El repudio según la Biblia

 

1.Separar. Mateo 19:6, "lo que Dios juntó, no lo separe, chorizeto) el hombre. Pablo usa esta misma palabra en 1 Corintios 7:10, 11, 15. La Biblia no hace ninguna distinción entre la separación y el divorcio.

2.Repudiar. Mateo 5:32; 19:9, etc. (apoluo), dejar suelto de, dejar ir libre.

3.Abandonar. 1 Corintios 7:11, 12, 13, (aphiemi), abandonar, dejar.

 

No hay distinción. Estas tres palabras se refieren a la misma cosa: el deshacer (separar) lo que Dios junta. El hombre puede separar la unión física, pero no puede abrogar el pacto matrimonial hecho con Dios. La Biblia no hace distinción alguna entre el separar, el repudiar (lo que Mel llama el divorciarse) y el dejar (o abandonar). Cualquiera de estos actos efectúa lo que Jesús condena en Mateo 19:6; es decir, separa lo que Dios junta y este hecho es condenado por Dios. El que Dios condene al que lo haga indica claramente que está en vigor ese mismo pacto matrimonial que El estableció en el principio del mundo. El hombre puede separar -- en un sentido -- lo que Dios juntó; es decir, puede separar la unión física. Pero haciéndolo queda condenado si no lo hace por causa de fornicación, porque viola el pacto hecho con Dios.

Disuelto. La palabra clave en el párrafo sobre la "Definición de Divorcio" es la palabra "disuelto". Dice, "El divorcio es un acto legal por el cual un matrimonio es disuelto. Ya no existe". Según esta teoría el matrimonio no existe en ningún sentido. Al decir esto ignora por completo el pacto hecho entre la pareja y Dios.

 

El pacto matrimonial, según textos bíblicos:

1.     Gén. 2:24, "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a si madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne".

2.     Proverbios 2:17, "la cual abandona al compañero de si juventud, y se olvida del pacto de su Dios".

3.     Malaquías 2:14, "Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella ti compañera, y la mujer de tu pacto".

4.     Romanos 7:2, 3; 1 Corintios 7:27, 39. Pablo emplea la palabra griega deo, que significa ligar en el sentido de obligación y restricción. Habla de "la ley del marido".

Textos no mencionados. Estos textos deben tomarse muy en cuenta en este estudio, pero el tratado de Mel no los menciona, ni uno de ellos, ni una sola vez. Solamente afirma, sin prueba alguna que el acto legal de divorcio disuelve el matrimonio, y que aun el fornicario que causó el divorcio queda totalmente libre del pacto matrimonial.

El criminal. Según la doctrina de Mel Rose, el pacto de matrimonio quebrantado por el fornicario ya no tiene nada que ver con él y no le puede tocar; para ser consecuente el hermano tendrá que enseñar que cuando el criminal quebranta la ley, ésta no tiene nada que ver con aquél, y que no le puede tocar. ¿Aceptará Me esta consecuencia lógica de su doctrina?

¿Por qué no puede el fornicario repudiado casarse otra vez? Porque todo pecador (o criminal) es condenado por la ley que haya quebrantado. ¿En qué país o en qué cultura queda libre de la ley la persona que la haya quebrantado? Es absurdo creer y enseñar que el culpable de haber quebrantado la ley (por fornicar) queda libre de la ley, pero esto es precisamente lo que el hermano enseña.

Mel enseña que el fornicario repudiado no está restringido por el pacto matrimonial que violó, que ese pacto no impone ninguna obligación ni restricción sobre él en cuanto a su matrimonio.

Mel no condena la fornicación; más bien, su doctrina bendice y recompensa con bien al fornicario repudiado. El no cita ningún texto para condenar la fornicación. Según Mel el fornicario saca provecho de su pecado; es premiado y bendecido por su acción pecaminosa.

