Lo que has oído … esto encarga a hombres fieles

2 Tim. 2:2

I. El trabajo de Timoteo

            A. Pablo encargaba a Timoteo que enseñara la verdad, que mandara a algunos a no enseñar diferente doctrina (1 Tim. 1:3) que llevaría a los discípulos a la apostasía.

            B. Había de imitar a Pablo en establecer ancianos en cada iglesia (Hech. 14:23; Tito 1:5) de acuerdo a los requisitos nombrados por el Espíritu Santo. Los ancianos habían de tener cuidado de sí mismos y del rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los había puesto por obispos (Hech. 20:28).

            C. Aquí en 2 Tim. 2:2, pues, Pablo enfatiza la necesidad de instruir bien a tales líderes. La urgencia de esto se ve también en 4:9 (“Procura venir pronto a verme”) y en 4:21 (“Procura venir antes del invierno”). Al salir Timoteo de Efeso habría sido muy necesario que los ancianos y otros hermanos estuvieran bien preparados para hacer la obra que Pablo y Timoteo hacían.

            D. Timoteo había de encargar a los hermanos fieles lo que había oído de Pablo: 1 Tim. 6:20; 4:11-16; 2 Tim. 1:13, 14; 3:10-17. Compárese 2 Tes. 2:15, “Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra”; 2 Tes. 3:6, “Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros”.

II. Ante muchos testigos.

            A. En 1 Tim. 6:12, Pablo dice, “habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”; pero aquí en 2 Tim. 2:2 él se refiere a los muchos hermanos en muchos lugares que habían oído el evangelio predicado por él.

            B. 1 Tes. 2:9, “Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.  10  Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes”.

III. La importancia de escoger hombres fieles para la obra.

            A. En los requisitos que hermanos deben reunir para ser ancianos se ve la gran necesidad de escoger hombres fieles; por ejemplo, 1 Tim. 3:2, “Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;  3  no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaricia”. También véase Tito 1:5, 9.

            B. La palabra idóneo significa suficiente, apropiado, calificado. En 1 Cor. 15:9 Pablo dice, “que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios”. En 2 Cor. 3:5 se traduce competente: “no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,  6  el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto”.

            C. El bienestar de la iglesia depende mucho de que haya líderes competentes. Si es por todo posible debe haber ancianos calificados en cada iglesia, pero si no hay hermanos que reúnan los requisitos para ser ancianos, de cualquier modo es imperativo que los varones sean fieles, maduros y competentes para predicar, enseñar y dirigir los asuntos de la congregación para que no se corrompa con falsa doctrina ni con actividades carnales.

IV. Aquí está “la escuela para predicadores”.

            A. Compárese Mar. 3:14, “Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar”. Los apóstoles asistieron “la escuela para predicadores”, estando con Jesús, oyéndole e imitándole. Hech. 4:13, “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús”.

            B. Así también Pablo encontró a Timoteo: (Hech. 16:1), “Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego;  2  y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.  3  Quiso Pablo que éste fuese con él”. Timoteo asistió a “la escuela para predicadores”, acompañando a Pablo en la obra.                                                                      C. “Pablo está a punto de partir de esta vida. Por largo tiempo ha llevado la antorcha del evangelio. De aquí que ahora la entrega a Timoteo, quien a su vez, debe pasarla a los demás. El depósito que fue confiado a Timoteo (1 Ti 6:20; 2 Ti.1:14) debe ser depositado en manos de hombres dignos de confianza. Además, deben ser hombres que sean aptos para enseñar a otros (1 Tim. 3:2), de modo que estos otros también, como su maestro, estén instruidos en la verdad redentora de Dios” (GH).

            D. Este es trabajo importante que requiere mucho esfuerzo y dedicación. Requiere largas horas. Este servidor ha tenido el privilegio de participar en la obra de enseñar y entrenar a los obreros por Cristo. Aparte de la enseñanza entregada en persona, he optado por utilizar también la página impresa, para que los hermanos no solamente pudieran oír la enseñanza, sino que también pudieran leerla y volver a leer y repasar el estudio. El estudio impreso tiene muchos beneficios.

Conclusión.
            A. Timoteo estuvo bien preparado para cumplir este mandamiento. 1 Cor. 4:17, “Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias”.

            B. Todo hermano que reciba la enseñanza de la sana doctrina de otro(s) hermano(s), debe dedicarse fielmente a la tarea de enseñar la misma sana doctrina a otros hombres fieles que serán competentes para enseñar a otros.

            C. Este proceso nos hace pensar en los eslabones de una cadena, y nos hace pensar en lo serio de perpetuar esta buena obra.

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