El matrimonio y los alimentos

1 Tim. 4:1-5

I. La predicción de una apostasía.

            A. “Pero”. Lo que dice sobre una apostasía se pone en contraste con el misterio de la piedad, el evangelio puro (3:16).

            B. “En los postreros tiempos”. No se refiere a los días poquito antes del fin del mundo, sino que sucedería durante la última dispensación. Heb. 1:1, “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,  2  en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo”. Esta expresión abarca todo el período de la dispensación de Cristo. Desde el día de Pentecostés (Hech. 2) estamos viviendo en los “postreros tiempos” (los últimos días).

            C. “Algunos apostatarán de la fe” (“la fe”, no en sentido subjetivo, la fe de uno, sino en el sentido objetivo, la fe, el evangelio, la verdad (Hech. 6:7; Gál. 1:23; 3:25; Judas 3, etc.). 1 Tim. 6:3, “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad”.

            D. Otras predicciones de apartarse de la verdad:

                        1. Cristo dijo, “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mat. 7:15); “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (24:24).

                        2. Pablo dijo a los ancianos de Efeso (Hech. 20:29), “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño”.

                        3. También dijo en 2 Tes. 2:3, “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”.

                        4. En la segunda carta a Timoteo (4:3) dice, “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,  4  y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”.

                        5. Albert Barnes (comentarista presbiteriano) dice erróneamente que esta apostasía no se refiere a la apostasía de individuos que habían sido en realidad creyentes, sino que habría una apostasía de las grandes doctrinas de la fe. Los sectarios que enseñan que es imposible caer de la gracia rechazan el significado obvio de todos los textos citados arriba que claramente hablan de la caída o apostasía de muchas personas, los falsos maestros como también las personas guiadas por ellos (Mat. 15:14).

            E. “Escuchando a espíritus engañadores”. 1 Jn. 4:1, “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”. Los espíritus y demonios no hablan directamente a la gente, sino a través de los hombres que aceptan sus doctrinas. 1 Reyes 22:22, “El dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas”.

            F. Escuchar, palabra que se traduce “dados” (3:8); “no se conforma” (6:3). ¿Por qué la gente presta atención a los mensajeros de Satanás? Porque aparecen como ministros de justicia (2 Cor. 11:11-13).

            G. “y a doctrinas de demonios”, no doctrinas acerca de demonios, sino doctrinas que proceden de demonios, pero son enseñados por los hombres, hipócritas mentirosos con conciencia cauterizada. Compárese Efes. 4:18, 19. Algunos empiezan entristeciendo al Espíritu Santo (Efes. 4:30), apagando al Espíritu Santo (Efes. 4:30) y resistiendo al Espíritu Santo (Hech. 7:51) y terminan cauterizando su conciencia.

II. El error del gnosticismo.

            A. Muchos aceptaban la filosofía gnóstica de que “todo lo que es físico o sensual contamina …el mundo es materia, y la materia es el asiento del mal … el mundo, el cuerpo humano, la material … son nuestros enemigos. Deben ser derrotados. Por eso, todos los gnósticos favorecían ‘el abuso de la carne’” (GH).

            B. Para los tales el rechazamiento de las comodidades de la vida resulta en el supremo grado de santificación. Para ellos, pues, la santidad equivale al ascetismo. ¿Qué dice Pablo al respecto? “Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne” (Col. 2:23).

            C. En esto hay una advertencia para nuestros hermanos: no debemos tratar de ser más estrictos que Dios.

III. Prohibirán casarse.

            A. La Biblia explica claramente que el matrimonio es Dios y que, por eso, es bueno (Gén. 1:27, 28; 2:21-25; Mat. 19:5, 6; Efes. 5:21-25).

            B. La Iglesia Católica Romana afirma que este texto no se refiere a ellos porque enseñan que el matrimonio es santo y que es uno de los sacramentos, pero no se puede negar que ellos sí prohíben el matrimonio. El celibato de los sacerdotes, monjes y monjas es obligatorio, porque creen que el celibato es más santo que el matrimonio. El décimo artículo del decreto del Concilio del Trento dice, “Cualquiera que diga que el estado marital ha de ser preferido en lugar del estado de la virginidad o el celibato, y que no es mejor y más bendito quedarse en la virginidad o el celibato que ser unido en matrimonio; que sea maldito” (citado por AB).

            C. Pero el Espíritu Santo enseña (1 Tim. 3:2, 5, 12) que los ancianos y diáconos tienen que ser hombres casados, y que algunos de los apóstoles tenían esposas (1 Cor. 9:5).

III. Y mandarán abstenerse de alimentos.

            A. Los judaizantes querían imponer la ley de Moisés sobre los cristianos, Hech. 15:1-5.

            B. Algunos prohibían que se comiera lo sacrificado a los ídolos, 1 Cor. 8.

            C. Ha habido relatos de toda clase de prácticas de ascetismo: no sólo de hombres y mujeres viviendo en monasterios y conventos, sino también de vivir en el desierto muy alejados de cualquier pueblo. Algunos rehúsan comer cualquier clase de carne, o cualquier comida cocida. Se han practicado toda forma de abuso del cuerpo: rehusar bañarse (diciendo que el cuerpo limpio significaba alma sucia), dormir parado, comer sal en el verano y no tomar ningún líquido, etc.

IV. Dios creó los alimentos para el hombre.

            A. Lo que Dios ha creado es bueno (Gén. 1:11-13; 9:2-4). “Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse”. El hombre comería cualquier criatura si tuviera suficiente hambre.

            B. Todos los alimentos deben ser recibidos recordando de dónde vienen; deben ser recibidos con mucha acción de gracias; y deben ser compartidos con los que tienen necesidad (Efes. 4:18; 1 Jn. 3:18).

            C. Los reglamentos de la ley de Moisés con respecto a los alimentos fueron clavados a la cruz  (Col. 2:14).

            D. “Por la palabra de Dios y por la oración es santificado”; compárese 1 Cor. 7.14, el incrédulo es “santificado” (apartado) para ser el marido de la creyente. De la misma manera Dios provee los alimentos para este propósito; así que son “santificados” por El.

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