Pág. 4. "LA PREGUNTA DE LOS FARISEOS. Los fariseos acudieron a Jesús con una pregunta tentadora. A pesar del hecho de que la pregunta fue hecha para atrapar al Señor, es una interrogativa muy apropiada. Ellos preguntaron, '¿ES LICITO PARA EL HOMBRE REPUDIAR A SU MUJER POR CUALQUIER CAUSA'? (Mateo 19:3). Tal pregunta era de interés común para el judío contemporáneo. Los eruditos nos dicen que el divorcio era muy común entre ellos. Había dos opiniones contrarias concerniente a las causas del divorcio. Los judíos liberales, guiados por un Rabí llamado Hillel, enseñaban que un hombre podía repudiar a su esposa por cualquier razón, no importando cuál. Pero los judíos más conservadores, discípulos de un Rabí llamado Shammai, mantenían que sólo el adulterio era permitido como causa de divorcio. Aparentemente los astutos fariseos trajeron esta pregunta a Jesús para que declarara su enseñanza referente a la cuestión, tal vez esperando así someterlo a una encrucijada. Por supuesto, fallaron rotundamente en su intento."

 

El uso que Mel hace de la pregunta. El cree que fue una "interrogativa muy apropiada", pero ¿por qué? Ellos preguntaron, "¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?" No preguntaron acerca del "divorcio ilícito".

Mel quiere dejar la impresión al lector que para entender Mat. 19:9 es necesario examinar la pregunta de los fariseos. Además, aunque Mel admita que los fariseos "acudieron a Jesús con una pregunta tentadora", "para atrapar al Señor", de cualquier manera Mel dice, ¡"es una interrogativa muy apropiada"! ¿Cómo es posible que tales hipócritas con motivos pésimos hicieran "una interrogativa muy apropiada"? ¿Apropiada para quién'? ¿Para Mel?

Pág. 5. "EL CONTEXTO DE MATEO 19:9. Un buen conocimiento del contexto es imperativo en la exposición textual. La obligación primordial de un expositor es determinar el contexto de un versículo. Si ignora el contexto, no puede comprender bien los versículos en la Biblia, y la interpretación de ellos no puede ser correcta. ¿Qué tema se está estudiando? ¿De qué asunto está el escritor tratando? Los predicadores denominacionales, puesto que no atienden el contexto de los versículos frecuentemente pervierten y mal aplican la palabra de Dios. Note usted, por ejemplo, su repudio del bautismo como requisito de salvación, el resultado de no tomar en cuenta el contexto de 1 Corintios 1:17. Asimismo, la enseñanza de Jesús sobre el divorcio en Mateo 19:9 será pervertida, a menos que el versículo sea interpretado a la luz de su contexto. Entonces, ¿qué es el contexto del versículo y cómo podemos determinarlo?

¿Por qué se refirió Mel al "contexto"? No es que le interesara el contexto mismo, sino que quería citar Deut. 24:1, 2. El lector verá pronto que la autoridad para la enseñanza del hermano Mel Rose no es la nueva ley (la ley de Cristo), sino la ley de Moisés.

Mel sabe que la palabra "contexto" es muy importante en la hermenéutica; por eso, la usó, pero él no distingue entre el "contexto" y el "tema" de su estudio. El cree que el "tema" (lo que él llama el "contexto") de Mat. 19:1-9 es el "divorcio ilícito". El supuesto "divorcio ilícito" no es el "contexto" ni el "tema" de Mat. 19:1-9.

"Permítenos decir que el contexto es establecido por la pregunta de los fariseos. Ellos indagaron sobre EL DIVORCIO y bajo cuales circunstancias era lícito. La conversación posterior a la pregunta fue acerca del divorcio. Por lo tanto, ¡el contexto es EL DIVORCIO! Hasta las traducciones reconocen este hecho. Por ejemplo, en la versión de Casiodoro de Reina, el encabezado de Mateo 19:3-9 dice, 'Jesús enseña sobre el divorcio'. No cabe duda. El contexto de Mateo 19:9 es el REPUDIO.

