperaban “la consolación de Israel” (Olshausen, JFB). Lucas no dice que el pobre Lázaro era hombre justo, pero esto se implica, porque él no sería llevado al seno de Abraham simplemente por ser un hombre pobre. La reacción de los pastores indica claramente que eran hombres religiosos.

2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy (buenas, LBLA) nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: -- La palabra euaggelion (sustantivo) y euaggelizö (verbo) se encuentran muchas veces en los escritos de Lucas y Pablo. Es otra de las varias palabras y expresiones que tienen en común (véase Introducción).

2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. - “a vosotros pastores, a Israel, a la raza humana” (Bengel, JFB). Isa. 9:6, “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”. “Hoy” el Verbo fue hecho carne (Juan 1:14).

Para los romanos el emperador era el “salvador”, pero ¿qué poder tenía para salvar sus almas?

2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. - Los pastores podían de una vez confirmar las palabras del ángel. Habría algo excepcional en cuanto al nacimiento del Salvador, no el ser “envuelto en pañales”, sino el ser encontrado “acostado en un pesebre”. 2 Cor. 8:9, “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”.

2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes (ejércitos, LBLA) celestiales, que alababan a Dios, -- Lucas describe las huestes celestiales como ejércitos, “un término militar … Bengel dice: ‘Aquí el ejército anuncia la paz’” (ATR).

-- y decían: 14 ¡Gloria a Dios en las alturas, -- Sin duda el anuncio del ángel era muy impresionante para los pastores, pero ahora ese anuncio recibe aun más importancia cuando los ejércitos celestiales comienzan a proclamar, “¡Gloria a Dios en las alturas …!” Las huestes de la tierra deben alabar a Dios como lo hacen las huestes celestiales.

-- Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! (paz entre los hombres en quienes El se complace, LBLA). - Hay diferencia entre estas dos traducciones. Es muy cierto que Dios tiene buena voluntad para con los hombres, pero la paz que ofrece es para “los hombres en quienes El se complace”, es decir, los que hacen su voluntad. “De hecho, la verdadera paz sobre la tierra existe sólo entre aquellos que son los sujetos de la buena voluntad de Dios, que están caracterizados por buena voluntad para con Dios y el hombre” (ATR). Véanse Mat. 3:17; 17:5.

2:15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron (decían, LBLA) unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. - ¿Qué dijeron los pastores? ¿veamos si esto ha sucedido? No, sino, “veamos esto que ha sucedido”. Como ya se comentó éstos eran hombres de fe y piedad.

2:16 Vinieron, pues, apresuradamente, -- pero, sin duda, dejaron sus ovejas con personas responsables.

-- y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. - ¡Qué contraste más grande entre todo lo que había sucedido -- el esplendor del ángel de los ejércitos celestiales - y la humilde condición de Jesús el Salvador!

2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. - “todas estas cosas”, comenzando con el anuncio del ángel Gabriel, las palabras de Elisabet y Zacarías, y ahora el cumplimiento de lo que el ángel prometió y por último lo que los pastores les dicen. De veras tenía muchas cosas que meditar y guardar en su corazón. Nunca podría olvidarlas.

Es posible que Lucas obtuviera de María mucha de la información que relata en este libro.

Estas verdades que eran tan importantes para María también lo son para todo el mundo y para recordarlas es necesario que nosotros también las meditemos en nuestro corazón. Muchos oyen las “bellas palabras de vida” pero el diablo viene muy pronto y “quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven” (Luc. 8:12).

2:20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. - Alababan a Dios por lo que oyeron de los ángeles, y por lo que habían visto en Belén. Compárese 1 Juan 1:1-4. También nosotros podemos oír estas buenas nuevas y podemos ver a Jesús en los escritos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan y unirnos a estos pastores “glorificando y alabando a Dios”.

JESÚS PRESENTADO EN EL TEMPLO

2:21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, -- Lev. 12:3, “al octavo día se circuncidará al niño”. Gén. 17:12, “Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros”.

-- le pusieron por nombre Jesús (igual a Josué) , el cual le había sido puesto por el ángel (Luc. 1:31) antes que fuese concebido. - “El acto de imposición de nombre formaba parte de la ceremonia, como se muestra también en el caso de Juan el Bautista” (Lc. 1:59-66) (ATR).

2:22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, -- Al dar a luz un varón la madre quedaba impura por cuarenta días conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor -- Exodo 13:2, “Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es”. Números 18:15, “Todo lo que abre matriz, de toda carne que ofrecerán a Jehová, así de hombres como de animales, será tuyo; pero harás que se redima el primogénito del hombre; también harás redimir el primogénito de animal inmundo. 16 De un mes harás efectuar el rescate de ellos, conforme a tu estimación, por el precio de cinco siclos, conforme al siclo del santuario”.

2:23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor, 24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos. -- Lev. 12:6, “Cuando los días de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote; 7 y él los ofrecerá delante de Jehová, y hará expiación por ella, y será limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley para la que diere a luz hijo o hija. 8 Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia”. La ofrenda de “un par de tórtolas o dos palominos” era, pues, la ofrenda de los pobres (los que no podían ofrecer un cordero). “Un par de tórtolas, o dos palominos” era “El sacrificio de los pobres, que costaba el equivalente de alrededor un día de trabajo o medio, mientras que un cordero costaría casi el equivalente de diez días de trabajo” (ATR).

Los Adventistas del Séptimo Día afirman que la ley de Dios era diferente de la ley de Moisés. Afirman que la parte ceremonial y la parte judicial eran la ley de Moisés que fue quitada, y que la parte moral (los diez mandamientos) era la ley de Dios que todavía sigue en vigencia. Aquí vemos que Lucas habla de “la ley de Moisés” (v. 22) y luego de “la ley del Señor” (v. 23, 24), dando a entender que son la misma cosa. Esto expone el error de los Adventistas.

 
 

A la segunda parte

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