Lección XXXII

Enseñanza escritural

 

I. Perseverando fieles en la doctrina de los apóstoles (Hech. 2:42).

 

          1. Recibida de Cristo (Gál. 1:11,12; Juan 17:8).

          2. La iglesia enseñada a guardar los mandamientos de Cristo dados a los apóstoles (Mat. 28:18-20; Hech. 2:42; 1 Cor. 11:23).

          3. Estos mandamientos dados para guiar a la iglesia (Fil. 4:9; 1 Tim. 3:15; 1 Cor. 2:10-16; 4:15-17; Judas 17-21).

          4. Menospreciar y rechazar la enseñanza apostólica es re­chazar a Dios, a Cristo y al Espíritu Santo (1 Juan 4:6; Luc. 10:16; 1 Tes. 4:8).

          5. Ir más allá de lo que está escrito es manifestación de des­obediencia (1 Cor. 4:6; 2 Juan 9-11).

 

II. La actitud de la iglesia hacia las doctrinas y mandamientos de hombres:

 

          1. Probar todas las cosas (1 Tes. 5:21,22).

          2. Con inteligencia y discernimiento aprobar las cosas que son excelentes (Fil. 1:9,10).

          3. Permaneced en la palabra fiel, hablar las cosas que estén de acuerdo con la sana doctrina y reprobar a los falsos maestros (Tito 1:9; 2:1).

          4. No ser llevados ya por todo viento de doctrina (Efes. 4:14).

          5. No creer a todo espíritu:  probarlos para distinguir entre el espíritu de la verdad y el espíritu del error (1 Juan 4:1-6).

          6. No ser llevados por enseñanza extraña: comed del altar de la verdad (Heb. 13:9-19).

          7. Tened cuidado de no ser contaminados con las doctrinas de los hombres (Col. 2:8).

          8. Tened cuidado: no sea que siendo llevados por el error de los malvados podáis caer (2 Pedro 3:17,18).

          9. Hablad sólo las cosas recibidas de Dios (Hech. 4:19,20).

 

III.  La actitud de la iglesia hacia los falsos maestros:

 

          1. Tened cuidado de la levadura de los fariseos y saduceos (Mat. 16:7-12).

          2. Impedid toda ocasión de oír falsos apóstoles u obreros mentirosos (2 Cor. 11:12-15).

          3. Ninguna comunión ni ayuda de ninguna clase debe darse a aquellos que no andan de acuerdo con la enseñanza apostólica (2 Tes. 3:6,14,15).

          4. Rehusar la compañía de todo hombre faccioso después de habérsele amonestado una y dos veces (Tito 3:9-11).

  5. Señalar y apartarse de aquellos que causan división, en con­tra de la enseñanza de los apóstoles (Rom. 16:17,18).

          6. No recibir falsos maestros en nuestros hogares; no  salu­darlos, no sea que nos convirtamos en aparceros con ellos en sus malas obras (2 Juan 7-11).

 

IV. El desastre por dejar que se enseñen falsas doctrinas en la iglesia:

 

          1. "Un poco de levadura leuda toda la masa" (Gál. 5:9).

          2. La advertencia de Cristo a la iglesia de Pérgamo (Apoc. 2:14-17).

          3. Los obispos o ancianos son responsables de proteger a la iglesia de la venenosa y destructiva influencia de las falsas  doc­trinas (Hech. 20:27-32).

 

Preguntas

 

          1. ¿De quién recibieron Pablo y los demás apóstoles su doc­trina?

          2. ¿Por qué fueron dados los mandamientos de Cristo?  ¿Qué sucedería si fueran desobedecidos?

          3. ¿Cómo deben ser tratadas las doctrinas de los hombres?

          4. ¿Cómo debe actuar la iglesia hacia los hombres facciosos?

          5. ¿Cómo debe reaccionar la iglesia hacia las falsas enseñan­zas?

          6. ¿En qué debe permanecer la iglesia?

          7. ¿De qué amonestó el Señor Jesús a sus discípulos conti­nuamente?

          8. ¿Cómo afectaría la falsa enseñanza, si se tolerara, a la iglesia?

          9. ¿Cómo advirtió Jesús a la iglesia de Pérgamo contra las malas doctrinas?

          10. ¿Quiénes son responsables de proteger a la iglesia contra las falsas doctrinas?

 

 

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