 

"Pero el contexto no es meramente el divorcio, ¡SINO EL DIVORCIO ILICITO! Consideremos bien la pregunta de los fariseos en Mateo 19:3."

El hermano está equivocado. No puede probar lo que afirma. El dice que el encabezado en la versión de Casiodoro de Reina dice "Jesús enseña sobre el divorcio"; pero lo que Mel dice es otra cosa. Según Mel el encabezado debe ser "Jesús enseña sobre el divorcio ilícito".

      Mel quiere excluir el tema de segundas nupcias. En este y en los siguientes párrafos él enfatiza que el tema principal del texto es el divorcio (mayormente el divorcio que él llama "ilícito"). Dice que los fariseos solamente preguntaron acerca del divorcio, y que no preguntaron acerca de segundas nupcias. ¿Por qué pone el hermano tanto énfasis sobre este punto? Al parecer quiere excluir del texto la cuestión de segundas nupcias, para que se acepte sin argumento ni comentario el derecho de la persona repudiada por causa de fornicación de casarse otra vez. El desea presentar en forma suave e inocua lo que considera un sencillo análisis de Mateo 19:9, con la esperanza de que su proposición se acepte sin otros argumentos.

Afirma (página 15), que el tema de 'Las segundas nupcias no estaba bajo consideración en ese día. Por lo tanto, lo que dijo Cristo al respecto es cosa enteramente INCIDENTAL Y SECUNDARIA en el texto'. Obsérvese cómo él pone en letra mayúscula las palabras "incidental y secundaria". Sin embargo, Jesús sí incluye el tema en la discusión de esa ocasión al decir: "y se casa con otra ... y el que se casa con la repudiada".

Lícito, ilícito. El punto principal de estos párrafos del tratado es que se debe distinguir entre lo que se llama el "divorcio lícito" (por causa de la fornicación) y el "divorcio ilícito" (por cualquier causa). La Biblia enseña que Dios aborrece el repudio, todo repudio (Mal. 2:16). Si hay repudio, hay pecado (alguien peca). Es absurdo hablar del repudio mismo como lícito. Cada vez que aparezca la expresión "divorcio lícito", pregúntese ¿licito para quién? ¿Qué tanto le interesa al fornicario lo que sea "lícito"? ¿Dónde dice Jesús que el repudio es lícito para el fornicario repudiado?

Pregúntese al fornicario, "Señor fornicario, ¿está usted divorciado legalmente?" "Sí, señor". "Y ¿cómo está eso? ¿qué hizo para tener un ‘divorcio lícito’?" " ¡Cometí fornicación!" ("Hagamos males para que vengan bienes", Rom. 3:8).

 

Pág. 7. "UN ANALISIS DE LA PREGUNTA. ¿ES LICITO AL HOMBRE REPUDIAR A SU MUJER POR CUALQUIER CAUSA?' Hemos subrayado los dos términos claves que dan forma y sustancia a la pregunta.

 

Así es la pregunta, pero Mel no discute esta pregunta. El no habla acerca de repudiar (un verbo), sino habla del “divorcio (sustantivo) ilícito”. Mel usa su astucia para confundir la cuestión. El profesa examinar cierta pregunta, pero no la examina; más bien evita el verbo "repudiar" y habla mucho acerca del sustantivo "divorcio", cosa que Jesús no hizo.

"El primero es, 'Es lícito...' Así, la pregunta es con respecto a la legalidad del divorcio".

 

No, la pregunta no es con respecto a la legalidad del repudio, sino acerca de la legalidad de la causa del repudio.

"'Lícito', por supuesto, no se refiere a la ley civil, sino a la divina. ¿Es el divorcio de acuerdo a la ley de Dios? ¿Tiene Su aprobación? ¿Es permitido por El?"

 

Mel usa la definición de los diccionarios cuando le conviene (véase el párrafo "Definición de Divorcio").

 

"Hay que prestar mucha atención a esta primera parte de la pregunta para poder interpretar correctamente el lenguaje del Señor en el v. 9".

