Asistencia

“No dejando de congregarnos”
Hebreos 10:24, 25

Introducción.

      A. Hech. 2:46, “Y perseverando unánimes cada día en el templo”; Hech. 5:42, “Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”. Si los discípulos primitivos se reunían “cada día”, ¿no podemos asistir fielmente el domingo, el miércoles y durante series cortas?

      B. Algunos al bautizarse dejan los vicios pero no quieren asistir fielmente. ¿Qué significa esto? ¿Están “convertidos”? Es síntoma de flaqueza espiritual. ¿Cuál es el remedio?

I. ¿Por qué asistir a todas las reuniones?

      A. Para adorar a Dios: con himnos, oraciones, estudio, cena, ofrenda.

      B. Para crecer, 1 Ped. 2:1,2, “Desead … la leche espiritual … para que crezcáis”. Ausentarnos de un solo servicio por causa de la indiferencia nos deja aun más débiles.

      C. Para edificar a otros, Efes. 4:12; 1 Cor. 12:25-27; Heb. 10:24, 25. El asiento vacío desanima a los asistentes, debilita a la iglesia. 1 Sam. 20:18 “serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío.” Es necesario tener clases bíblicas sistemáticas, lecciones consecutivas, como en la escuela y asistirlas fielmente.

      D. Para salvar almas. 1 Tes. 1:7, 8. ¿Eran fieles o infieles en la asistencia? 1 Tim. 3:15, ¿somos columna y apoyo de la verdad si no asistimos fielmente? ¿Qué piensan los visitantes si el local está casi vacío? (Mejor dicho, ¿qué pensará Cristo?)

II. ¿Por qué algunos descuidan las reuniones de la iglesia?

      A. Por causa de la persecución. Heb. 10:32-36; Mat. 24:12.

      B. Por causa del trabajo (algunos tienen dos empleos). Es problema, pero Mat. 6:33, “buscad primeramente el reino”. Algunos ni siquiera tratan de hacer arreglos para asistir.

      C. Por causa de enfermedades. Pero las enfermedades son muy curiosas, pues a veces permiten que los miembros trabajen, vayan a la escuela, hagan visitas y compras, pero no permiten que asistan a las reuniones de la iglesia.

      D. Por causa de los niños. Pero el problema verdadero no es con los niños sino con los padres que deben enseñarles y disciplinarles en casa, Efes. 6:4,

      E. Por causa de las “minivacaciones” el fin de semana.

          1. “Pero nos reunimos allá donde fuimos a visitar”. Sí, pero ¿qué de la iglesia local? Seamos leales a la iglesia local de la cual somos miembros. ¿Queremos que sea fuerte, que crezca o que muera? Cada miembro debe ser responsable.

          2. Si dos o tres familias pueden salir de visita cada fin de semana, todos pueden salir. Entonces ¿qué hacemos, cerramos las puertas del local?

      F. Porque no participan. Asisten para ver si los encargados les pueden complacer (divertir). El “espectador” es persona que asiste a un espectáculo público. Parece que algunos miembros tienen la actitud de espectador: “A ver si me gustan” el predicador o el que dirige los cantos, etc.

      G. Porque tienen actitud negativa y descuidada hacia la iglesia y los servicios. Llegan tarde, están inatentos, duermen, mastican chicle, están distraídos, juegan con los bebés y otros niños pequeños, etc. Todo esto muestra falta de amor y respeto (reverencia).

III. ¿El asistir es privilegio o puro sacrificio?

      A. El asistir es mandamiento pero también es privilegio. Mat. 6:21; 13:44 ¿Creemos que el reino es tesoro?

          1. 2 Cor. 8:3, 4, “el privilegio de participar en este servicio para los santos”.

          2. Sal. 84:2, “Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;  Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.  3  Aun el gorrión halla casa,  Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,  Cerca de tus altares, oh Jehová”.

      B. Pero si no lo vemos así, es sólo obligación, carga (“Tengo que” asistir, cantar, orar, estudiar, comer la cena, ofrendar). No es por amor, Mat. 22:37.

          1. ¿Tengo que volver a mi esposa e hijos? “Hermano, quiero exhortarle, cuando salga del trabajo, tiene que volver a su casa. Usted tiene que ‘reunirse’ con su familia cada noche. ¡Tiene que hacerlo!” ¿Hablamos así acerca de reunirse con nuestra familia? Si no, ¿por qué hablamos así en cuanto a reunirnos con el Señor y nuestra familia espiritual?

          2. “¿Cómo puedo convencer a mi novia a casarse conmigo?” Será imposible si ella no quiere. De esta manera también es imposible convencer a los miembros a asistir fielmente si no quieren hacerlo. Los tales no están convertidos.

      C. ¿“Hay que obligar a los miembros a que asistan”? Si como cura o pastor pentecostal logramos que asistan, ¿qué ganamos? ¡Asisten cuerpos! Con el corazón en otra parte. ¿Es lo que el Señor quiere?

      D. ¿Qué tan importante es la iglesia? 1 Ped 3:1, la esposa tiene que ser cumplida hasta que su marido incrédulo diga, “No sabía que la iglesia era tan importante para ti”. ¿Qué piensa su marido/esposa/o hijos de la iglesia de la cual es miembro?

      E. Nosotros todos, ¿que pensamos de la iglesia de la cual somos miembros? ¿que es “conveniente” tener iglesia aquí por si acaso estemos en el pueblo y no queremos hacer otra cosa o salir para otra parte?

Conclusión.

      A. La asistencia es como canal de vida espiritual, porque los que descuidan la asistencia pronto mueren.

      B. El cristiano debe tener corazón lleno de gozo y gratitud y estar deseoso de asistir a cada reunión de la iglesia, para adorar a Dios, para crecer, para edificar a sus hermanos y para ganar almas.

      C. No es simplemente un mandamiento, sino sobre todo es un privilegio asistir y participar de los cantos, oraciones, estudios y cada primer día de la semana de la cena del Señor y la ofrenda.

      D. Si no queremos estar con el Señor en las reuniones de la iglesia, ¿de veras queremos estar con El en el cielo eternamente?

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