¿Orar en la escuela pública?

          Salió un artículo en el diario San Antonio Express-News (2-20-94) titulado Prayer amendment gains support from counties (Enmienda de oración gana apoyo de unos condados). Dice el artículo que unos 140 condados del estado de Texas ahora aprueban una propuesta enmienda constitucional para autorizar la oración en escuelas públicas. Desde luego hay fuerzas poderosas que se la oponen, porque están resueltas a eliminar a Dios y la moralidad bíblica de las escuelas públicas.

          ¿Por qué se oponen a Dios, la oración, y la moralidad bíblica? Porque apoyan la llamada educación sexual, que son cursos de cómo fornicar, como usar varios anticonceptivos (se reparten gratis a los alumnos), da información amplia acerca del aborto, y al mismo tiempo con toda hipocresía dicen que lo hacen para prevenir el SIDA, la plaga que es precisamente el producto de la enseñanza de tales educadores.

          ¿Orar en la escuela? Dicen, "No, no, esto es malísimo y se prohíbe porque viola la constitución", pero ¿qué dicen de promover la fornicación, repartir anticonceptivos, animar a las jóvenes a abortar el bebé que es el fruto de su fornicación? "Esto sí, es bueno, es lo correcto. Esta es la educación verdadera".

          Con razón algunos están diciendo "¡Ya basta! y están poniendo su "¡Hasta aquí!" Según el artículo citado, obviamente muchísimos ciudadanos de este estado están cansados, fastidiados y disgustados con las tácticas de los enemigos de la decencia y quieren refrenar la insensatez de los que están resueltos a destruir la juventud de este país.

          ¿Qué esperanza habrá de que tengan éxito los 140 condados y otros? Muy poca, porque los humanistas tienen la Corte Suprema en su bolsillo. Los nuevos miembros de la Corte Suprema ya dejaron su papel de interpretar la constitución y han llegado a ser legisladores cuyo propósito principal es el secularizar el país (interpretación: botar a Dios y la Biblia de todo aspecto de la vida americana).

          Es tiempo de que todos se desengañen y entiendan que el humanismo es una religión (el hombre es su propio dios). Los que leen sus escritos oficiales (Humanist Manifesto I y II) se dan cuenta que el propósito principal del humanismo es excluir la religión de Dios para poder establecer la religión del humanismo. Si en verdad la constitución de Estados Unidos excluye la religión de la escuela pública, entonces debe ser excluido el humanismo, pero en realidad el humanismo es la religión oficial del gobierno. Hablan mucho de la separación del estado de la iglesia, pero ahora existe una unión estrecha entre la religión del humanismo y el estado.

          Este es, pues, el problema. Muchos gritan que la lectura bíblica y la oración no pertenecen a la escuela pública sino al hogar y las iglesias, pero ¿quieren ellos que la escuela pública se dedique a enseñar la materia básica? De ninguna manera, sino que los maestros sean ingenieros sociales para enseñar a los alumnos a "pensar por sí mismos" (interpretación: despreciar las creencias de sus padres) porque su objetivo es la destrucción de la juventud. Hay muy poca esperanza de que en algún momento llegue a ser legal el leer la Biblia y orar en la escuela pública, pero ahora mismo los padres deben conocer a los maestros de sus hijos -- como también toda la materia que les están enseñando -- y estar seguros de que no estén bajo la influencia de fuerzas diabólicas que los van a destruir.

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