 

Pero la primera parte no dice, "¿Es lícito el divorcio?" sino "¿Es lícito repudiar?" Hay mucha diferencia entre el uso de "divorcio" (sustantivo) y "repudiar" (verbo). Al decir "divorcio" pensamos en lo que pasa entre dos personas, y esto es precisamente lo que Mel quiere, pero "repudiar" se refiere a lo que una persona hace. Mel no quiere hacer distinción entre el cónyuge fornicario y el cónyuge inocente. Por eso, habla de "divorcio" para incluir a los dos cónyuges -- sin hacer distinción entre ellos -- en lugar de hablar de "repudiar", la palabra usada por Jesús que se refiere a la acción de una persona.

Mel se refiere a 1 Cor. 1:17 en cuanto a la importancia del contexto. Veamos otro punto en este texto: dice Pablo, "no me envió Cristo a bautizar (verbo)", y los bautistas concluyen que el "bautismo" (sustantivo) no es esencial.

Amado lector, si usted no entiende la palabra "sofisma", le conviene estudiarla. Quiere decir, "falso razonamiento para inducir a error", y el empleo de sofismas (engaños) se llama "sofistería". El hermano Mel es culpable de esta táctica. El sabe que la palabra "divorcio" involucra a dos personas. Aquí está el meollo del argumento del hermano: Si un dado “divorcio” es "lícito" (según el uso de esta frase de parte de Mel Rose), es "lícito para los dos" y, por lo tanto, aun el fornicario repudiado puede casarse otra vez. Pero Cristo no enseñó tal cosa. Lo que Cristo enseña es que una sola persona tiene permiso de repudiar (acto de una sola persona) y volverse a casar. Esa persona es el cónyuge inocente contra el cual el fornicario ha pecado. Jesús no habló en absoluto acerca de un supuesto "divorcio lícito".

     Léase la pregunta de los fariseos otra vez: ¿Es lícito al hombre (acción de una persona) repudiar a su mujer por cualquier causa?" Mel se aprovecha de esta pregunta creyendo que le ayuda a él en su enseñanza sobre Mateo 19:9. Pero esta pregunta no ayuda a Mel. Para que le ayudara tendría que ser, ¿Es lícito para los dos cónyuges tal o cual divorcio? El hermano hace uso muy incorrecto de la pregunta de los fariseos. Los fariseos y Jesús discutieron la cuestión del acto de un individuo (si es lícito o no), pero Mel está dis­cutiendo la cuestión de un evento (el divorcio) que afecta a dos personas, cosa que Dios aborrece (Mal. 2:16). Lo aborrece porque siempre que haya divorcio, alguien peca. Amado lector, tenga cuidado de la astucia del hermano Mel Rose.

 

"El segundo término clave es, 'por cualquier causa'; es decir, por cualquier motivo, o cualquier razón. Naturalmente, la fornicación sería una de estas causas. LO QUE HIZO EL SEÑOR EN EL V. 9 FUE QUITAR FORNICACION DE 'CUALQUIER CAUSA' Y HACERLA LA UNICA CAUSA DE DIVORCIO, así ha­ciendo distinción entre divorcio lícito y divorcio ilicito. Este hecho debe de enfocarse en toda interpretación del versículo, o bien las conclusiones extraídas resultarán equivocadas".

 

Interpretación del este párrafo: según la enseñanza de Mel es necesario que se cometa fornicación para poder tener un “divorcio lícito"; es decir, si se comete fornicación, tanto el fornicario como el inocente tienen divorcio "licito". Todos los que quieran divorciarse, deben procurar tener un “divorcio lícito". La palabra 'licito' significa lo que es bueno, agradable, y aceptable. Todos queremos actuar lícita o legalmente. ¿Quién quiere actuar ilícita o ilegalmente? ¿Quién quiere “divorcio ilícito”? ¿Qué se debe hacer según la enseñanza de Mel Rose, para tener un “divorcio lícito"? Desde luego, se debe cometer fornicación.

 

"La pregunta hecha en el castellano popular es ésta: ¿Permite Dios al hombre separarse de su esposa por cualquier motivo?

 

Los fariseos preguntaron acerca de cierto acto de algún hombre como Mel admite aquí. Ese acto era el de separarse el hombre de su mujer, pero los fariseos no preguntaron acerca del estado resultante de ese acto (el repudio). El argumento principal de Mel hecho a través de su folleto se basa en este punto errado. Ya hemos destruido el fundamento de su argumento, resultando en el derrumbe de su doctrina.

 

Pág. 8. "LA RESPUESTA DEL SEÑOR. Sin perturbarse en absoluto por la pregunta, Jesús respondió: '¿NO HABEIS LEIDO QUE EL QUE LOS HIZO AL PRINCIPIO, VARON Y HEMBRA LOS HIZO, Y DIJO: POR ESTO EL HOMBRE DEJARA PADRE Y MADRE, Y SE UNIRA A SU MUJER, Y LOS DOS SERAN UNA SOLA CARNE? ASI QUE NO SON YA MAS DOS, SINO UNA SOLA CARNE; POR TANTO, LO QUE DIOS JUNTO, NO LO SEPARE EL HOMBRE'. El propósito del Señor en estas primeras declaraciones fue para mostrar lo que era la intención de Dios, que el matrimonio fuera permanente y que nunca terminara. (Sigue siendo así en la actualidad)".

 

La respuesta de Jesús indica claramente que el matrimonio debe ser permanente y que desde el principio Dios no quiere que el hombre separe por ninguna causa lo que El junta. Pero ¿cómo puede Mel hablar del "propósito del Señor" de "que el matrimonio fuera permanente y que nunca terminara" y al mismo tiempo enseñar que aun el fornicario repudiado puede casarse otra vez? Esta doctrina premia el pecado, promueve el libertinaje y la destrucción del matrimonio y hace burla de "la intención de Dios que el matrimonio fuera permanente".

 

"Pero los fariseos hicieron otra pregunta, y ésta trató del divorcio también : '¿POR QUE, PUES, MANDO MOISES DAR CARTA DE DIVORCIO, Y REPUDIARLA'? (v. 7) Esta pregunta envuelve una comparación entre la enseñanza de Moisés y la enseñanza del Señor referente al divorcio".

Una comparación entre la enseñanza de Moisés y la enseñanza de Señor. Desde este punto Mel implica que Jesús enseñó prácticamente la misma cosa que Moisés. Obsérvese este punto a seguir leyendo su folleto.

Los fariseos entendieron la enseñanza de Jesús. Querían escapar de la fuerza de ella, pero la respuesta de ellos indica que le entendieron; es decir, entendieron que Jesús prohibe que el hombre repudie a su mujer por cualquier causa. Ellos no preguntaron acerca del "divorcio" (sustantivo) y Jesús no dijo nada acerca del "divorcio" (sustantivo) en su respuesta. La pregunta y la respuesta tuvieron que ver con lo que el hombre puede o no puede hacer.

"DIVORCIO: MOISES Y JESUS. La segunda pregunta de los fariseos se refiere al estatuto mosaico sobre el divorcio en Deuteronomio 24:1-2. Escribió Moisés, 'CUANDO ALGUNO TOMARE MUJER Y SE CASARE CON ELLA, SI NO LE AGRADARE POR HABER HALLADO EN ELLA ALGUNA COSA INDECENTE, LE ESCRIBIRÁ CARTA DE DIVORCIO, Y SE LA ENTREGARA EN SU MANO, Y LA DESPEDIRÁ DE SU CASA. Y SALIDA DE SU CASA, PODRA IR Y CASARSE CON OTRO HOMBRE'. Aquí se dice que la causa del divorcio es 'alguna cosa indecente'. No se puede determinar con exactitud lo que es la 'cosa indecente', aunque algunos opinan que se refiere a la impureza sexual, como fornicación o adulterio. Cualquiera que fuere su significado, llegó a ser la causa de divorcio bajo la ley de Moisés. (La ambigüedad del término debía de haber sido explotado por los judíos liberales, guiando así a Hillel y sus discípulos a justificar el divorcio por razones frívolas.)"

 

Dice que “algunos opinan que se refiere a la impureza sexual, como fornicación o adulterio”. Mel no lo dice explícitamente pero sí implica que la "cosa indecente" se refería a la fornicación. iHe aquí "la comparación" hecha por Mel entre la ley de Moisés y la de Cristo! El quiere dejar la impresión en la mente del lector de que Jesús enseñó lo mismo o casi lo mismo que Moisés. ¿Con qué propósito? El cree que la ley de Moisés daba libertad a los dos cónyuges para casarse otra vez.

¿Con qué fin citaron este texto? Los fariseos lo citaron para preguntar por qué Moisés dio esta ley si el hombre no puede repudiar a su mujer por cualquier causa. No preguntaron nada acerca de segundas nupcias. Mel lo cita para hablar de lo que él llama "divorcio lícito" (cosa no mencionada en el texto), y de que los dos cónyuges pudieron casarse otra vez. Pero obsérvese que Jesús explicó por qué "Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres". Entonces Jesús rechazó la legislación de Moisés diciendo, (1) que "al principio no fue así", y (2) "Y yo os digo" otra cosa.

 

Pág. 10. "CONTRASTANDO LOS DOS PASAJES. iDeuteronomio 24:1-2 trata de divorcio lícito, y no ilícito! Por esta razón, se dice expresadamente que la mujer podía ir y ser la esposa de otro hombre. Es obvio que el divorcio legal le abrió el camino para entrar en un segundo matrimonio. Suponemos que lo hizo también para el esposo anterior; pues, los dos podían volver a casarse, los efectos de un divorcio lícito.

 

¿De qué trata Deut. 24:1-2? No aparecen en este texto las expresiones "divorcio lícito" o "divorcio ilícito".

 

"Siempre que fuera verdadero todo esto, ihay que recordar que los fariseos no preguntaron sobre el matrimonio después del divorcio! Obviamente, Jesús y los fariseos dieron por concedido que ambos cónyuges en un divorcio lícito eran libres para volver a casarse. Por cierto, ésta es la enseñanza de Deuteronomio 24:1-2, el mismo pasaje al cual ellos se estaban refiriendo durante su conversación. Y aquí reside claramente la diferencia entre la enseñanza de Moisés y la de Jesús: ¡Moisés trata de los efectos del DIVORCIO LICITO y Jesús trata de los efectos del DIVORCIO ILICITO! Así de simple".

 

Deuteronomio 24:1-4 describe una costumbre o práctica (véase La Biblia de las Américas) de repudiar a la esposa por "alguna cosa indecente", una práctica no aprobada, sino solamente permitida o tolerada por Dios -- como lo fue la poligamia -- y el propósito del texto era prohibir que el hombre que hubiera repudiado a su esposa volviera a vivir con ella si ésta se hubiera casado con otro hombre.

No por fornicación. Aunque Mel admite que "No se puede determinar con exactitud lo que es la 'cosa indecente', se agrega que "algunos opinan que se refiere a la impureza sexual, como fornicación o adulterio". La "cosa indecente" no era fornicación, porque la ley de Moisés decía que los fornicarios deberían ser apedreados (Levítico 20:10), pero Mel quiere comparar la ley de Moisés y la de Cristo para mostrar que son casi idénticas.

¿Lícito, ilícito? Su argumento es así: (1) que bajo la ley de Moisés si el hombre repudiaba a su mujer por "cosa indecente", el divorcio era un "divorcio lícito", y los dos quedaban libres para casarse otra vez; (2) que bajo la ley de Cristo, si el hombre repudia a su mujer por fornicación, es "divorcio lícito", y los dos quedan libres para casarse otra vez; es decir, es "divorcio lícito" para los dos.

Dice el tratado de Mel, "Es obvio que el divorcio legal le abrió el camino para entrar en un segundo matrimonio", porque el texto describe el "divorcio lícito, y no ilícito". Ahora bien, es imperativo que el estudiante serio de este tema observe que Deuteronomio 24:1,2 no tiene nada que ver con el fornicario repudiado. Moisés habló solamente de repudiar por causa de "alguna cosa indecente". Mel dice que la "nueva ley" (él puso estas dos palabras entre comillas para indicar que no era en verdad una nueva ley sino una supuesta nueva ley), "es en realidad, una revisión (algunos dicen aclaración) de Deuteronomio 24:1-2..."

Mel Rose es un judaizante, porque implica que la ley de Cristo no es en realidad una nueva ley, sino simplemente una revisión o aclaración o modificación de la ley de Moisés y la enseñanza del rabino Hillel. Esto demuestra el fanatismo de Mel Rose. "Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de" Mel (véase 2 Cor. 3:15). Cuando se lee a Moisés (Deut. 24:1,2) Mel cree que es prácticamente la misma cosa que enseñó Jesús y que Este no trajo "en realidad" una nueva ley, sino una revisión de la antigua.

Los efectos. La palabra "efecto(s)" es una palabra clave en este estudio. Dice Mel, "los dos podían volver a casarse, los efectos de un divorcio lícito". La enseñanza del Mel es que Jesús no cambió los efectos del divorcio bajo la ley; a saber, que ambos cónyuges podían volver a casarse.

Siempre que se lea la palabra "efecto(s)" en los escritos de estos hermanos errados, recuérdese que significa "pueden casarse otra vez". Es uno de los argumentos sobresalientes de Mel, pero lo presenta en la forma más inocua, sin nada de alarde, con la esperanza de que sus lectores lo acepten como verdad sin examinarlo. Si yo no hubiera discutido este punto con Raymond González, tal vez ni yo me hubiera dado cuenta de lo que Mel está diciendo.

¿Qué es lícito? En la página 11 dice, "Moisés trata de los efectos del divorcio lícito y Jesús trata de los efectos del divorcio ilícito". ¿Cuál es el punto? Que ahora, bajo la ley de Cristo, si el divorcio por causa de fornicación es "lícito", que el "efecto" es igual al "efecto" de la ley de Moisés (Deut. 24:1,2); es decir, ambo: cónyuges -- tanto el fornicario como el inocente -- quedan libre: para casarse otra vez.

Según Cristo es licito que el cónyuge inocente repudie a cónyuge fornicario. También es lícito que el cónyuge inocente se case otra vez. Pero el fornicario repudiado destruyó su matrimonio separando escandalosamente lo que Dios juntó. Es en extreme absurdo hablar de "lícito" cuando se trate del fornicario. Jesús y lo: apóstoles no lo hicieron, y sus discípulos no deben hacerlo ahora.

Amado lector, fíjese bien en lo que es el "divorcio ilícito" según Mel Rose. El divorcio por cualquier causa (por ejemplo, por quemar las tortillas) es "ilícito", y cualquiera de los dos cónyuges que se case otra vez comete adulterio. Sin embargo, él dice que el divorcio por causa de fornicación es "lícito" y los dos pueden casarse otra vez. La única conclusión que podemos sacar de la doctrina de Mel es que nadie debe dejar a su esposa por quemar el pan porque esto es "divorcio ilícito", y si vuelve a casarse, cometa adulterio. Más bien debe fornicar con otra mujer para que si esposa lo repudie y para que su divorcio sea lícito, y luego sí puede casarse otra vez legalmente; es decir, con el favor de Dios. Así es la doctrina de Mel, y por esta causa digo que es doctrina de libertinaje.

Con respecto a lo que Moisés permitió y a lo que Jesús enseña obsérvese lo siguiente: